lunes, julio 12, 2010
Enfolding
sábado, julio 03, 2010
Kate Beaton, o la historia hecha comics



Sin palabras ^_^
viernes, junio 25, 2010
Colores verdaderos
El pensamiento crítico se consigue a fuerza de muchos errores, o por la confirmación de la certeza de una intuición en base a la experiencia, el estudio, la curiosidad. Pensar por uno mismo es una pelea diaria en un mundo cada vez más polarizado en debates tramposos, jalonado por el sostenimiento de un status quo dañino que interesa y favorece a unos pocos.
Muchas veces mis padres, mis hermanos o mis mejores amigos y amigas no entendieron mis razones para tomar una determinada actitud o se sorprendieron cuando revelé pensamientos que intuía conocidos por todos ellos. "Nunca imaginé que pensaras así" me dijeron sus labios o sus expresiones. Pero el cariño y la confianza siguieron allí. No puedo imaginar una suerte más grande: un voto de confianza, aún dado con miedo o recelo, es un capital inmenso. Es una red de seguridad con la que no contabas y que se te revela en el momento justo, el de la incertidumbre: mirando hacia abajo, cuando no estás totalmente confiado de cómo va a salir la pirueta.
jueves, junio 24, 2010
Efemérides
miércoles, junio 09, 2010
Retrospective: So beautiful, so powerful


lunes, junio 07, 2010
Sietedejunio
miércoles, mayo 26, 2010
Ama de Cass-a
Tareas idealmente diarias:
- Pasar la escoba. 15 a 30 minutos, dependiendo de la superficie total.
- Lavar platos, adminículos de cocina, etc. después de cocinar y/o comer. 20 minutos.
Tareas semanales:
- Lavar a mano repasadores y delantales. Sí, en casa se cocina prácticamente todos los días, así que esta tarea hay que hacerla entre 1 y 2 veces por semana. 15 minutos, más la espera del remojo.
- Pasar un trapo por todos los muebles. Se recomienda día por medio, espaciando en invierno (cuando las ventanas están cerradas y no entra tanto polvo) y dependiendo de lo concentrado del tránsito en la zona de residencia o lo mucho que corra el aire. 20 a 40 minutos.
- Trapear el piso. Entiéndase por esto: pasada de trapo mojado con energía, enjuagado y escurrido del trapo y nueva pasada para secar. Dependiendo de la superficie total y del grado de mugre, entre 30 y 70 minutos.
- Limpiar el baño. Comenzando por los azulejos y terminando en los adminículos sanitarios (lavatorio, bidet, inodoro), con una repasada final al piso más "detalles": agacharse con un trapito y escarbar en los rincones buscando pelusas o mugre acumulada. No menos de una hora.
- Limpiar la cocina. En nuestra casa esta tarea se lleva adelante al menos dos veces por semana, ya que cocinamos mucho. Hay que tener en cuenta, también, que "limpiar la cocina" implica no sólo desengrasar el adminículo que da nombre al corazón de la casa, sino también los azulejos, sectores aledaños, estantes y lavaplatos (si los hubiere) y el piso. 40 minutos a 1 hora.
Tareas eventuales (dos veces por mes o más espaciadas)
- Eliminar las telarañas de los rincones con plumero o cepillo esquinero. 10 minutos.
- Limpieza de PC y teclados con CIF en crema, hisopo y paño absorbente. 30 minutos por PC.
- Limpieza de vidrios ventaneros y marcos de ventanas/puertas. 1 hora en total.
- Descongelado y limpieza de heladera, 1 hora.
- Limpieza y orden de alacenas, 20 minutos.
Recuerdo que cuando era chica en mi casa se hacía la famosa "compra del mes"; luego de esto, sólo se volvía ocasionalmente al supermercado, o mejor: salías del paso en el almacén de la esquina. Hoy por hoy no conozco gente que haga "compra del mes", quizá porque no tengo referencia de auténticos familiones o porque al cambiar los hábitos de consumo (más los precios) se volvió costumbre una suerte de "compra semanal" con escapadas ocasionales al supermercado chino, ya que los almacenes han ido desapareciendo y es raro que uno vaya al lugar donde le cobran más caro; salir del paso no vale tanta diferencia de precios, al menos para mí.
