martes, agosto 19, 2014

Elipsista

Quisiera tener algún talento que me gustara exhibir. Quisiera no tener las cosas tan borrosas. Quisiera empezar a reconocer que todas las palabras duras que alguna vez dije y escribí también hablan de quién soy y cuáles son mis miserias. Los puntos débiles me los reservo, porque tengo un deseo mortal pero no voy a mostrar el flanco, no soy tan fácil. No soy nada fácil, en verdad.
Vivo con todos mis vivos y muertos a cuestas, no me los saco ni para hacer las cosas que más me gustan, pero puedo apagarlos si quiero. Sabrás disculpar que no cargue con vos, tengo que dejar lugar para futuros muertos importantes. Aunque podés ser el muerto de otro, si querés. 
Mi deseo para el fin del mundo es convertirme en otra Jean Baptiste Grénouille, creando una paradoja que me borre de otras vidas. Tirar una bomba de humo que los que valgan algo puedan atravesar si el deseo es sincero. Eso busco cuando me desbarato en palabras: confundir, alejar, diluírme. Desvanecerme de la memoria del indeseable y el dañino, ser un agujero en la tierra del que salió un árbol que nadie sabe quién plantó, que no es de nadie.


No hay comentarios.: