... Difícil resistir una vez que se está por acá.
No creo que nadie lea esto, de veras. Pero el que lo haga no debe pensar en encontrar nada (absolutamente nada) productivo para su vida.
No tengo soluciones mágicas, no tengo consejos, mi experiencia es poca, y volátil. Aprendo de todo, pero tengo una tara... Todo lo que pasó, pasó. Y se queda atrás como en una niebla, como si al asomarme a mis recuerdos no fueran míos, sino de otra persona que los vivió en mi lugar. El sentido de disociación de mi "yo" físico, que experimentó la vivencia, y mi "yo" espiritual, que la retuvo transformada en recuerdo, es demasiado fuerte para ser normal.
De esta manera, siempre estoy viviendo en un sueño, por decirlo de algún modo.
Y a pesar de eso, oh ironías, hay momentos en que fijo mis ojos en la nada y el recuerdo (un recuerdo.. cualquiera) se despliega ante mí en tres dimensiones. Ahí pasa algo que me aterra. Estoy una vez más, dentro del recuerdo... reviviendo lo que pasó.
Soy una vez más una persona pequeña y desvalida, una mujer antes de tiempo, huelo el pasado, toco, percibo, y una vez más, el dolor y la felicidad extremas queriendo desgarrar mi corazón en pedazos.
Conservo cada una de esas cicatrices. Pobre corazón, pobres recuerdos olvidados.
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