viernes, enero 05, 2007

Cuánto más faltará...

Ayer comenzó la segunda parte. La adaptación primaria está casi hecha. Voy acostumbrándome a los sonidos, al resplandor matinal en la ventana, al rincón donde confiné mi cama sin mucho criterio fengshuístico, a las cajas apiladas que cada vez son menos.

Pero hoy al despertar había, además, sillas desparramadas, restos de comida y algunas botellas vacías. Una cierta molestia en la cabeza. Olor a jabón de almendras. CD's desparramados. Y si bien todavía no se siente "hogar", ya es más "hogar" que ayer. Y es algo.


(Mención especial a mis ganas de cambiar de vida urgente... Pero es un comienzo)

4 comentarios:

Nene Tonto dijo...

y bueno, por algún lado se empieza Agustini! que sea un cambio boniiiito. Si se la puede ayudar se la ayudará doña!
un abrazo enooooorme
polito

gerund dijo...

vamos, Cass, que todo va para adelante, y va bien encaminado. ya va a ver cómo le toma el gustito al barrio... (ya va a ver lo que son las facturas de av de mayo, el cafecito en el billares y tener todo, absolutamente todo, cerquita).

gracias por la mención ;)

besote

Fender dijo...

Mi mamá tiene un bordado de mi abuela, en alemán, que tenía algo que ver con todo esto, pero me lo olvidé qué decia.

Ya no tengo paciencia para definir las cosas, las palabras empiezan a fallarme en algún punto.
Tampoco sé si a estas cuatro paredes blancas, algún día podré definirlas como "hogar".
Me parece que para eso, primero, tengo que resolver ciertas cuestiones que nada tienen que ver con ladrillos y pintura.

Signaturio dijo...

Pobre signaturio, pobre, pobre, mil veces pobre.

Cassandra, celebro tu intervención. Fue un lindo gesto.

Lamento el malentendido.


Saludos desde el banquillo.