viernes, septiembre 07, 2007

La fatalidad tiene tu nombre



Desde muy chica me hice la costumbre de visitar el negocio de mis abuelos (un enorme local que hacía las veces de lencería, mercería, lanera, casa de telas y bazar, con su propio depósito y hasta una oficina para la inmobiliaria al fondo) al menos una vez a la semana. El placer de jugar en los desvanes disfrazándome con las telas y de meterme en las canastas llenas de madejas de moahir, cashmilon, shetland y merino era inenarrable, aunque los ácaros se hacían una fiesta con mis mucosas.

Como todavía no había llegado el momento en que el abuelo me promoviera a su despacho y comenzara a hacer uso de la gigantesca Remington para escribir mis primeros cuentos, era un poco difícil mantenerme quieta. Usualmente, mi abuela terminaba llevándome a la librería y papelería Sarmiento, a una cuadra de distancia, y me compraba cartas Cromy o alguna revista.
Un día encontré un librito de tapas duras con la carita en primer plano (dibujada, por supuesto) de una chica rubia con vestido azul y gorrito de velo, muy siglo XIX. (¿Alguna vez expliqué que me fascinaban los vestidos de época?). Inmediatamente dije "quiero éste" y la abuela lo compró.

El libro era "Sissi y los ladrones". Aún lo tengo en algún rincón de la casa de mis padres, sus hojas cosidas un poco descalabradas por el uso. Al verlo, mamá me comentó que cuando era chica había visto las películas sobre Sissi que protagonizaba Romy Schneider, actriz cuyo destino trágico fue tantas veces equiparado al de su personaje más famoso. Se había enterado que Sissi fue una emperatriz austríaca, que había existido de verdad y aunque su vida era en sí apasionante, no se sabía bien cuánto de ficción y de realidad había en las películas y libros sobre ella.

Un par de años después, recordando aquél regalo, mi abuela apareció con un nuevo libro: Sissi y el fugitivo, de la colección Billiken tapa roja. Vinieron más, todos de diferentes autores (casi todos franceses, una recurrencia curiosa en la biografía de la emperatriz austríaca). Y sólo acrecentaron mi hambre por el personaje. Consumo desde entonces todo lo que existe en soporte tangible sobre ella. Nunca una figura histórica me apasionó tanto.

A grosso modo, y para que entiendan algo de esta mujer excepcional, un punteadito de datos...

Isabel de Wittelsbach, o Elisabeth de Baviera, o Elizabeth Amalia Eugenia de Habsburgo-Lorena, es la primera reina romántico-gótica de la que puedo dar fe. (Una darkita pionera, vamos). A diferencia de Juana La Loca, víctima de su propia condición mental, Sissi alimentó con rabia y morbo sus obsesiones.

La casaron a los 16 años con Francisco José I, el Emperador de Austria y Rey de Hungría, un hombre "políticamente correcto", pero débil y permeable a la influencia de su madre, la archiduquesa Sofía, que no toleraba el comportamiento expansivo y descontracturado de una adolescente que permanentemente rompía con el protocolo. Las peleas de Sofía y Sissi envenenaron a la corte y las relaciones exteriores del Imperio se vieron muy afectadas por esa rivalidad, que sólo terminó con la muerte de la archiduquesa.

Le fascinaban los cementerios y los manicomios. La idea de la locura la conmovía de una forma particular, ya que los Wittelsbach arrastraban la carga genética de la esquizofrenia y la bipolaridad. Esta característica se ensañó en el primo preferido de Sissi, Luis II de Baviera, llamado "El Rey Loco"; homosexual y maníaco-depresivo, murió misteriosamente ahogado en el lago Starnberg, golpe del que Sissi nunca se recobró. [Por obra y gracia del update, y de OvejasElectricas, pueden ver más info de este otro rayetti aquí]

Amante de la naturaleza, podía realizar caminatas de hasta cinco horas sobre hielo y nieve; escribía una poesía empapada de amor y de nostalgia sobre los oscuros bosques de su Baviera natal. Fue estimulada por su madre a la instrucción temprana, y por su padre a la equitación no convencional; era capaz de montar usando pantalones y a horcajadas, en una época donde las damas montaban de lado.