Como ayer, que festejé el Bicentenario dando vuelta el depto y dejándolo prolijito para arrancar la mini-semana.
*Calculado en base a dedicación absoluta a la tarea, sin dispersiones ni paradas a tomar el mate. Bueno, un mate sí, si tenés quién lo cebe. Cuack.
domingo, mayo 16, 2010
sábado, mayo 15, 2010
Rollercoaster-ing
Raspo la suciedad de las cacerolas y de los platos y de a poco siento que me quito mi propia costra de frustración. Siento la limpieza del wok con los dedos mientras mi alma se libera del peso que la agobia. De repente, todos los problemas del día y algún que otro berrinche se vuelven insignificantes, tan pequeñitos que me provocan una sonrisa. No somos las estrellas más brillantes del Universo, pero estamos cerca en las promesas de un día como el de hoy.
Y así seguiremos el eterno camino en la búsqueda del equilibrio.
martes, mayo 11, 2010
Sangrar conmigo
Subo al colectivo y mato los minutos leyendo "El eternauta".
Estoy contenta porque hace un par de días no siento ese mareo molesto culpa de las cervicales (que no duelen pero joden igual) y entonces suena el teléfono y tengo que salir porque el corazón me late fuerte y se me llena el cuello de manchas rojas como siempre que estoy nerviosa o excitada.
Las lágrimas encuentran el camino; yo ya no veo nada. Otra vez ella: recurrencia número uno, causa primera de muerte. Recuerdo sin que venga a cuento el frío de ayer en la nuca cuando no había una sola coladera de aire y la vieja sensación de que la parca me stalkea justo cuando menos pienso en ella. El segundo recuerdo es feliz y huele a tripa cruda, a carbón y a pasto cortado, a agua con cloro y sol en los frutales.
En el presente soy yo en medio del pasillo gigante de una fábrica cuadrada donde por suerte nadie está circulando. Soy yo y la cara deformada por el llanto que mis manos secan furiosas mientras camino de regreso a mi puesto de trabajo.
Suena de fondo Julieta Venegas y lo único que puedo escuchar es el estribillo que se repite deforme "di-me-si... quisieras sangrar conmigo ooo, oooooohhh, cuéntame si quisieras sangrar conmigooo".
Quisieras. Sangrar. Conmigo.
Sangrar. Sangrar. Sangrar conmigo.
Ojos claros al cielo, apagados para siempre.
Morir sangrando, morir matando.
lunes, mayo 10, 2010
Aguante
Podría decirles que estoy en un buen momento, pero sabemos que la vida es buenos momentos hilvanados. Los malos son el hilo que sustenta la trama. Lo que nos queda es la belleza, la felicidad, la pureza, el alivio. La borra tira y se remueve en el fondo, no se los voy a negar. Si somos sabios (o aspiramos a serlo) es imposible ignorar la trama o soslayarla, hacerla a un lado o ningunearla. Creo que deberíamos concentrarnos en la pura felicidad, el destilado esencial de la vida, que es lo que nos saca a flote cuando pesan los pies y el alma.
Podría decirles que estoy escribiendo, que tengo entre las manos un tesoro y en el alma una ansiedad de esas que me explota cuando el corazón llegó al rojo total.
Podría contarles que tengo una puta salud de hierro pese a los achaques, que no me agito al caminar o al correr, que siento la luz en cada poro del cuerpo y que no me interesan las comparaciones pasado-presente-futuro, ni siquiera me comparo a mí misma con otras bestias que andan por allí germinando todavía, y que tanto me inspiran. Me limito a disfrutarme. Me asombro de mí misma, gozo de lo que tengo.
Podría decirles que no paro de leer ni de tocar la guitarra. Que cada hora de mi vida es música o letras y que mientras más revuelvo más sale. Memorias del pasado, palabras que había relegado a fuerza de no usarlas, arpegios y acordes.
Si pudiera decirles todo esto, llegaría tarde con las noticias.
Es que la felicidad no vende. Inspira este post sonso, promesa de alguno que, algún día, volverá a valer la pena. Todo lo demás espero cuaje en frutos que valgan la pena.
