miércoles, agosto 18, 2010

Rituales

El martes pasado empezó bien. Día largo y con buenas noticias. Con un viaje en perspectiva, laboral... pero un viaje! Me fui despidiendo con un pinchazo de dolor de esta casa (que es usted, también y sobre todo), murmurando un "gracias" por cada prenda doblada y acomodada en el fondo del bolsito azul que fue de mi papá, cuando él también viajaba.
Los preparativos y la ansiedad me palman. El tránsito de Buenos Aires, su gente malhumorada, sus olores y sus ruidos me hacen disfrutar doblemente el regreso a casa. Bosquejé mis reseñas de los miércoles, eligiendo libros al pasar para llevarme al hotel. Ronronea el lavarropas, él descansa un rato y entonces aprovecho para mirarlo y volver a murmurar "gracias" con la nariz pegada a su nuca.
Cuando llegó traía muy poco equipaje. Diría que la sexta parte de lo que tiene ahora, tres años después; posiblemente menos, estoy calculando a ojo. Pero en una caja con las poquitas cosas de cocina venían tres vasos gigantes, de 500 cc, que son los únicos que sobreviven como juego completo (somos torpes y tenemos tendencia a ensañarnos con vasos y copas). Uno de mis ritos preferidos de fin de semana son los tragos, alcohólicos o no, que preparamos en esos vasos combinando distintas cosas que nos gustan. O el rito de estos días: jugo de naranjas recién exprimidas, con tres hielos y un sorbete gigante.

Tenemos muchos otros ritos que van cambiando con el tiempo. Como las mexicaneadas de los viernes, que fueron reemplazadas por la pizza de los sábados y la pasta de los domingos, hoy sustituidas por experimentos mayormente vegetarianos o naturistas, el sushi, las infusiones. Esos rituales se combinan, toman turnos, se evaporan, cambian.
Los ritos inamovibles siguen allí: mate y caminatas, lecturas compartidas, trabajo codo a codo, Los Sabios, Musetta Caffe, cine de los jueves, series lunes y martes, recorrido por las librerías, compras los sábados, siesta los domingos, más viajes, música a dúo...

El rito de la actualización de este blog lo perdí hace tanto. El post empezó a escribirse dos martes atrás. Y por no ponerle punto final, porque tengo semanas largas y complicadas por delante, con muchos otros ritos que espero recobrar... música.



1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi nunca me ha dado por leer blogs, he encontrado varios pero me resulta abrumadora la cantidad de tiempo que pierdo leyendolos o como a veces me veo enfrascado en una vida ajena siendo que yo mismo tengo problemas manejando la propia pero me gustó el tuyo, tienes algo que hacía mucho no veía en las personas o al menos en las que me rodean.
No creo poderme explicar y menos en un comentario pero desde hace mucho tiempo me encuentro en una busqueda interminable, no sé que busco pero cuando lo encuentre sabré que he terminado y mientras no lo haga pretendo disfrutar o sufrir lo que se atraviece en mi camino, ¿es así contigo?
Si alguna vez tienes el tiempo dame la oportunidad de compartir ideas contigo, soy un ser extraño que necesita divagar con alguien más. También soy ignorante así que no se mucho sobre el uso de blogger o si puedes ver mi correo para comunicarme contigo pero eso se lo dejo al destino.

Adiós y que disfrutes cada día como alguna vez los disfruté yo