Su avidez por el ejercicio físico y por mantener su cintura en los 50 centímetros exactos de perímetro, la llevaban a realizar a un régimen autoimpuesto de poquísimas calorías (literalmente, se mataba de hambre) y a afrontar largos períodos de anorexia nerviosa. La estricta corte austríaca se escandalizaba de verla correr en negligée a las seis de la mañana por los jardines del palacio de Schönbrunn, aún en invierno; también por su excéntrica cabellera, larga hasta los pies, que debía ser lavada día por medio por tres criados durante dos horas.

Era tan insegura que rara vez sonreía por no mostrar sus dientes pequeños y amarillentos, y tan vehemente cuando se trataba de defender sus convicciones que los políticos caían rendidos a sus pies. Considerada la mujer más bella de su tiempo, asumió como pasatiempo coleccionar retratos de mujeres hermosas de cualquier extracción social; los diplomáticos de todo el mundo se los enviaban de regalo a pedido.

Cuando el amor de su marido dejó de importarle, ella misma le proveyó de una amante. Viajaba incesantemente por placer, de incógnito (se hacía pasar por una baronesa, título nobiliario insignificante al lado del que detentaba realmente) y acompañada apenas de una dama de compañía húngara, Ida Ferenczy, que era a la vez su mejor amiga.

Murió muy joven, a los 56 años; aún así, el destino quiso que viera morir primero a sus seres más queridos (su padre, su madre, su hermana del alma, su hija mayor y su único hijo varón, los tres últimos en trágicas circunstancias). Tan humilde era, y tan agotada estaba su voluntad de vivir, que incluso le pidió perdón a su asesino cuando le clavaba el puñal; hasta el último momento, pensó que había tropezado con él.

Anoréxica, cocainómana, madre desapegada y ermitaña furiosa, fue la mujer más amada y llorada de la Europa de pre-guerras. Y todavía me conmuevo tanto al hablar de ella, que siento como si la hubiera conocido de toda la vida. Bah, tan lejos no estoy. Me acompaña desde los seis años, nada menos...

No recuerdo una amistad más antigua que la suya.

(Post dedicado a Nala, simplemente porque detonó las ganas de hablar de este personaje que me apasiona desde chica)

19 comentarios:

Nala dijo...

Y pensar que todo esto vino a raíz de los pelos de mi perro XD

Adoré tu relato nena, que personaje resultó soña Sissi.
Que tenía algun trastorno de ansiedad, obsesivo compulsivo o equivalente (¿pelo hasta los pies?) no me cabe duda, pero debe haber sido un personaje digno de conocer.

Gracias por la dedicatoria, =)

Fender dijo...

Ah! Esos personajes que a uno obsesionan! Yo tengo varios, pero los Médici, los Colonna y los Orsini me pierden (sobre todo Lorenzaccio).
Hermosa la reseña y ahora me parece que tengo nueva obsesión.

Fodor Lobson dijo...

En mis p`rimeros años adolescentes, curioseando en la extensa biblioteca de mi abuela la buena, encontré una colección hermosamente encuadernada de biografías. Agarré uno al azar... el Zar Ivan el Grande.. y asñi empezó mi obsesión por las biografías de los Zares rusos que culminó con Catalina la Grande, personaje que creo me obsesionó como a ud. Sissí.

Weltklang dijo...

Que atractivos son los exentricos nobles europeos. No me obsesiona ninguno, pero me llama mucho la atención Carlos V de Bohemia, que era tan devoto, que gastaba grades sumas en reliquias religiosas. Compraba todo, ante la duda de saber si era legitimo o no. así tenia cientos de clavos de la cruz, cientos de mantos sagrados, maderos de la cruz como para construir diez cabañas. En fin...
Sisi es sumamente llamativa, por caracter y por bella.

beso
W

Anónimo dijo...

