Leyendo este post de Estrella, a varios twitteros, a mis conocidos de Facebook y a los locos lindos de siempre me quedo pensando por qué sé que soy rara y cómo nunca me puse a enumerar las razones que me hacen rara para los demás.
La respuesta engloba (em-bloga) todo el sentido de mi vida:
No me intereso lo suficiente para dedicarme tanto autoanálisis. Y además me da fiaca escribir sobre mí cuando la vida me está dando tantos momentos interesantes, más (por primera vez en años) la posibilidad de volver a escribir ficción.
Así que ya saben. A los que nunca me conocerán es al cuete que les enumere mis rarezas: la magia de los bichos raros nunca llega a través del papel de la misma manera que en vivo y en directo.
Alguna que otra cosa podrán intuirla a través de lo que escribo.
3 comentarios:
Desconfiar de los que se autodenominan con Imaginación de Sobra, Bichos Raros y Extraño Humor. (Bitácora del Capitán)
Tanto autobombo es, por lo menos, par desconfiar.
Santiago.
"...para desconfiar", quise decir.
Yo no sería mi propia amiga, Santiago. No sé a qué viene lo del autobombo, francamente.
Saludos.
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