lunes, junio 30, 2008

Hastiada (I)

Nunca, hasta que empecé a bloggear, había caído en la cuenta de cuánta gente está obsesionada, de una u otra forma, por el tema de la gordura.
No de la obesidad: de la GORDURA. Así de neto, así de grasa como suena. "Obeso" es un término clínico; decirle "obeso" a alguien es asumir que está enfermo. Decir de alguien, o de uno mismo, que está gordo o gorda es peyorativo. Acusa culpa. Es insidioso e insultante. Es el pasaporte directo a una autoestima de mierda.
Gordos y gordas no tienen (tenemos) perdón de Dios. Elegimos estar gordos, qué horror. Vamos por la vida insultando a la gente que día a día "se cuida" para "mantener la salud" (ay, ¡vamos!). No nos hacemos ningún favor a nosotros mismos, transmitimos un mensaje negativo y encima contaminamos el paisaje.

Desde que me levanté hoy tuve que leer al menos cinco escritos donde se toca el tema de la misma manera: superficial y banalmente. El más triste, el que más me irrita e indigna, está en uno de los blogs más leídos y linkeados del país (no voy a hacerle el favor de regalarle otro vínculo; no lo necesita y honestamente no tengo la menor gana de correr la bola de ejemplos funestos).
Resulta que la blogósfera está llena de ex gorditos y gorditas, arrepentidos que no sólo reniegan de ese pasado, sino que dedican su vida (real y virtual) a defenestrar ese modelo que dejaron atrás. Con vergüenza algunas veces, con autocompasión siempre y con un falso sentido del humor ("ríanse del gordo, si yo me río de lo que era no puede ser tan malo") van rematando el laburo que hace años empezaron las casas de alta costura, los talleres de ropa nacionales e importados y tantos otros sectores de la cultura marketinera en la que vivimos. Fábrica de autoestimas rotas, de depresiones e incluso suicidios.

Los leo y me asquean. Uno que llegó a pesar 110 kilos tilda de gordita a una mina que debe ser la mitad de lo que soy yo. Cuento los posts: las alusiones a la delgadez de sus ideales están por todos lados, no importa que Fulana sea incogible de cara porque total "es flaca"; y así sucesivamente.
Estoy rodeada (aunque no me rocen, por suerte) de gente funesta que no se priva de despotricar contra una amenaza que los puede alcanzar en cualquier momento. Porque el tiempo pasa para todos, y las hormonas no perdonan (a menos que estés dispuesto a sostener un ritmo de vida que, está visto, es demasiado sacrificado para vos).

¿Por qué? ¿Para qué? Glorificamos al flaco como modelo a seguir, como ideal ya no de vida sana, sino de status. Parecer es ser. Ser es tener. Ser es aspirar, "pertenecer". Ser es llegar... ¿a qué? ¿A que alguna vez alguien se fije en vos con mejores ojos porque "estás fuerte"? ¿Qué mérito hay en eso? Y cuando llegues a viejo o a vieja... ¿Qué te va a quedar? Aviso a la población: La estupidez se agudiza, no se cura. La huequez no tiene remedio, y en esas crisis que vienen de a décadas se suelen producir picos alarmantes.

Más allá del endiosamiento de algo tan transitorio y degradable como puede ser el cuerpo con el que uno nació, están todos estos conceptos falsos. También hay una cierta falsa simpatía para con el gordito que tiene un éxito momentáneo (la "Tota" Santillán, sin ir más lejos, y todo ese circo de gatos que lo rondan permanentemente), pero de quien se siguen riendo a escondidas. Con una sonrisa se llenan la boca diciendo "Pero los gorditos también merecen amor..." y a la primera de cambio sueltan un "gordo/a de mierda" como quien dice "forrrrro" (así; alargando las erres y todo).