Apenas vi la imagen, dije: ¡Sissi! El primer libro que leí sobre ella fue la edición para niños de "Sissi emperatriz". Una versión de la realidad con el color de un cuento de hadas. A los 10 años me parecía apasionante. Con el tiempo, vi las películas de Romy y leí sobre Elizabeth. Me fue entristeciendo el hecho de darme cuenta de que el cuento de hadas nunca existió pero aun así siempre admiré a esta figura. En mi opinión, su versión del siglo XX: Diana Spenser.

gerund dijo...

Muy inetresante indeed. No estoy muy segura sobre lo que ponés sobre Juana la Loca, though,,,

^^

silvia camerotto dijo...

vaya coincidencia. también me acompaña sissi desde que era chica. cassandra, me lleva usted a los recuerdos. gratos recuerdos.
saludo.

Cassandra Cross dijo...

Nala: No me consta que tuviera TOC, ni que estuviera clínicamente loca. Pero esa fascinación morbosa por la locura, sumada a las excentricidades que la caracterizan, la hacen un personaje interesante sin dudas.

Fender: Tiene que contarme más de los Orsini. Definitivamente.

Fodor: Tuve el gusto de conocer a Catalina ya en la facultad. Devoré una de las biografías en tres o cuatro días, y me resultó un personaje sumamente interesante. Digno de más y mejor estudio, ya que fue todo un animal político, una verdadera hija de Satán si me permite la elocuencia.

Weltk: Obsesión? sí, puede ser. En todo caso, siempre me gustaron los personajes con muchos matices en la ficción... cada vez que encuentro uno igualmente rico en la vida real, le saco todo el jugo que puedo... Salut!

Lucy: Nuuuuu... en realidad siempre le voy a discutir a muerte esos paralelismos que hacen entre Sissi y Diana... Si bien Diana tuvo el mismo mal karma con la corte, pagó el precio de una excesiva exposición pública muchas veces buscada. Sissi era muchísimo más caprichosa y tajante: "Acá no me gusta, acá no me quedo". Y era una madre pésima. Se iba a la mierda en cuanto sentía algún tipo de incomodidad.
Algo es cierto: por más que lo pinten como tal, no hubo cuento de hadas para ninguna de las dos. Tal vez en el caso de Sissi al principio, y cuando no se estaba metiendo la señora suegra... mujer de muy buenas intenciones, políticamente hablando. Pero mal bicho.

Gé: Más claro echale agua. Nunca sabremos si Juana La Loca estaba loca o no, pero hizo lo que hizo y la recluyeron. Y fin del asunto; nunca más tuvimos noticias de ella en la escena política. Ergo, fue víctima de una condición mental (literal o exagerada por intereses de la corona) en tanto Sissi, que no tenía ninguna (al menos diagnosticada) se regodeaba en sus excentricidades y nadie le podía decir quítame de allí esas pajas: rompió las bolas hasta que se murió.

Sibila: qué suerte compartir un interés más :-)

julika dijo...

creer o reventar: en estos días me venía acordando de mis lecturas sissiescas de infancia y preadolescencia...
obviamente fue leer "sissi en venecia" y no poder parar de leer todo lo ke había sobre esta muchacha.
ké lindo haber encontrado esto, tan bonitamente escrito por ud!!
besososos, y gracias por pasar, una vez mais :)

ojos de suri dijo...

Cassandra, me encantó descubrir el personaje de Sissí a través de tu familiar mirada. Siempre me la imaginé según el estereotipo romántico de las películas; me despertaste el interés de conocer más acerca de ella.
Pude leer la biografía de Erzebeth Bathory maravillosamente relatada por V. Penrose (La Condesa Sangrienta según A. Pizarnik)un personaje realmente excéntrico y oscuro de la nobleza rumana. Resulta dificil creer que haya existido de verdad.

Me encantó pasar! Voy a volver.
Muchas gracias por la bienvenida :)

Anónimo dijo...

