martes, enero 31, 2006

Pequeñas cosas que me cambian el humor

Para bien, claro. Que para mal tienen que escribirlas los que bien me conocen y probablemente no les alcanzaría un blog entero...
- LA LLUVIA. Amo la lluvia. Amo el agua, bah.
- El olor de un lugar con mucho verde: árboles, plantas, césped, tierra mojada o revuelta.
- El mar; verlo, olerlo, estar ahí.
- Música que me gusta, tranquila en mi casa o mi lugar de trabajo.
- Chatear o hablar ocasionalmente con amigos que están lejos.
- El contacto físico con personas significativas.
- Buen sexo.
- Soñar que vuelo, o bien tener esos sueños que parecen películas fantásticas. También esos sueños donde puedo volver a ver a la gente querida que ya no está físicamente conmigo.
- Meditación, relajación, descanso para el cuerpo y la mente (tirada en el pasto, o en el piso del departamento)
- Mirar llover desde abajo del agua.
- Pasar un tiempo con mi familia.
- Tener una mascota, aunque sea por un rato. Los animales son seres maravillosos.
- Cantar, en voz alta o para mí misma.
- Leer buenos libros. Los hallazgos literarios sorpresivos y buenos. Releer mis preferidos.
- Ir al cine sola, y descubrir que la sala es prácticamente toda para mí!
- Agasajar a mis seres queridos con alguna comida, por sencilla que sea.
- Encontrar ropa que me guste, y que me entre!!!
- Arrancarle una sonrisa a alguien.
- Andar a caballo. Hace mucho que no lo hago y realmente lo extraño!
No es poco, pero seguro me olvido de un montón de cosas. O hay demasiada ciclotimia, o realmente hace falta poco para cambiarme el humor!

Emotional core

Estoy sentada dentro de mí misma.
Guardada dentro de mí misma.
Desde allí, a salvo, veo el mundo pasar
veo a la gente caminar, escucho ruidos en sordina
los ángeles me soplan al oído y dejo de filtrar la luz;
el universo se tiñe de ocres, verdes, amarillos
vira al naranja, al rojo, al rosa.
Alguien me habla, no registro que es alguien conocido
hasta que pasó de largo (así me va).
El afuera me es ajeno. Apenas vuelvo en mí
cuando veo que llegás,
tan con los pies en la tierra,
tan conectado con el mundo,
tan diferente de mí
y tan oportuno...
que no parece que fuéramos uno
sino dos entrelazados que se complementan.

viernes, enero 27, 2006

Coraje!!!

Ya pasó más de un mes sin el abuelo y aún no reuní el suficiente coraje para dedicarme a la tarea que me dejó.
Será cuestión de horas... días? Motivación me sobra. El tema es el punto de arranque, como todo. Con tantas cosas para hacer, cómo hay gente dando vueltas por ahí con tanto tiempo??

Una letra que me identifica. Pese a que me encantaba la canción, su sentido me había pasado inadvertido...

"She Talks To Rainbows" (The Ramones)

She's a little lost girl in her own little world
She looks so happy but she seems so sad
ah ah oh yea oh oh oh yea
She's a little lost girl in her own little world
I'd like to help her I'd like to try
ah ah oh yea oh oh oh yea

She talks to birds she talks to angels
she talks to trees she talks to bees
She don't talk to me
Talks to the rainbows and to the seas
she talks to the trees
She don't talk to me
Don't talk to me

You know she drives me outta my mind
You know she drives me outta my head

She talks to birds
...She's a little lost girl in her own little world
She looks so happy but she seems so sad
ah ah oh yea oh oh oh yea
She's a little lost girl in her own little world
I'd like to help her I'd like to try
ah ah oh yea oh oh oh yea

She talks to birds she talks to angels
she talks to trees she talks to bees
She don't talk to me
Talks to the rainbows and to the seas
she talks to trees
She don't talk to me
Don't talk to me
She don't talk to me
Don't talk to me
She don't talk to me
Don't talk to me
She don't talk to me
Don't talk to me


(Para mi pequeña María, aún encerrada)

miércoles, enero 04, 2006

Música en todos lados

Si alguien vio Ally McBeal se van a acordar que la protagonista comenzaba cada día con una canción en su cabeza.
A medida que le pasaban cosas o se enfocaba en distintos pensamientos, la canción cambiaba... O veía (cual Roxie Hart) que sus compañeros, clientes y hasta los ocasionales desconocidos que la rodeaban, comenzaban a bailar al ritmo de su música interior.
Así me siento yo en momentos como este. Verano. Pasó un año devastador (sigo pagando las consecuencias), cada vez soporto menos el ruido y a la gente... Ergo, cada vez me interno más y más adentro mío.
Cuando no estoy escuchando música, en casa o la oficina, o el auto... la estoy pensando.
No puedo pensar en nada sin música de fondo.
Y lo bueno de todo esto es que estoy empezando a aprender de la música lo mismo que aprendí de los libros (y que espero aprender del cine): que nunca se sabe lo suficiente. Siempre estamos aprendiendo.
No hay nada más lindo que aprender, todo el tiempo.
Me quedaría a vivir aquí dentro, en esa dimensión que apenas yo, y algunos más, conocemos.
Invitaría a todo el mundo a vivir allí dentro, donde se puede ser mejor persona, y eventualmente aprender a vivir colectivamente muchísimo mejor. Solidariamente.
Que a través de mi mirada se vea la luz, y que el que escuche mis palabras o interprete mi sonrisa corra a refugiarse en ese lugar personal donde están su propia música, sus propias palabras.
Y que después salga a la calle, a contagiar al mundo.

(sí, sé que es demasiado idealista para el mundo en que vivimos, pero qué perdés con intentar???? Vos que podés, que tenés menos preocupaciones y más neuronas que unos cuantos...)

Ojalá estuviera allí

En estos días siento profunda nostalgia del mar, de viajar.
Tanta, que apenas soporto que nadie me cuente sus propios planes de viaje.
Tanta necesidad de alejarme que no puedo evitar llorar todos y cada uno de los días desde que empezó el año, porque me siento presa.
Con todo mi corazón me encuentro deseando tener la capacidad de aislarme y viajar con la mente, pero no me alcanza.
Ya sé. Seguro. Es super común tocar la arena, meterse al agua, respirar otro aire y todos lo han hecho alguna vez. Ya sé.
Pero yo valoré todas y cada una de las veces que pude hacerlo.
Estar "afuera", aún "dentro de mí" (traducción: En contacto con lo natural, aún introspectivamente) equivale a meses y meses de meditación y descanso.
Sentir el viento, el olor del mar, del césped. Tocar la tierra, estrujar la arena, caminar descalza aún sobre piedras, caracoles, espinas. Sentir el sol quemando piel, cabeza, ojos. Sentir la lluvia pincharte y empaparte; con frío o con calor. Nadar desnuda. LLegar al fondo, y mirar el cielo a través del agua. Hacer silencio total y sentir que el Universo canta.
Pronto. Muy pronto.
Dependo de eso para volver a armarme.