Sepan que si pudiese tenerlos a todos acá ahora la megarave de Zion sería un poroto (además de una pedorrísima escena en una película zafable).
Y eso nomás.
Aguante.
Citas de la semana:
La felicidad está en el quesoCalíope - Estatua de Sal
Si una persona tiene los deberes de cualquier ciudadano, por ejemplo pagar impuestos o respetar la ley, pero no tiene los derechos, por ejemplo, casarse con quien quiera, pues esa persona se convierte en un ciudadano de segunda. Y en un estado de derecho, no debería haber ciudadanos de segunda.
domingo, mayo 02, 2010
Cosas que (me) importan
Importa la huella que germina. Importan la muerte y los cambios fundacionales. Importa el amor de esos pocos, cercanos, íntimos. Importa el presente inmediato.
Importa comer, beber, dormir. Importa brindarle algo a alguien, chiquito o grande. Importa el presente por acción (no por omisión).
Importan la convicción y la conciencia, la humildad y la capacidad de amar, de perdonar. Importan la salud física y espiritual. Importa el impulso creador.
Importa lo que hacés ahora, en el presente continuo que se estira para los demás.
Lo que importa, lo que verdaderamente importa, es vivir y dejar vivir. Es contribuir a la vida y al balance. Importa servir para algo. ¿Te acordás de las máximas del silencio? Me gusta pensar que algo aprendí a fuerza de meditarlas.
Aquellas lágrimas, aquel amor, aquel error, esa caricia furtiva, tu trauma más profundo, los miedos que te inhabilitan, toda esa destrucción, el rencor y el veneno ajeno puesto en la sangre son agua que corre en el río de la vida.
Lo pasado, pasó.
Lo presente, pasará.
Lo pasado, pasó.
Cita de la semana:
"La felicidad fundada en la desgracia ajena es engañosa y voluble; dura lo que tarda la retribución en alcanzarte. Pensá dos veces antes de alegrarte de las desdichas de otros."
martes, abril 20, 2010
The end is the beginning is the end.
Los desaforaditos de siempre, los que se compraron todas las leyendas urbanas sobre que la coima que pidió Uruguay era más chica y que por eso, sólo por eso la pastera no se instaló de nuestro lado (como si no hubiéramos ido a activar contra la pastera si eso sucedía), sobre que los gualeguaychenses somos todos una manga de piqueteros gorilas y fascistas; esos que no sólo no se molestaron en escuchar jamás la otra campana sino que en su putísima vida se interesaron por cuestiones ambientales (pero que a la hora de hablar del derecho constitucional a circular por las rutas se para del mismo lado que usualmente critica) no tardaron en inflamarme la paciencia.
Me tomé la tarde libre y escuché buena música, escribí un poco, dejé este post para el final del día, sabiendo que ahora me importa un poco menos la imbecilidad ajena y que jamás hay que dejar de pensar en todo lo que sale como lo esperamos, o como no queremos que salga. Da igual. Mejor no parar de pensar. Pero pensar con la cabeza fría ayuda mucho.
Parte de mi sabático de martes incluyó una visita a otra gualeguaychuense. Mate, facturas, conversación de la linda, de la frívola y de la seria. Me gusta tener perspectivas distintas que sean, para variar, tolerantes y discutibles. Que no incluyan la automática descalificación de otros. y que impliquen información real, no mitos. Me gusta darme cuenta que hace tiempo dejé de ser "la sacadita" y que de a poco voy deshaciéndome de los sacaditos de mi entorno cercano y/o lejano. Necesito la paz que me negaron y me niegan los intolerantes de la vida misma, TN o 678, Palermo o Riquelme, Pando o D'Elía. Siempre busqué entender, no me arrepiento de ser diplomática. Pero hay cuestiones que son a todo o nada.
Lo demás es puro ruido.
