sábado, abril 26, 2008

Primer día

Pese a mi incorregible aversión a las multitudes y mi siempre menguante economía, me gusta ir a la Feria del Libro. Tengo demasiados buenos recuerdos asociados a ese manicomio donde la gente que nunca lee va a comprarse los libros que posiblemente leerá una sola vez o terminará regalando. Por ese lugar paseé acompañada de los más extraños personajes y viví un par de situaciones bizarras, bordeando lo antropológico.
Desde hace un par de años asisto en calidad de acreditada y tengo acceso a descuentos y a la posibilidad de entrar gratis cuantas veces quiera, lo que me da un enorme alivio monetario que eventualmente se traducirá en alguna compra. No viene siendo el caso de esta edición, pero de todas formas la anécdota es otra.

El primer día siempre es el mejor día para ir. El primero, y quizá el último, cuando algunos stands empiezan a rematar todo .

El jueves fue el primer día. Los pasillos anchos y poco transitados daban a nuestros pies inquietos y caras de pocos amigos la tranquilidad de circular sin chocarnos con nadie. Lo mismo dentro de los stands, con su mínima posibilidad de circulación.

Una se va acostumbrando a ciertas cosas. Hay stands que no se mueven del mismo pabellón, tienen la misma ubicación desde hace años. Parece que hubiéramos salido ayer de esta Feria, donde Colihue y Santillana y La Flor estaban justo ahí, con los mismos revestimientos, ese inflable gigante, el fileteado en los carteles. Algunos crecieron, mirá qué bien. A Urano la salvó Dan Brown, no hay dudas. ¿Dónde está IVREA? Menos mal que compré todos los números que me faltaban de Sakura el año pasado, hoy sería imposible. Un asco las nuevas ediciones de La Materia Oscura. Una vergüenza que ciertas reediciones no estén ni cerca de aparecer de nuevo en los anaqueles; si no es en "la Feria", dónde? ¿Cuándo, cuando no podamos acceder al descuento y tengamos que postergar "el regalo" un año más?

Deambulo sin mirar muchas caras, en realidad estoy pendiente del primer barrido vital porque no voy a tener ganas de patearla de nuevo hasta dentro de algunos días, cuando sea un caos y se vuelva imprescindible recurrir a mi memoria para ir directamente al punto de interés.

Ajustados como estamos, nos divertimos pensando cuál libro de los que vamos encontrando nos compraríamos; hojeamos uno por aquí y otro por allá para descubrir nombres amigos en los agradecimientos de algunas ediciones. Entre pitos y flautas, llevamos gastados unos ciento cincuenta pesos virtuales cuando llegamos a la mesa de Aleph, que rebosa de saldos. Rodeo una mesa sin esperanza alguna y es ahí donde se produce lo inesperado, lo que me pasa invariablemente todas las Ferias; el hallazgo, el "algo" que estaba perdido desde mi infancia. Y cuesta cinco pesos.

Trago saliva, me lo llevo. Cómo está de mal todo para que duelan esos cinco pesos... Pero de inmediato me acuerdo de la cara que pondrá mi madre cuando venga a visitarme y le muestre que después de quince años me compré el libro que ella me negó aquella vez. Y ya no me pesa. Sonrío, aunque me duelen los pies como la miércoles después de dos horas sin parar de caminar. Y recién es el primer día.

martes, abril 22, 2008

Una obsesión llamada Hayao Miyazaki

Un día, haciendo zapping entre HBO (cuando no era codificado, qué épocas!) y Space, me topé con una película extraña. Un dibujo animado con reminiscencias de Heidi, personajes estilizados en situaciones de cotidianeidad muy realistas, inusuales en el tipo de dibujo animado que frecuentaba por esa época. De repente, una niña de cuatro años caía en un hueco profundo, dentro de las raíces de un árbol enorme, para aterrizar en la panza de un gigante mudo y mullido, de enorme sonrisa y ojos expresivos.

Había conocido a Totoro, y por extensión a Mei, Satsuki y Gunta, padres, abuelos y aldea rural incluídos, en un Japón de dibujitos muy parecido al Japón rural donde debió haber crecido Hayao Miyazaki.
Cuánto de evocación y cuánto de proyección habrá en sus trazos, sólo él lo sabe.

Hayao Miyazaki (Tokio, 5 de enero de 1941) es un animador de estirpe, un ilusionista de aquellos. Creador de mundos, de personajes entrañables y de universos paralelos imposiblemente, dolorosamente deseables.
Nacido para ser economista como su padre, convencido de que ése era su destino en la vida, el joven Hayao cayó en el encanto de la animación allá por mediados de los años `60. Nunca abandonó el paño. Desde sus inicios en la serie "Lupin III: El castillo de Cagliostro" hasta la aún no estrenada "Ponyo on the cliff", pasando por series memorables como "Heidi" y "Marco" donde colaboró activamente, hasta su definitiva consagración con "El Viaje de Chihiro" (la primer película animada que ganó el Oso de Oro en la Berlinale, y ganadora del Oscar en categoría animada ese mismo año), Miyazaki evolucionó y sigue ofrecendo una calidad creciente en todos sus trabajos y argumentos.

