Recién ahora, después de muchos años, entiendo el verdadero valor de resistir. Defender la propia posición, el derecho a la vida que se elige.
Si por el ejercicio de pensar me vuelvo un monstruo, ¿dejaría de elegir el hábito del pensamiento?
El nuevo año es nueva espera. Acción reactiva frente a la parálisis. Recuperar el uso de los músculos atrofiados en el ejercicio de una supervivencia mecanizada.
No tengo más que silencio de tanto habitar un mundo que cada vez usa menos vocabulario para nombrar las cosas que hubo, las que hay y las que puede haber.
Privilegiada entre los nadies, paria entre los de mi clase. India sin tribu.
Soy una luz que parpadea, mengua, se aleja.
Veo en el pozo de las posibilidades y a veces pesco el reflejo engañoso del fondo. ¿Qué tan lejos estoy? Algunos cortos de vista tenemos problemas con la perspectiva.
El sentido de la oportunidad, que no me falte.
Estoy inquieta. Hay vidas en juego todo el tiempo. Las hipótesis de conflicto todavía me atropellan en sueños.
Lo más difícil sigue siendo el viejo problema de pendular.
Ganar es perder casi todo el tiempo, menos esa vez.