En síntesis, pese a todo mi respeto por la actividad desarrollada por los asambleístas y el pueblo de Gualeguaychú, acompañándolos en acciones cuando me es posible, y en pensamientos siempre, soy consciente de que el fallo del tribunal de La Haya abre un nuevo episodio en el affaire Botnia/Pasteras-por-venir; se hace imprescindible una acción civil colectiva que suspenda los cortes (ineficaces desde hace un tiempo y contraproducentes en tanto alejan la protesta del interés público) y que se dedique, de ahora en más, a fogonear a ambos gobiernos para que juntos implementen una fiscalización activa y conjunta de este tipo de empresas. No importa que el daño sea a futuro o que se hable de una contaminación "no comprobable" o "potencial". ¿Por qué, si son tan inocuas, vienen las industrias sucias del hemisferio superdesarrollado a instalarse aquí, en un país pequeño del culo del mundo? Un país que en menos de un lustro ni siquiera tendrá dónde o cómo generar la materia prima de que estas industrias se nutren. ¿Son imbéciles los gobiernos? ¿Son inamovibles "las cosas como son", el status quo que nos condena a aguantar en función de la inversión prometida, pan para hoy y hambre para mañana?
Y nosotros, los argentinos, ¿recién descubrimos que el agua moja? Sí, sabíamos del Riachuelo, de Papel Prensa, de La Alumbrera. ¿Tuvieron que volverse pesados, repetitivos y molestos los ciudadanos de Gualeguaychú para que el tema pasara a la agenda y se saliera del Susanitismo?
"No es para tanto, otros están peor."
Yo pienso en los que ya están peor, cada día de mi vida. Vi brotar a los nuevos pobres cuando en mi casa había poco para comer y nos tambaleábamos en una línea incierta. Vi la desidia de mis gobiernos regionales abandonar al primer río que conocí. Esto no me impide, también, pensar en los que van a estar peor. ¿Saben qué? El "te lo dije" a futuro no me sirve, no me llena, no me cierra. No quiero tener razón sobre las ruinas.
Sencillamente quiero una salida. La exijo.
Es tiempo de reunirse a conversar, de dejar de gritarnos y de chicanearnos y de darnos las cabezas unos contra otros como animales. Es tiempo de acción.
Lo demás es puro ruido.
miércoles, abril 07, 2010
Homecoming

Ahora, otro abril. Vuelve mi aliado, el frío. Quiero caminar a la Rural con el viento pinchándome la cara, ida y vuelta. Quiero pasteles de carne agridulces y el locro del 25 de mayo con mis hermanos. Estoy en casa, porque estoy conmigo misma. Estoy con él, sola-acompañada.
La dieta, nena. El médico. El gimnasio. Los pendientes, los pendientes de hace mil años para cuándo. Sonrío. Estoy borracha, loca de alegría. Miro fotos ajenas y me alegro de las caras de felicidad que, a diferencia de la mía, no cambiaron casi nada. Miro bebés que ya crecieron, lazos cortados. Miro el mar y la ruta y las montañas. Miro el campo. Toco la piel de los que ya no están, piso la casa de mis abuelos, cerrada para mí desde hace quince años o más.
Abrazo la guitarra y rasgo las cuerdas. ¡Esta explosión de notas en el pecho!... Me mata. Abro la boca para cantar; yo tenía una voz linda. Ahora es una voz hermosa. ¿Cuándo nació esta voz? ¿En qué momento volvieron la música, las palabras? ¿En serio sueno así?
No. No quiero tenerlo todo junto. Cuerpo, me vas a tener que aguantar un poco más. Apenitas, hasta que de tanto repartirme quede, por fin, entera.
miércoles, marzo 31, 2010
Nada que enseñar. Todo por aprender.
Claro que la memoria no funciona de la misma manera en todos los momentos de la vida, en cada situación puntual... y ni hablemos del transcurso del tiempo, que lima y pule asperezas pero también acrecienta los "cucos".
Al final, uno siempre se queda solo. Fue bueno darme cuenta siendo aún muy chica, y es bueno recordármelo cada tanto. Nadie comete tantos errores como aquel que vive en función del qué dirán, de la expectativa ajena. Se puede ser inmensamente generoso en la propia soledad. Sólo el que sabe explorarse es capaz de compartirse.
Aprendí, antes de todo esto, que se puede ser coherente con uno mismo independientemente de los tiempos ajenos. Mi ritmo es personal, privado. Llegaré. ¿Cuándo, cuándo? Cuando deba llegar. No antes. Ni tarde.
