lunes, julio 13, 2009

Contra la incoherencia de ciertas prácticas diarias

Como muchos saben, estoy suscrita a Menéame y por esa vía he llegado a muchos blogs interesantes. Pero pocas veces me toca leer un artículo tan contundente y a la vez tan coherente (que no excluye la autocrítica) como el que me encontré en Dame La Voz. Se titula "Los estúpidos y el catálogo de Ikea".

Me vais a permitir que encarne en el «catálogo de Ikea» todo lo que vienen a ser los folletos publicitarios, triple envoltorio de plástico para las magdalenas, doble precinto de las botellas de agua, flyers, y un largo etcétera de productos de un solo uso con utilidad nula. He escogido al catálogo como cabeza de turco porque es un tocho de papel satinado, a todo color, que yo no he pedido que me envíen y que anuncia un producto en el que el lector sólo estará interesado cuando se mude o reforme su casa, es decir, una o dos veces en la vida.

Por el párrafo anterior ya podéis intuir de qué va el tema. Parece que una magdalena va a estar contaminada de ébola a menos que lleve un plástico individual, otro plástico para el pack de 3 “para llevar” y otro plástico para la bolsa, sumado a un tercer plástico que es la bolsa de la compra. De todos ellos, irónicamente, el único reutilizable es la bolsa de la compra, que la mayoría de la sociedad usamos para tirar la basura. ¿Los otros? Simplemente, forman parte de esa basura. Digo que es irónico porque las administraciones están poniéndose serias para restringir las bolsas del súper, cuando lo que deberían hacer es parar la vorágine de productos de un sólo uso o, sorpresa, de cero usos.


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Más allá de que hay cuestiones que no comparto en lo personal, estoy de acuerdo con la postura crítica asumida por el autor, Carlos Fenollosa. Desde ya, le agradezco haya puesto en palabras los pensamientos que muchos otros estúpidos compartimos (y practicamos) a diario.

Buena semana para todos!

2 comentarios:

Fodor Lobson dijo...

lo de los tres millones de plastiquitos en los productos de supermercado en las Españas is so true...

una verguenza

La Ruiva dijo...

Este post me hizo acordar a la publicidad del leoncito muerto por la bolsa que casi me hizo llorar.
Mierda!