Cortémosla acá con el caretaje.
Yo también tuve problemas de peso en mi adolescencia e ir a comprar ropa con una madre una cabeza más bajita y esbelta como una sílfide era, cuanto menos, complicado para mí; no obstante, no sufrí como un chancho ni me veía hecha una vaca en todos los espejos. Simplemente, me frustraba un poco el hecho de no poder vestirme como el resto de mis amigas, en las casas de ropa donde todas compraban jeans y camisas... ¿So what? Terminaba cayendo en lo de una modista, capaz de copiar el molde de algún vestido a la moda para que pudiera usarlo. Y a otra cosa, che, que hay cosas más importantes por las que sufrir.
Siendo originaria de pueblo chico, la variedad de talles en ciertos locales era muy acotada y los lugares que proclamaban "talles grandes" se evitaban con cierto horror. No por mí, claro.
Esa frustración la estoy sintiendo recién ahora, con el tiempo, en una ciudad que es tan grande que no deberian faltar talles para mí. ¡Fuck! Soy 46/48 de pantalones y XL en camisas o remeras de mujer. ¿Qué tan difícil puede ser?
Y lo es. Es difícil. Sigue siéndolo. Pero no me quejo, porque estoy y soy como elegí. No es que no pretenda mejorar mi calidad de vida. Ahora, esto es lo que hay. Y para lo que soy, que no es una bestialidad, pretendo lo que me prometieron: talles realistas. Algo que me indique que estoy en la vereda de la aceptación como un standard de cuerpo más: la mujer camión, la gringa grandota.

¿Será mucho pedir, también, que los ex gorditos y las gorditas potenciales se dejen de romper los huevos y empiecen a aceptarse a sí mismos? Defenestrarlos(nos) habla mucho peor de ellos como personas que del objeto del ataque o de la burla. Algo es seguro: Tan inteligentes no son, si han caído en esta trampa cazabobos que es la más básica que hay.

También estoy muy hastiada de la glorificación del dinero, pero eso quedará como tema para otro post. Suficiente agretez para un comienzo de semana. Sepan disculpar, pero una también es humana y se harta.

ACTUALIZACIÓN: Como los detonantes son casi los mismos, les invito a leer un excelente post de Calíope sobre algunos aspectos de la femineidad exacerbados, y cosas por el estilo.


28 comentarios:

Estrella dijo...

Tenés tanta razón, en otros países no es así.
Dice una amiga que a cierta edad, las mujeres tienen que elegir entre tener el uclo grande o la cara linda; o entre el culo flaco y la cara arrugadita y desmejorada.

Cassandra Cross dijo...

Estrella: Con todo respeto a su amiga a quien no conozco, ese es el tipo de generalizaciones absurdas que me tienen los ovarios al plato. A la postre, es como dice el refrán: "A los 20 años la gente tiene el rostro que le dieron sus padres, a los 40 el que les dio la vida y a los 60 el que se merecen" (No válido para quienes puedan pagar, claro... jeje. Aunque en este caso se trataría de una fantasía y no de un rostro real).
Si de elecciones se trata, el tiempo muchas veces elige por nosotros; una sólo puede ayudarse a tener la calidad de vida que quiere. Siempre me va a parecer inenarrablemente hermosa una persona que vive como quiere, porque eso se refleja en su cuerpo, su cara y su conversación. Independientemente de los kilos que se eche encima, y pese a las burlas de sus coetáneos.

Gracias por pasar :-)

Manuelita dijo...

Tu actitud, la mía y la de algunos otros que somos considerados hechos "fuera de programa", que vivimos y disfrutamos con un cuerpo que se viste solo porque tenemos "suerte" (y/o plata) de encontrar EL lugar que hace negocio con la supuesta diferencia vergonzante, es la más sana pero no la más habitual. Lamentablemente, es más común ver personas que atan su autoestima a los comentarios despectivos de desconocidos, y al hecho resignarse a vestirse con lo que pueden y no con lo que quieren.
Sin duda que, salud a salvo, hay muchas más cosas por las que preocuparse. O al menos, si uno quiere ocuparse de sus kilos que lo haga por propia voluntad y no por poner el espejo en los ojos de otros: uno es quien se mira, uno es quien se toca, uno es quien elige quien lo mira y quien lo toca.

Vontrier dijo...

Qué decir.
Estoy de acuerdo con todo. CON TODO lo que escribiste.
Pero vamos a recordar que todo lo que se sale de la norma siempre es para burlarse.
Ahí van los que se operaron la nariz, los que se implantan pelo, las que se ponen tetas o se sacan costillas para tener la cintura más fina.
No es la mejor época para vivir, esta que nos tocó.
Sería buenísimo que una de estas marcas que intentan decir que ser distinto está bueno, se lo comunicara a los que hacen ropa, cinturones de seguridad, asientos para avión, amiga mía.
Ya sabés, gracias a Dios, si uno es bien educado y tiene la capacidad suficiente para que no le importe el envase se vuelve casi "perfecto". (;P)
Y a la perfección hay que competirle con algo, viste?
Y la mejor forma de competir, últimamente, parece esa: reírse del otro, amparandose en uno mismo, o mejor, en el que uno era.
Empecemos la campaña Danny the O.
"Yo quiero ser hermoso por dentro. Por afuera soy puro encanto"

Besote, mi amiga.
V.