Sigo aprendiendo. Por ejemplo, a equilibrarme y equilibrar un poquito lo que me rodea. A devolver cachetazos con besos, y puñaladas con buenos deseos. Ya no me dura nada la sensación de veneno en la sangre. (Hoy tuve una larga charla con la compañerita de trabajo, una de esas charlas en las que me vuelvo un Hulk cebado y gritón; a los cinco minutos, mi corazón estaba tan tranquilo como esta mañana al despertar).
Eso, también eso: aprendí a despertarme feliz cada día, aunque haya dolor o enfermedad. Y a luchar por que esa sensación perdure. Elijo con más cuidado, tengo la vida que quiero y construyo el futuro sin otra incertidumbre que la inevitable: ¿cuándo moriremos?.
Entendí que no tengo ninguna gracia y me amigué con mi lado más jocoso. Por razones que se me escapan, aprendí a desarrollar la capacidad de rodearme de gente mejor que yo. Y a ser aceptada, incluso amada por muchas de ellas. Me conformo con que me acepten como decidí ser: yo misma, colgada, irritable, sociópata y cariñosa, "aparato" y ser humano todo-en-uno. Ya no hago el esfuerzo de caer bien. El que venga buscando eso, llegó quince años tarde.
Fueron unos cuantos años de divagues y meandros en el trayecto, de escaladas imposibles y decepciones olvidables, pero el camino siempre estuvo allí. Y me llevó directo a la persona adecuada, esa con la que puedo estar sola en la mejor de las compañías. Me trajo a un lugar que no podía amar, pero al que me es imposible odiar. Me enseñó que siempre se puede empezar de nuevo y que a veces, el que creíamos el mejor Yo es en realidad el Enemigo mirándote con tu propia cara.
Aprendí a quererme. Aprendí a gustarme. Qué ironía: justo ahora, en pleno declive hormonal. En plena debacle física. Sin saber qué mierda va a pasar mañana con esta máquina infernal de pasarla bien que es mi cuerpo-alma. Con la frustración de no vivir (aún) en contacto a tiempo completo con la naturaleza; lejos de la tentación del fetiche libresco-artístico. Tal vez estoy logrando conciliar todo esto en una mélange que cristalizará cuando sea el momento, y por eso me doy mis tiempos, como puse más arriba. No soy un éxito, un trofeo, una persona-objeto. No quiero serlo. Quiero ser feliz. ¡Más!. Por eso estoy acá.
En fin, lo he pasado bárbaro estos treinta años.
Pienso seguir haciéndolo. Así que pónganse cómodos, porque la fiesta sigue.
lunes, marzo 01, 2010
Asquerosa alegría
Ah, y encima viene Quidam.
Escuchen mis gritos de alegría en la noche. La noche, con sus murciélagos, sus grillos y su rumor de urbe dormida, aúlla conmigo.
lunes, febrero 15, 2010
Feliz sólo cuando llueve
martes, febrero 02, 2010
Hace tiempo, en una galaxia muy lejana...
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lunes, febrero 01, 2010
De Summers y Tomasitos
"O es un ser humano malo, miserable y sin alma...o un robot".
"¿Ella nunca te traicionó? ¿Se aprovechó de tí en alguna manera? ¿Y te dijo desde el principio que no quería un novio?"
Los seres humanos, como ya dije tantas veces, estamos hechos para la esperanza.
martes, enero 26, 2010
Darkest dreaming of a saturday's child...
domingo, enero 24, 2010
Silencio
A la vez (oh, paradoja) debería ser la decisión más sencilla de tomar. Uno puede saltar del adentro hacia el afuera y dejar de pensar(se) automáticamente, si así lo desea. O tal vez no. Tal vez la trampa sea ese delicado engranaje enganchado a nuestra conciencia que sigue girando aún cuando creemos estar a salvo, de regreso al ruido y a las distracciones diarias.
