lunes, mayo 22, 2006

Vórtice

Cada año pasa algo importante en mi vida, cuando promedia el otoño.
Este año me agarró descalabrada pero por lo pronto mi mundo se sacudió y eso es excelente. El movimiento es bueno. La quietud... a veces. Al menos para mí es un problema terrible.

Revisión de cosas buenas que pasaron en otoños anteriores (loading... please wait)
Mientras se carga la lista, medito: amores, nacimientos, liberaciones, aventuras, desafíos superados, viajes, libertad, el mar en otoño, el río, el campo, descubrirme a mí misma, el cambio en todos sus sentidos, la ciudad vacía, las caminatas en la helada para ir al colegio, el mate en silencio, el piso frío al saltar de la cama y el baile por toda la habitación de la pensión (esa que se parecía al altillo de Jo March en Mujercitas, y que siempre recordaré con cariño...). Cabalgar bajo la lluvia. El amor al aire libre con la naturaleza como testigo. Tantas cosas.

Hacía mucho que no escribía acá, y hoy que es un día sumamente inspirador de frío, se me antojó.

"Todo lo que desees para los demás, vuelve a tí". Qué bueno sería entonces, que todo el mundo deseara bien a todo el mundo.