Pablo (yo) dijo...

Excelente post, Cass.
Me resulta muy triste ver a gente hermosa con una imagen completamente distorsionada de sí mismos, por culpa de presiones de este tipo.
Saludos,
Pablo (yo)

Naty dijo...

Mi padre dice "Soy perfecto tal como soy, inclusive con este cinturón ecológico de mierda y la voladura de chapas que no me deja dormir". La tiene clara el don.

Aceptarse tal como uno es, por dentro y por fuera, parece el mayor desafio de los tiempos que corren.

Mona Loca dijo...

Qué tópico, Cassandrita!!!

Te cuento que por mi profesión me encuentro con esto casi a diario, y mi lucha pasa por separar una buena imagen de alta, flaca de ojos celestes, 90-60-90 y...JOVEN ( joven=18/27 años, y estoy siendo buena)

Cuando uno acepta que puede ser bello,verse bien o como lo quieras llamar, con su propio envase, resaltando las cosas buenas uqe tiene, todo se facilita mucho.

Pero es cierto que el mandato cultural ( que en una época fue uno y ahora es otro) pesa...

Cassandra Cross dijo...

Manuelita: Ah, qué maravilla contar con tu punto de vista. Siempre me completás intuitivamente... Pero qué querés que te diga: para mí, las preocupaciones que nos acosan (no aquellas que tenemos por simplemente "ser"; hablo de las que nos complican la vida) son hijas de la mirada ajena. Siempre.

Von: Gracias... sabía que te iba a interesar el tema :-). Como anda diciendo por ahí DL (y el publicista de Stella Artois... ahora me entra la duda de si son la misma persona), la perfección tiene su precio. El tema pasa por qué es perfección para cada uno, y eso siempre va ligado a los objetivos de vida mínimos que se tienen. Personalmente me frustraría más morirme habiendo sido una perfecta inútil que viejita y hecha mierda de tanto vivirla. E' así.
¿Abrimos la campaña Dany the O? Seguro convocamos bastante con eso. Gracias por la idea... ahora corramos a registrarla!

Pablo(yo): Conocí tanta gente así. En ellos pienso cuando me surgen brnnquitas de éstas; por suerte, a la fecha más de uno lo sobrelleva con tanta gracia e indiferencia para con el status quo, que da gusto verlos y escucharlos.

Naty: Si él se gusta, adelante. Para mí lo único imperdonable es la falta de higiene, qué quiere que le diga. Y me parece que el mayor desafío es lidiar con la imbecilidad ajena, que no es sino la madre de este y otros borregos.

Mona Loca: Qué gusto que le guste. Y pocos más indicados para ilustrar el tema que usted. Si vivir acatando el mandato cultural o la mirada ajena te hace feliz, vaya y pase... pero si te genera un mínimo nivel de stress, amargura o conflicto, ya está archijustificado pegarle una patada y mandarlo a volar. ¿Qué felicidad puede haber en la insatisfacción permanente, más cuando empieza a contaminar de prejuicio la visión que tenés del otro? Satisfacción momentánea, nomás; auténtica belleza y felicidad vienen por otro lado.

Gracias a todos por pasar!

Ana dijo...

Buenas, Cass. Sabés que una noche me encontraba yo pontificando sobre el tema de tu post y dije algo así como que ya en cualquier momento todos se iban a hastiar de tanto culo y tanta teta y un amigo mío, harto inteligente él, me sorprendió con su sencilla respuesta: "no". Y no lo decía por "la sociedad en su conjunto", sino por él, que jamás se iba a cansar de tanto culo y tanta teta en los carteles, las tapas de las revistas, la tele, etc. Yo tuve mi época de gordita y lo pasé fatal no tanto por los kilos en sí sino porque me había convencido de que nadie me miraría con mejantes caderas, y lo logré: nadie me miró. Me gustaría enterarme de cómo llegó esto a ser así y cómo es que es tan fuerte en este país, porque en otros países, por más revistas, por más cable con programas como fashion emergency y extreme makeover, estas boludeces no pegan tanto en la vida cotidiana como acá. Está bien que te hartes, pa mí, el hartazgo moviliza al mundo, sino ¿qué cosa?