La vida tiene una problemática muy sencilla, tan sencilla que es casi pava: o vivís o te morís.Estuve todos estos meses viendo por cuál de las dos me decidía. Y no fue fácil tomar la decisión porque cuando a uno le toca sufrir, quiere terminar con el dolor lo más rápido posible. Y en el dolor, uno es egoísta. Y además, el dolor nunca se puede compartir, ni siquiera acompañar. Entonces, uno está solo y dolido. Y está solo de verdad, como nunca antes. Y no le queda otra más que, en algún momento, decidir qué va a hacer.
domingo, enero 17, 2010
La Bohéme
martes, enero 05, 2010
Irritantes redescubrimientos veraniegos

- Amo los vestidos aunque me hagan lucir como un repollo incubando un embarazo. Vuelven a ser mis musts del verano.
- El carácter me cambia con el calor, aunque no quiera. Me vuelvo totalmente intratable e irritable, como un oso al que hubieran obligado a postergar la hibernación. No hay suficiente agua, no hay suficiente aire, y por sobre todas las cosas... sigue habiendo demasiada gente en Buenos Aires.
- No respondo de mí si alguien hace sentir mal a quienes quiero. Cuidado con este grizzly chinchudo, que hacen treintaytodosgradoscentígrados, y no soy yo cuando me enojo.
viernes, enero 01, 2010
Feliz 2010
En muchos sentidos, esta es la primera vez que formulo mi deseo a conciencia. Con total y absoluta conciencia de su extensión.
Cuando empecé a escribir en este blog llevaba una carga, en cierto sentido. Esa carga ya no la tengo. Me eché algunas otras después, pero ninguna como aquella. Hace cuatro o cinco años había perdido el Norte y me sentía agobiada, miserable. Extra culposa. Encaré un camino de redención equivocado, porque en su transcurso no me perdoné a mí misma. Ahora pienso si todos los deseos que tuve desde ese momento hasta un tiempo después no tuvieron algún tipo de efecto rebote, y el bien que quise hacer se transmutó en daño. De todas maneras ya no importa.
No importa porque desde hace tres años, poco más o menos (parece mentira, ¡tanto y tan poco!) pasó algo que trastocó mi manera de ver el mundo. Reafirmó certezas que tomaba por intuiciones y derrumbó un par de ilusiones que había tomado por ciertas. De los golpes de la realidad salí rehecha y más dispuesta que nunca a no dejarme vencer de nuevo. Y este diario dejó de ser lo que era.
Hay registro de todos los cambios entre líneas. Los que estuvieron y están, desde el antes-durante y ahora, tienen un poco más de datos para entender esos cambios. Para mí, los altos y bajos están muy claros. Algunos me avergüenzan, pero elijo no tocar ni una coma.
A cambio, lavo la cara del blog (ah, las mujeres siempre hacemos algo drástico con la estética cuando queremos comunicar insignificancias sin usar las palabras) y dejo libre el deseo, absolutamente libre, para que los encuentre a todos ustedes. Los que leen y los que no leen. Los que saben y los que ignoran. Los que prefieren creer que no escribo en blogs. Los que me encontraron y me encontrarán por accidente.
Lo que importa, siempre, va a estar muy dentro de mí. O sea, allá afuera.
Donde los encuentro, tarde o temprano, a ustedes. Mis otros. A quienes he elegido llamar con toda humildad y respeto, mis amigos de la vida.
Namasté.
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Update: Lucy in the Sky, desde su San Martín de los Andes, lo dice mejor que yo. Y le agradezco. Comparto el deseo de ella con todos ustedes.
lunes, diciembre 14, 2009
Hermosa locura
domingo, noviembre 29, 2009
Blogland / The merry-go-round of life
¿Qué será de mi blog? Mis blogs. Abandonadísimos en estos días, como el Reader, como Twitter, como Facebook. En mis horas libres leo y me ejercito. Todavía me debo muchas cosas, pero tienen que darse algunas otras a nivel laboral para que vuelva a disponer del tiempo necesario para materializarlas.
