Recién en los últimos dos años vengo derrapando hacia una realidad propia que siempre me negué a aceptar.
La cuestión es esta: Soy una drama-queen de lo peor que existe. Mi histrionismo me juega malas pasadas cuando sobreactúo síntomas o emociones de cualquier tipo, porque me sé perfectamente capaz de obligar a los demás a actuar en consecuencia. El dramatismo es como un boomerang: si bien a vos se te pasó el berrinche, siempre vuelve el rebote y te pega de pleno.
Alterarte altera a los otros, y cuando se lo hace adrede (no importa si la intención es inconsciente), las consecuencias pueden ser cruentas. Nadie lo debería tener tan claro como una persona con cabal conocimiento de cómo la energía afecta a la gente. Y sin embargo... hay ocasiones en que simplemente me desborda. No consigo evitarlo.
Todos tenemos algo de dual en nuestra naturaleza. Cuando la dualidad toca los extremos de un espectro determinado y uno no puede evitar pendular como loco, sube a sus "otros significantes" a una montaña rusa capaz de crispar los nervios más templados. El tema es darse cuenta antes de que el péndulo oscile como loco y empiece a golpetear todo alrededor.
Una herida tan insignificante como un rasguño al orgullo, no debería ameritar un daño alevoso en devolución.
5 comentarios:
Ahora me da miedo comentar... a ver si me ligo un castañazo!
XD
Ja!
¿Por eso no se podía dejar comentarios en el psot pasado?
Un Servidor: Comente que es gratis, y está lo suficientemente lejos de mi alcance como para tener miedo.
Estrella: No, no es por eso :-P Cuando sé que en ese post "no voy a tolerar" los comentarios, los cierro. Así de simple. Ese día estaba bravucona y con ganas de que se enteren. No le sirve a nadie (ni a mí),pero al menos me fui a dormir desahogada :-P
Considero que un rasguño al orgullo merece un cruenta, fria y enooorme venganza, canejo...
¿Estoy metiendo la pata hasta el fondo y jugando con la vida de otro?
Besillos!
Leia "Alterarte altera a los otros", "Y sin embargo... hay ocasiones en que simplemente me desborda. No consigo evitarlo." No es sencillo, cada día por muchas cosas me digo. " No me puedo dar el lujo de enojarme" (ni conmigo ni con los demas), o llamarme a silencio, pero tengo quizas en esto el vaso demasiado lleno y de vez en cuando, aparece esa famosa gota que desborda el vaso, y uno vuelve a meter la pata. Quwe maravillosa la gente que logra ese equilibrio tan dificil y tan positivo!
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