miércoles, mayo 30, 2007

Un paseo por el lado oscuro


Cada vez que comento alguna de las cosas que (a mi modesto entender) me hacen ser, o sentirme una persona oscura, más de uno levanta las cejas bastante asombrado de lo que el exterior desmiente.

Hoy ha sido uno de esos días. Pero no es más que el corolario de un rosario de horas previas que me tienen a mal (?) traer.

La rutina, en estos casos, se puede convertir en una pesadilla. Soy incapaz de mirarme en los espejos, siquiera de reojo. Me importa todo tannnnnnnnn poquito, que puedo ir por la calle golpeando paredes con los nudillos y cantando en voz alta y enrulándome el pelo sin que me importe que me puedan denunciar por perturbación del orden. Si mis miradas fueran puñales, asesinarían a más de uno. Los ruidos, hasta los más triviales, me envenenan la sangre.
Y pierdo el aire.
Termino metiéndome en lugares cerrados con tal de no ver más el paisaje de ciudad alienada que tiene Buenos Aires un miércoles cualquiera. Por ejemplo, en un supermercado. Y ahí, sigo pateando cajas, arrastrando los pies, canturreando "Thank You For Hearing Me" con la mirada perdida, mordiendo la punta del paquete de las Ballerinas, retrepando mi incómoda humanidad al carrito de las compras para deslizarme suavemente, alzando los pies.

Feliz y despreocupada. Con un lugar al que volver, con gente que te quiere, con un trabajo, un techo, un plato de comida, posibilidades que pocos tienen... y la plena conciencia de todo eso, y aún así la angustia. La angustia perra, negra, el vórtice de nieblas, el bloop.

"Pero... cómo puede ser?"

Ni idea.
Pensar que ni siquiera he puesto música estos días.



(Bueno, una compensa como puede)


miércoles, mayo 23, 2007

Me cabe el sayo




De hecho, es la historia de mi vida...

Y por suerte sé que no estoy sola en esto. Gracias, Donnie!

martes, mayo 22, 2007

Noticias del fin del mundo...

No, no es la tercera película de "Pirates of the Caribbean".

Pero estaría bueno que se peguen una vuelta y dejen sus apreciaciones...

Desde el lunes y hasta dentro de un mes, podrán vivir las últimas horas de estos energúmenos en la Tierra... Últimas horas... que también pueden ser las suyas de ustedes (dijera Gerund)


Ha nacido Apocadia


Y es el fin del mundo como lo conocemos. ¿O no?

domingo, mayo 13, 2007

Principios (bloggers)

Explorando un poco mis primeros posts, la forma en que se fue desarrollando este espacio y otros yuyos por el estilo, y terminando con la visualización de algunas actualizaciones en RSS propios y ajenos, se me ocurrió que de repente... no sé, de pronto... me parece...

1. cada quien es libre de encarar el blog como se le cante...
2. seguir con una línea argumental está bien, pero también está bueno irse por las ramas
3. si habilitás los comentarios tenés que bancarte la que venga (por ejemplo, un intolerante de primera, cuarta o décima categoría, por mucho que me haga resoplar o reír, tiene derecho a su descargo si no le viene bien mi cuotita de egomanía)
4. la existencia de cientos de blogs berretas hace más delicioso el hallazgo de un buen blog
5. debatir sobre blogs es al pedo: lo mejor es la generación de ideas que surgen de ciertos espacios, y si se da la posibilidad, el debate en vivo con los generadores de esas ideas.


Siempre sentí este lugar como una suerte de refugio, a veces como una catarsis, a veces como un panel de corcho donde cuelgo ideas sueltas que no encajan en ningún otro lado.

Sería interesante saber cómo considera cada quien a su propio espacio, aunque en más de un caso salta a la vista.

(Séh, es domingo... como estoy al pedo y de limpieza a veces me da por pensar, como Charlotte Brontë*)


*"En aquellos años, Robert Southey era un poeta muy estimado con éxito de ventas. Ya repuesta, Charlotte lo eligió como juez en aquel pleito interior que venía despedazándola. Más que sobre sus actitudes literarias, Charlotte quería un veredicto sobre el acto mismo de escribir.
Southey falló en contra:
'Los ensueños diurnos a los que usted da rienda suelta, producen un estado inmoderado de la mente... La literatura no puede ser el modo de vida de una mujer. No debe ser. Cuanto más se dedique usted a sus tareas específicas, menos tiempo tendrá para ellos, aún cuando no sea más que una distracción'.
Ni siquiera había reparado (o justamente porque con envidia había reparado) en las cualidades literarias de la 'pobre hija de un Pastor', como la llamó con desdén.
Charlotte le prometió 'ocupar mi cabeza y manos durante el día, sin tiempo para un solo sueño de imaginación' y agregó, no sin ironía: 'En las noches pienso, lo confieso, pero nunca molesto a nadie con mis pensamientos'."

Lydia Pinkus, "Los hermanos Brontë: una vida apasionada"

viernes, mayo 11, 2007

Languidez


Es tan difícil de explicar. ¿Será el viernes? ¿Será que me había acostumbrado demasiado al frío? ¿Serán las hormonas y su vaivén, serán los tantísimos pensamientos agolpados, las largas caminatas, los sueños nocturnos?