Soy propósito en movimiento y se siente bien. La sensación vuelve justo ahora que una foto en Facebook inesperadamente me recuerda cómo era yo cuando no tenía que preocuparme del día a día (vivir con los padres, en algún punto, te eterniza en eso: a mí me duró lo justo, dieciocho años). Cuando llegaba a casa a las nueve de la noche a tiempo para cenar en familia y pegar una leída al tema del examen del día siguiente en el colegio. En el medio: gimnasia, inglés, taller de teatro o letras, coro, carrozas, mate con las compañeras, escribir. ¿De dónde me viene esta energía? No sé. Alguna vez después de eso fui puro propósito.
Propósito en movimiento, sin tantas palabras, acción pura... simplemente, se siente bien.
Estoy tomando mate con talitas al lado de la persona que amo. Leemos. Escuchamos música y vemos películas y nos acompañamos en todos los sentidos. Ya pasaron más de tres años desde que nos advertimos el uno al otro y cayeron muchas barreras en el medio. Aún así sigo teniendo esa sensación abrumadora de que el tiempo vuela, que es demasiado poco y precioso, que nunca me va a alcanzar para todo. A veces la angustia me atenaza la garganta y estoy a punto de llorar por la frustración de no ser Dr Manhattan (omnipresente y con la capacidad intelectual, además, para llevar adelante todo de una sola vez).
Después, pasa. Como la tormenta allí afuera. Vuelvo a creer que somos eternos y que los males del mundo pueden vulnerabilizarnos, pero no dañarnos. Oh, neurosis. Puedo vivir sin todo esto, incluso podría vivir sin un techo sobre mi cabeza. Algo de mí se moriría con cualquiera de mis significant others si algo les pasara. Podría vivir también con eso. He sido un gebbet, una zombie, un cuerpo sin alma funcionando a cuerda, porque la única cura que conozco para mis dolores y preocupaciones es el movimiento.
Puedo volver a todo eso. Life's tricky.
Moverse. La vida es moverse.
¿Te acordás cuando empezamos a compartir películas y música?
And then, there was the beginning of our life's merry-go-round.
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Vuelvo al Reader. No quiero perderme el pequeño placer de leer lo que allí guardo. Ojalá los no pocos seres queridos que tengo instalados allí se den por enterados de que, pese a las ausencias virtuales y los pocos tiempos reales para encontrarnos, los tengo siempre presentes.
miércoles, noviembre 18, 2009
Un (raro) cortito
jueves, octubre 22, 2009
Tiempo
Hasta hoy, siempre encontré una excusa para relegar los míos. Mis sueños, mi vocación, mis ganas de hablar, mi lado oscuro, la disección calculada y concienzuda de mi mundo privado (ese que me habita, el que boya entre la fantasía y la vivencia).
Hasta hoy me fue más cómodo pensar que he sido víctima de determinadas circunstancias. Que cuestiones ajenas a mí misma me ataban o me limitaban. Después de un tiempo llegué a darme cuenta que la mayor limitación, si no la única, son toda la inseguridad y la frustración que arrastro desde que era muy, muy chica. Sólo que en mi época Ponyo llevaba esa carga como un farolito entre las manos y hoy me pesa como avalancha de nieve. No supe sacudirme esa mierda a tiempo, maldita falsa modestia.
Ser autoconsciente, emocionalmente inteligente, naturalmente talentosa y todas esas mierdas que vas aprendiendo a nombrar con los años es una limitación que nunca, jamás debería infravalorarse. Podría haber usado todo esto como un bastón y en lugar de eso, convertí mis talentos en una pala con la que, despacito y a conciencia, me cavé mi propia fosa. Y antes de tiempo, me acosté en el fondo a mirar el cielo y esperar algo que nunca iba a llegar.
Todo se resume a la maldita mirada externa que aprendí a usar conmigo misma para criticarme y que me pesa peor que si fuera ajena. Claro que hay mucha gente mejor que yo. Vivo, respiro, camino todos los días con gente mil veces mejor que yo. Los leo y escucho todo el tiempo. TODO el tiempo. Si hay algo que hice bien con mi vida y mi tiempo fue elegir a la poca gente que me acompañaría en este tramo del camino. Es sólo que ya no quiero vivir a la sombra de todo eso. Quiero sacarme de encima el agobio.