Unknown dijo...

debate aparte, debo destacar que el juego de palabras (¿involuntario?):

"gordura, así de grasa como suena"

me causó gracia.

decir "en otros países no pasa" es medio general. Yo te digo que acá en barcelona no he visto ninguna tienda (grande) de ropa que no tenga talles especiales. las tiendas chicas algunas tienen, otras no.
Y hay muchísimos menos dedos índice señalando gente, lo cuál está muy bueno.

Beso, Cass.

Lucas.

Cassandra Cross dijo...

Ana querida: Pedirle al macho argento que se hastíe de las tetas y los culos es ladrarle a la luna. Lamento hayas pasado esa etapa, pero al menos no desarrollaste el dañino mecanismo de perpetuación del status quo, que es en definitiva de lo que me harté hace tiempo. ¿Cómo se llega a estar así? Es un mal de la gente que tiene necesidades básicas (muy) satisfechas, me temo; el que verdaderamente tiene un objetivo y ocupación en la vida, el que la pelea a diario, no está pendiente de boludeces como esta. Si puedo lograr que una sola persona cambie su manera de pensar, tanto hartazgo habrá valido la pena.

Lucas: Ay! y yo sin peinarme... ejem... sí, me había dado cuenta del juego de palabras, creo que queda como el culo pero (como suele pasarme) escribo y no corrijo, así que ... quedó. Si le hizo gracia esa perlita en medio de tanto tema serio, al menos le cumplí en un mínimo porcentaje con todo lo que me hacés reír y disfrutar en tu blog.
Yo no digo que en otros países no pase, realmente me acoto a esta realidad espacio temporal, que es la que vivo. Seguramente en otros lugares tienen un poco más asumido el tema y es más importante el consumo en sí (que compres) que la imagen personal.
Es buenísimo que haya menos dedos índice señalando gente, para mí el debate crítico debería ser ley y el prejuicio abolido por cansancio; cuando señalás a alguien, ese alguien tiene que poder tener las armas para responderte y generar algo positivo. La burla, la ejemplificación tendenciosa y prejuiciosa no sirven para nada. Uy, me fui al carajo... lo espanté? Vuelva! Vuelva!!

De verdad, gracias a todos por pasar y dejar sus aportes.

Anónimo dijo...

Cassandra, el tema de la gordura y la delgadez es cultural y generacional, además de ser un gran negocio.
Sin ir más lejos, hace un par de siglos, ser "gordo", blanco como un papel y cachetón era señal de estatus social, de que uno comía todos los días. El prototipo de hoy (delgado, bronceado, aburrido) habría encajado en esas sociedades como algo parecido a un esclavo hambriento, raquítico y que trabajaba todo el día al rayo del sol.
Al fin y al cabo, los slogans de ciertas publicidades tienen razón: la vida es como te la tomes.
Obvio que sin olvidarnos de cuidar la salud, hay cosas que son mucho más importantes que el peso de nuestro cuerpo. Y eso creo, por lo que escribís, que lo tenés más que claro.
Besos con calorías (te los mando comiendo un bon-o-bon que me acaban de regalar por la semana de la dulzura).

El Profe dijo...

Parece tan simple decir "Quererse tal cual uno es" cuando constantemente las publicidades te atacan con esa "belleza prejuiciosdamente arbitraria" y los emporios de la moda de ofrecen ropa de talles extra S que no entran ni en el cuerpito de una niña. Que nefasto el movimiento superficial de la moda de hoy.
Hay que mirarse todas las mañanas al espejo y tirarse un besote, al fin y al cabo esos somos :D.

Coincido con lo que escribiste, me gusto el post.

¡Un abrazote!

Anónimo dijo...

Casssssita! gracias por habilitarme, che, siempre paso por acá y a veces me dan ganas de decir alguna cosita. Ahora no me quedo mas con las ganas!

Coincido con vos y con V. No hay ningún mérito en pertenecer a algo tan banal, y tan hiriente muchas veces. Yo solo quiero pertenecer al grupo de los que son felices, gordos o flacos. Aceptarse a uno mismo puede llevar tiempo y costar mucho, pero vale la pena al final.