¡Pero obvio mujer que salvando las distancias! Yo me refería a sentirse sapo de otro pozo en la estructura de la corte. Debí haber especificado.

Equipo de Producción dijo...

muy interesante. la verdad nunca habia escuchado de la mina esta.
copado el blog.

gaston

betina dijo...

gracias, cassandra, me fascinó todo esto que nunca antes me interesé en conocer sobre sissí, a quien yo también (como otros ya te dijeron) sólo la tenía asociada a romy y a la romántica emperatriz de los libros tapa dura

MentesSueltas dijo...

Muy interesante...
Conociendo tu espacio te dejo un abrazo.
MentesSueltas

Nene Tonto dijo...

"Le fascinaban los cementerios y los manicomios" a quién no!!!
Preciosas las descripciones que usted siempre hace de su infancia, doña Agustini... transmitiendo tanta nostaaalgia (Los libros billiken de tapa roja!!!!)
Un placer verla unos segunditos por corrientes nublada.
Abrazo
Pablín

TEA CUP CLUB dijo...

muy interesante tu post del dia de hoy.

Te dejo mi tacita de te y gracias por tu visita

Veronca
(me voy a seguir leb=yendote)

Anónimo dijo...

Me encantó. Está bueno obsesionarse con alguien así, que tiene con qué.
Me llama la atención todo todo todo, es increíble que alguien pueda vivir esas cosas... tener muchas vidas en unos años y rodearse de tantas cosas poco comunes, qué sé yo. Es impresionante, sí señor.

Cassandra bonita, gracias por tus palabras en mi blog, qué linda. Un besote.

Cassandra Cross dijo...

Julika: Maravillosa coincidencia, es cierto! Hacía rato que te debía una pasada. Suelo colgarme cada vez más seguido... :/

Ojos de Suri: Gracias por la recomendación! de Erzebeth tenía ya la noticia de su existencia y un par de datos sueltos, pero no lograba dar con una buena bio... Si llegara a encontrarla, la leeré con gusto. Pase cuando quiera!

Lucy in the Sky: jeje... me imaginé de todos modos por dónde venía la mano, pero entiéndame! no pude evitar delirar. Gracias por pasar, otra vez.

Gastón: nunca es tarde para aprender. Gracias por pasar.

Betina: Vio cómo cambian algunas historias cuando se las pone en perspectiva? a veces pienso si toda la derivación romántica de la vida de Sissi no será una perversa maniobra de distracción del grito angustioso que recorrió toda su vida, una suerte de depreciación deliberada de su importancia política (o al menos sus intentos en ese terreno).

Nene: Lo nuestro son estos personajes tortuosos, definitivamente. Y lo anecdótico! :)
Deberías pasarte por Diario de un Telemarketer, si es que ya no lo hiciste. Te vas a reír de a ratos recordando aquellos días de formación en VF...

Zorrita: Qué linda sorpresa tenerla de regreso en mi petit espacio! me alegra mucho que le haya gustado mi pequeña evocación.
En cuanto a mis palabras en su blog, son meramente una sarta de tonteras que me sale poner cuando veo que realmente se necesitan, no sé... si le sirven, tómelas... hay tanta tela para cortar sobre algunos de los temas que trata en su blog! ya nos pondremos al día con más tiempo en espacios más amigables que el frío cyberespacio... Un gran abrazo.

MentesSueltas y TeaCupClub, gracias por los comentarios

Mariano Rivero dijo...

Tu post me hizo acordar la fascinacion que siempre sentì por Napoleon Bonaparte. La biografia que escribio Edmound Rostand fue mi primer libro"serio", alla por los quince. Ya hacia bastante que me atraian esos cuadros ecuestres y esa fama de invencible. Despues de Ronstand segui leyendo hasta aprender cada detalle de su vida, hasta libros en ingles y frances me compre sobre el corso. Que se yo, cosas sin explicacion. Gracias por el recuerdo.