Tengo el cuerpo invadido de grillos, los escucho cantar en mi cabeza. Ranas, cocuyos, noches de luna menguante, gotas de lluvia en un techo alto. Una casa enorme, un castillo donde resuenan pasos y el olor del verdín en las paredes. Y en el fondo, donde debería haber un patio, la entrada a un bosque que jamás está inmóvil o en silencio.

Weekend lies ahead. Mi melancolía y yo, bien a resguardo detrás de esta alegre calma, nos preparamos para recibirlo.

Sigo dispersando ángeles. O tal vez kodamas. Como sea, mi espíritu tiene alas enormes; nunca pude llegar a medirlas...




martes, mayo 08, 2007

Clasificaciones musicales antojadizas - El regreso

Continuando con la saga que comenzó tiempo ha, podría agregar una clasificación antojadiza más: la música para llorar.

¿O nunca les pasó que un tema gatillara automáticamente la angustia, las lágrimas?

A mí sí. Estos cuatro, son los temas que no importa cuándo los escuche, SIEMPRE me hacen llorar. No puedo evitarlo. Es como quien acciona un interruptor: las lágrimas salen solas. Pero claro, como suele suceder, a otros les sugerirán otros sentimientos, o simple indiferencia...

Sigma - Secret Garden, "Songs from a Secret Garden"

Benediction - Jonathan Elias, "The Prayer Cycle" ---> lo tienen para bajar en La Mandarina, aprovechen...

Sacrifice - Lisa Gerrard & Pieter Bourke, "Duality" (un clásico, también en la BSO de "The Insider")

The Diver - Thomas Newman, "How to Make an American Quilt" (ahhhh... esa escena final de la película que me puede... y la historia de Sofia, la más triste...)


Después de todo, en la variedad está el gusto...


lunes, mayo 07, 2007

How fortunate the man with none


Estoy acodada tomando datos en un stand en la Feria. Es uno de los más grandes y notorios, y está ahí... bien a la entrada del Pabellón Ocre. Viene una pequeña comitiva. Me preocupo: es feriado, ya está suficientemente lleno de gente como para sumar caos al caos; quiero decir, el stand no es TAN grande (aunque dicen que el sábado estuvo Telerman y fue peor...). Detrás de la comitiva, un puñado de fotógrafos.

Alguien se separa del racimo de señores trajeados y señoritas delicadamente arregladas, se instala al lado mío sin mirarme, saca una laptop que deja sobre el mostrador. Lo miro ostensiblemente, logro que me devuelva una mirada rasante de arriba-abajo; saludo con un tímido "buenas tardes" y una sonrisa. Él (vaya a saber qué cargo ocupa en la importante multinacional), que lleva pantalones de vestir, camisa Lacoste y chaleco, no responde y clava la misma mirada hastiada, un poco irritada de quien tiene demasiadas preocupaciones como para saludar a una promotora más, en la pantalla.

Pienso en todos los robos que hubo en el stand desde que empezó la Feria, aunque muy pronto está claro que no me van a dar espacio a más reflexión. Una horda de visitantes me toma por asalto: quieren saber dónde queda el baño, cómo llegan al pabellón Blanco, qué es lo que sorteamos, por qué hay tantos fotógrafos, cuándo van a poder pasar a usar las computadoras. Me deshago por atender a todos mientras todo el staff va a posar para la foto, incluído el "ejecutivo" de chaleco y copetuda indiferencia.

De repente, un tipo con acento raro y hablando bajo me llama desde uno de los laterales. Le explico amablemente que la información que necesita la tienen mis compañeras, que espere a que se desocupen. Le hago gestos a una, que me mira como diciendo "no puedo salir de acá, están sacando la foto". Miro la laptop abandonada en el escritorio. El hombre que habla raro me tira de la manga. Le explico con un poco menos de amabilidad que no puedo ayudarlo. Flash. Los fotógrafos disparan una y otra vez sobre el cuadro de autosatisfechos ejecutivos, sonrientes promotoras, atildadas gerentas de marketing. Vuelvo al mostrador. Ya no hay laptop.

Claro, me digo. El tipo que hablaba raro, ese segundo que logró que me diera vuelta (como si supiera que no me simpatiza demasiado que me toquen).

El ejecutivo de chaleco vuelve al mostrador, encuentra el espacio vacío, modula "me robaron la laptop" una y otra vez en el mismo tono entre imperativo y asombrado. Cómo me va a pasar esto a mí, le escucho pensar, cómo puede pasar esto acá, en "nuestro" stand, con tanta gente "nuestra" dando vueltas.

Lo miro despotricar, agarrar el blackberry y hacer llamado tras llamado con la vista prendida de los carteles colgantes, de las luces del techo, del respaldo de las butacas. A mí no me mira ni una sola vez. Ni por un momento (ni antes, cuando tenía su laptop, ni ahora que la perdió, ni después, cuando se me acerque un cabo a tomarme la descripción del hombre que hablaba raro) he existido para él.

Cruzo las manos por encima del escritorio, respondiendo a las preguntas de una señora que quiere presentar un proyecto. Mientras vuelvo a mi propia normalidad ignorada, pienso...

1. Qué afortunados somos los proletarios a veces.
2. Es maravilloso ser palurdo en un ambiente de gente "bien".
3. Mi capacidad de asombro se desborda cuando me doy cuenta de que todavía existen personas capaces de sentir que sus pertenencias y standard de vida están a salvo en un galpón lleno de gente de todas las extracciones, un 90% de los cuales jamás podrían ganar en un año lo que costó esa laptop (ni hablar de la información que habría dentro...)