Saludos Cass!

Cassandra Cross dijo...

Lucy in the sky: Si vamos al caso, no me joderían tanto los slogans y propagandas si no fuera por lo subvertidos que están, en el peor de los sentidos. Si la gente se tomara las cosas realmente más "light", creo que no necesitarían a nadie que les tuviera que decir eso todo el tiempo. El tema es lo pendiente que se está de la mirada del otro. Y no de un "otro referencial", sino ya de "cualquier otro"; incluso si ese otro es un perfecto desconocido, un perfecto cretino, una persona a la que no le importás un carajo, seas como seas... o una publicidad en televisión!! Brindemos con bombones de licor, y al catzo todo! :-D

Profe: Le cuento un secreto... me llevo mal con los espejos. Ni siquiera me miro de reojito en las vidrieras cuando voy por la calle y los ascensores revestidos de espejos me ponen muy nerviosa. Mi reflejo no me espanta, pero me acuerdo del mito de Narciso y me dan chuchos. Gracias totales por su visita!

Rubiaa: Qué tema, eh. Hasta ahora la única forma de ser feliz que conozco es no compararme con nadie. De ahí a la envidia o el conformismo hay tan poquito trecho, que preferible ni arriesgarse.

Gracias a todos por pasar y aguantar mis refunfuños!

tiacosas dijo...

Aquí llegué entre gallos y medianoches! (o era al vesre?). Creo que casi todos dijeron lo que yo también pienso, y evidentemente debemos ser de idem contextura, por lo que leí, por lo cual he "sufrido" la recorrida por los locales y que todos digan "aayy, noo, talle para vos no tengo", mirándote como si fueras un extraterrestre. Lo que creo que no han mencionado es el ATROZ papel de los medios (cuándo no) en la imagen de la delgadez como primordial. Es decir, todos hemos visto a tres flacas (esqueléticas) vestidas de verde en un living verde con floreros verdes y sillones verdes, diciendo que "aaayy no puedo comer postre!". Flaca, si no comés postre es porque sos una conflictuada del or** y seguro que además, histérica. Pero no, es el ejemplo de dieta. Dieta de qué, me pregunto. Y es inevitable que eso penetre en las mentes más incautas, convenciéndolas que hasta desaparecer, no van a ser lo suficientemente flacas. Siempre dije que hay que salir a matar publicistas de yogurt light.

Un abrazo, señora que sueña!

Capitan de su calle dijo...

Es cierto.
Esto, por otra parte, nos lleva a conceptos sociales que son un asco. La belleza de una persona esta determinada por lo que pesa. Eso es estupido, ridiculo. Y me refiero a la belleza fisica eh? No del interior ni nada. Una mina esta "buena" si pesa 48 kilos. Sino no.

Bueno, si me permiten, yo a una chica de ese peso, la invito a comer un guisito. Mas que eso no me pidas.
Todo bien con las modas, pero sin curvas a mi no me vengas con belleza.
La gente se lleva por la vida con mayor o menos altura.
No me voy a poner procelitista de esta causa ni nada de eso pero te digo...segun gusto personal, me quedo con Alessandra Rampolla.
Y te la cambio por unas cuantas modelos.

Anónimo dijo...

Uh tiacosas!, sabés que eso de los talles es un tema, las vendedoras de mi barrio evolucionaron (porque les habrán dado con un caño) del "talle para vos no tengo" al "para vos...pero claro que hay!" y obvio, no hay.
No sé que es peor, que te miren como extraterrestre o que te mientan, yo no quiero ninguno de los dos.

El MeLLi dijo...

El post es muy bueno y coincido con casi todo lo que dice. Por suerte siempre pude comer a diesta y siniestra sin engordar asi que jamás tuve que preocuparme por ese tema.

Pero como dice Vontrier por allá arriba, todo lo que se aleje de la norma es motivo de burla, y no solo la gordura.

Cassandra Cross dijo...

Tiacosas: Bienvenida! Sí, a los medios le dimos su cuotita de atención, pero yo soy de las que se culpan (y mucho) por las cosas que me hago a mí misma o me dejo hacer, así que... a llorar a Luján. Si cada quien es lo suficientemente hueco como para darle pelota a esas publicidades de mierda, se merece la autoestima de mierda que tiene.
Dijiste las palabras mágicas: "salir a matar", lo cual me lleva a recomendarte el blog Malas Ondas, que tengo ahí a la izquierda linkeado. Lo vas a disfrutar, creeme.

