viernes, agosto 14, 2009

The dark night of the soul

Debería estar trabajando, pero escribo esto. Es tarde. Mi día laboral empezó hace exactamente doce horas y media. A partir de esta semana, todas mis semanas serán más o menos iguales quién sabe hasta cuándo.
La oficina es linda. En este momento escribo a doce pisos por encima de 9 de julio, la ventana mira a Sarmiento. Vi el hermoso atardecer celeste y rosa por encima de un edificio que tiene una casa en su terraza que sólo se puede observar a esta precisa altura. En este momento, una luz índigo la hace parecer un sueño burtoniano. Desde hace horas los coches desfilan en una hilera interminable. Escucho las bocinas, el rumor de los motores y como en una alucinación, las ranas. Ese croar que recién voy a estar escuchando de verdad mañana por la noche, cuando estemos en silencio, en la laguna del parque Unzué.

Nos imagino así, sentados uno junto al otro bajo los faroles, el sol cayendo sobre el parque y el duelo silencioso en el alma, y las ranas croando y "Qué bello es vivir" y "Réquiem por un sueño" todo junto.

Hoy se me amontona todo: anhelos, sensaciones, dolores, viajes que vendrán.
Se amontonan todos los posts que me debía en borrador.
Se me amontonan las emociones.
Se me atragantan las ganas de llorar y de abrazar.
Mi "debe" crece hasta el infinito.

Estoy volando de una fiebre que no cura nada, de una sed que no sacia nada.

Estoy en el medio de un páramo que reconozco, con todas las certidumbres puestas y los sentidos alerta.

Espero. Camino. Trabajo. Espero. Pienso. Escribo. Investigo. Espero. Duermo. Gozo. Como. Espero. Sufro. Siento. Todo junto. Y en el medio, las canciones que estaban trabadas en medio de la garganta queriendo salir, las palabras que nunca encontraron un cauce, una desconocida que me convence de la inevitabilidad de escribir y que me agradece un gesto que quizá nunca pueda retribuirme. El amor, los miedos, extrañar. La ansiedad y la angustia reaprendidas.

Estoy a punto de salir del todo.

Y justo ahora, nada de todo esto importa. Nada importa. Nada.

5 comentarios:

JuliánFayolle dijo...

Gracias.

Cassandra Cross dijo...

A usted, Cuervo. A usted.

La Ruiva dijo...

:(

El Profe dijo...

¡Abrazos!

Calio dijo...

Ud lo dijo mejor de lo que aparecia en mi cabeza. Igual. Igualito.

beso grande