Hasta hoy todo me daba miedo. ¡A mí, que no le tengo miedo a nada! Todo me superaba: circunstancias, limitaciones, complejos. Todo. Todo. Y no se crean que no la peleo todavía. Sigo tan insegura, discutidora y autocrítica como siempre. Eso no va a cambiar. Hasta hoy estaba convencida de que la vara con la que me mido no era lo suficientemente rigurosa. Entonces vino él, como siempre, a darme vuelta la existencia. Con menos de diez palabras puso en perspectiva los tres años de conversaciones y de reflexiones que venimos compartiendo.
En definitiva, ¿por qué "hasta hoy"?
Porque llegué a un punto en el que no me banco más el autoboicot (fuck Stamateas que me plagiaste el inconsciente), ese autoboicot sistemático - decía - de mis oportunidades y mis sueños. Entonces estoy decidiendo, en las corridas del día a día, plantarme de una vez por todas frente a mis temores y mis inseguridades
De una vez por todas me convenzo de que estoy lista, que ya esperé bastante, que ya tuve changüí para la excusa y que teniendo las oportunidades que tengo ahora no puedo dejar pasar un día más, un año más, una década más.
¿Dije "voy a plantarme"?
Qué alivio darme cuenta* de que el Tiempo es mío y sólo mío.
domingo, octubre 18, 2009
Contra la desesperanza II

(Fuente: PostSecret)
Este tipo de "pelotudeces", amigos míos (y no tanto), preservan algo de mi fe en la humanidad.
sábado, octubre 17, 2009
Decir por decir
jueves, septiembre 24, 2009
Un poco (más) de autocrítica
- La que se enrosca con una pelotudez soy yo.
- La que da segundas oportunidades a gente que puede traicionar, soy yo.
- La que da cabida a la mala leche ajena escudándose en un exacerbado sentido de la tolerancia, soy yo.
- La que perdona, perdona y vuelve a perdonar soy yo.
- La que no puede dormir cuando un ser querido tiene problemas soy yo.
- La que tratando de hacer las cosas bien la embarra con una mala decisión, soy yo.
También soy yo...
... la que alguna vez tiró la piedra y escondió la mano
... la que se calló cuando tenía que hablar
... la que habló cuando tenía que callar (por no poder estar simplemente en silencio)
... la que esperó a sentirse bien hecha mierda y bien cargada de emociones para saltar como leche hervida y sin filtro
... la que procrastina placeres todo el tiempo cuando la obligación acucia (y viceversa)
... la que no escribe porque no tiene tiempo
... la que está dejando que se la devore una sociopatía galopante y pierde en el trayecto ese hilo místico que la une a la condición humana.
Todo esto viene muy a cuento. En las próximas horas, o días, no va a faltar quien me pida un poco de autocrítica (de hecho, ya llegó el primer mail). Que me baje del caballo. Que no sea tan forra. Que yo no soy perfecta y que tampoco hago las cosas taaaaan bien, vamos. Como si no lo supiera. Go on and get a life.
Lo que no voy a tolerar de ninguna manera es que pretendan decirme quién soy yo: qué calidad humana, qué filiación gremial o política, qué nivel de sinceridad, qué méritos en lo profesional o laboral. Cada vez que abro la boca es para decir algo constructivo: si no, me callo. Y la verdad es que estoy un poco podrida de callarme. Debería tener menos filtro.
En el fondo leo: miedo, bronca, resentimiento, palabras viejas atragantadas, mala leche, tristeza, frustración. No conmigo quizá, pero sí hacia mí, sublimando quién sabe cuántos años de penurias, o proyectando la imagen deforme y grotesca de un monstruo que tiene mi cara.
En síntesis: yo te hago toda la autocrítica que quieras. ¿Vos sos capaz de mirarte en el espejo y verte?
Ahora, no estoy buscando absolución
Ni perdón por las cosas que hago
Pero antes de que llegues a ninguna conclusión
Trata de caminar en mis zapatos.
Tropezarás en mis pasos.
Mantén los mismos compromisos que yo mantuve.
Si caminas en mis zapatos.
Trata de caminar en mis zapatos.
....
No busco una conciencia más clara
O paz mental después de lo que he pasado.
Y antes de hablar de arrepentimiento,
trata de caminar en mis zapatos.
Tropezarás en mis pasos...