Pablo: si te fijás, hay muuuuchos tipos diciendo lo mismo que vos "ay, pero esta es muy flaquita", o "me gustan las mujeres con curvas", para después salir corriendo horrorizados si la chica que conocieron por MSN es más parecida a Alessandra que a Evangelina Anderson. No me molesta que existan hombres capaces de restar mérito a una persona por su físico, porque como nunca falta un roto para un descosido, posiblemente encuentren lo que buscan; después, a aguantarse. Simplemente me parece triste que no haya más amplitud de cabeza a la hora de hablar en genérico. Cuando el genérico refiere a una minoría selecta, el auténtico genérico (la mayoría excluída) sufre. Y no me parece justo.

Rubiaa: Totalmente de acuerdo. Por eso yo ya encaro (siempre sonriente) con el talle directo. "Si no tenés esto, no me hagas perder el tiempo. Ah, disculpame... dónde tengo que dejar asentado que no hay talles para mí?" Bueno, un par de veces funcionó... pero desarrollaron otra técnica: "Había de tu talle, pero se acabaron". Ajá. Y si tienen tanta demanda, por qué siguen trayendo tantos talles chicos?? Si siempre sobran! Psss, encima hacen malos negocios.

Melli: Gracias por pasar :-) Yo tiendo a engordar, pero cualquiera que coma lo que yo y no haga todo el ejercicio que debe va a tener el mismo problema. Ahora, tené en cuenta que sos muy chico todavía. A menos que los genes te acompañen, no te confíes :P. La pregunta del millón es: ¿Ye preocuparía el tema, si no tuvieras esa suerte?

Gracias por dejar sus comentarios! :P

Anónimo dijo...

Coincido 100% con Cass, los hombres que dicen gustarles las curvas, salen rajando cuando la mina que conocieron por msn no es una modelo. A mi me pasó, todas lo padecimos en algún momento, sea o no por internet.
Mas amplitud de cabeza, como dice la dueña del boliche! Hay mil cosas mas importante que eso!

Cassandra Cross dijo...

Nobleza obliga (y otros coincidirán conmigo): Rubiaa es una mujer más que bonita y me parece incomprensible que alguien quisiera salir corriendo a primera vista.¡Una prueba más de que el mundo está loco, loco, loco!
(Menciono "internet" porque es un ejemplo paradigmático de generador de citas a ciegas actual, pero podría dar bastantes más ejemplos).

Demian dijo...

yo veo lo mismo en la gente que coge

Cassandra Cross dijo...

Dem: Lo mismo... qué? El mismo nivel de prejuicio, la misma cantidad de gorditos...? :-P (Creep...tico)

Demian dijo...

El mismo nivel de prejuicio

Cassandra Cross dijo...

En efecto. Eso pensé :-)

Calio dijo...

Recién tengo tiempo de leer apropiadamente sus palabras y debo coincidir.
Es más, recuerdo que a los 15 años llegué a un límite peligroso en mis "dietas"; claro, años después me doy cuenta que estaba en el límite de la anorexia y yo como si nada porque al fin era flaca.
Y no era gorda, nunca lo fui. Llegué a pesar (orgullosamente en ese tiempo) 43 kilos, y mido 1,60. Ahora cuando veo fotos de esa epoca me asusto de lo delgada que era. Lo peor es que yo jamás me sentí ni linda ni flaca, seguía viendome gorda.
Cosas ASI DE INCONSCIENTES pasan todo por un estúpido "ideal" de belleza. Y después se llenan la boca hablando de salud...

Muchísimas gracias por su recomendación, viniendo de ud es un honor.

besos

Cassandra Cross dijo...

Calíope: Bievenida! Creo que la última vez que pesé 43 kilos tenía once años. Así que imagínese si me iba a acomplejar con mi metro sesenta y cinco con sesenta kilos, en una adolescencia donde lo único que me importaba era pasarla bien y divertirme.
En los últimos años, he estado varias veces entre dos y cuatro kilos cerca de pesar lo que dice "la tablita" que es mi peso ideal, y nunca llego porque se me empiezan a saltar los huesos. Así que opto por tener el peso que me permite seguir haciendo cosas, mientras haya salút...

Besos y gracias por pasar!