... Tienen que ver con el desarraigo, con ese desprendimiento (material y real, a la vez que espiritual) y se producen en las capas más profundas de nuestro ser.
Nos movilizan, de alguna manera los sentimos por pequeños que sean. Algunos hasta llegan a doler, con tanta fuerza que uno siente que fuera a morirse, a romperse.
Seguimos adelante, aunque a veces de tanto desarraigo y tanta pérdida volvemos la mirada atrás, esbozando un "y si...?"
Pero no hay alternativa que valga, el camino sigue y sigue (dijo el gran JRR) y nos lleva aunque no nos demos cuenta.
Apenas es cuestión de tiempo, que todo lo cura.
Ahora, me pregunto... ¿no se podrá dejar aunque sea por un momento, la mochila de los recuerdos al lado del camino? la mía suele pesar tanto... y mis movimientos sísmicos ya tienen características de hecatombe.
Será posible que todo me conmueva???
Y por qué, a pesar de todo, existe gente que me considera fría???
Hay una extraña dentro de mí
Un ángel o una bruja. Depende del día.
Hay una fiesta o un duelo
Un baile o un entierro.
Andá a saber!
Sólo sé que de a ratos
Mi cabeza y mi corazón se abren como flores,
Como si pudieran abarcar el mundo entero...
Y la dejan salir...
... y empieza la locura.
(Encontrado en un cuaderno. Septiembre de 2001, La Plata)
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