Esa calidad de su obra se apoya, a mi entender, en estos pilares:

- Personajes memorables, multidimensionales, que van evolucionando desde su presentación hasta el final de la trama. Es increíble la complejidad de sus héroes, anti-héroes y villanos.
- Sólidos guiones, de trama atrapante, donde nada es accesorio o librado al azar.
- Una profunda curiosidad por el universo femenino. Siempre me resultó notable la centralidad de las mujeres en toda su obra, en los distintos estadíos de desarrollo: niñez, pubertad, adolescencia, juventud, madurez, vejez... así como los ritos de transición entre una etapa y la otra.
- Amor irredento por la Naturaleza en todas sus expresiones. Los planos generales inmóviles, con sonidos captados desde el ambiente directo, de los paisajes miyazakianos son más elocuentes que la fotografía de muchas grandes películas.
- Optimismo a toda prueba, incluso en las películas más melancólicas. En esta premisa se basan sus más virulentas críticas sociales y también su profunda convicción humanista.
- Buen uso de las fuentes. La inspiración de Miyazaki proviene de la lectura de muchas obras imperecederas de la ciencia ficción y la literatura fantástica y de aventuras clásica. Así, se suceden "homenajes" a estas obras en toda su filmografía, sin que el espectador se sienta estafado o asistiendo a un "plagio"; la originalidad del director proviene de ese buen uso, en pos de una idea propia bien desarrollada.
- Recurrencias increíblemente bien logradas, que conectan las películas entre sí... Hay personajes que de filme en filme comparten rasgos comunes; al director le gusta sembrar estas recurrencias como pistas, y como espectador es una delicia descubrirlas.

Cuentan (y debo haberlo dicho alguna vez) que cuando supo que el bosque en el que se inspiró para crear "Princesa Mononoke" corría peligro de desaparecer, lo adquirió en varios millones para poder convertirlo en una reserva ecológica.

En orden de llegada, algunas de las escenas que más me marcaron de su filmografía. Espero las disfruten tanto como yo, y por favor, no dejen de mirarlas a todas. Solos, o con sus hijos, sobrinos, parejas, amigos... Se los van a agradecer.

Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988)
Una frase: "No... soy... tontaaaaa!" (de una llorona Mei a Satsuki)


Porco Rosso (Kurenai no Buta, 1994)
Una frase: "Prefiero ser un cerdo antes que un fascista" (de Marco a Curtis)


El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi, 2001)
Una frase: "Somos gemelas idénticas, y opuestos exactos" (de Zeniba a Sen/Chihiro)


El increíble castillo vagabundo (Hauru no ugoku shiro, 2005)
Una frase: "Un corazón es una carga pesada" (de Sofi a Howl)


Princesa Mononoke (Mononoke Hime, 1997)
Una frase: "¡Miren! Este es el aspecto que tiene el odio" (Ashitaka a los habitantes de Iron City)



Nausicaa del Valle del Viento
(Kaze no tani no Naushika, 1984)
Una frase: "No hay nada que temer..." (de Nausicaa a Teto)



Laputa: Castillo en el cielo
(Tenyu no Shiro Rapyuta, 1986)
Una frase: "Un rey sin compasión no merece un reino" (Sheeta a Muska)


Todavía no conseguí copias decentes de "Kiki´s Delivery Service", así que aún me debo esa película. Lo mismo me sucede con "Conan", serie que vi siendo muy chica (ahora que lo pienso, fue junto con "Heidi" mi primera aproximación concreta a Miyazaki; pero no tenía la comprensión suficiente para procesar esta influencia. Años más tarde, mi madre me sigue diciendo que la impresionaba la catarata de emociones que me desbordaba cada vez que miraba "los dibujitos aquellos").

Hoy es el Día de la Tierra. En honor a ella, me pareció oportuno postear sobre una de mis obsesiones más pertinentes. Si sienten que se están empezando a enamorar del cine de este hombre, no es casual: de paso, los invito a conocer el dossier más completo que existe sobre sus películas. Y en Esquizofónico pueden encontrar algunas de las bandas sonoras de sus películas, una mejor que la otra... todas del virtuoso Joe Hisaishi.

Este debe ser el post más largo de la historia del blog. Gracias a todos los que hayan tenido la paciencia de leerlo hasta el final. Hoy, si pueden, salgan al sol y busquen un rincón verde donde descansar el alma.



sábado, abril 19, 2008

Un SMS en mi celular...

"Y el humo nunca se va. El gobierno reparte barbijos, cierran escuelas para abrir centros de atención a intoxicados. Afloran grupos de delincuentes que se aprovechan de la baja visibilidad para saquear bancos y robarse los monumentos de las plazas. La ciudad agoniza lentamente en un clima de cuento de terror londinense del mil ochocientos".


(Recibido ayer en la oficina, poco antes de mediodía. ¡Gracias, Almendra!

viernes, abril 18, 2008

De la diferencia entre pensar y actuar

... Es cortito, lo prometo; y por última vez. Me falta poner los benditos shared items al costado.

Leí este post y me sentí tan identificada que yo misma sentí bronca por la situación.

A ver si algún día se acaba el "NO TE METAS".

viernes, abril 11, 2008

Así da gusto...

Salir a la calle después de una semana como esta, con la perspectiva de un buen fin de semana por delante y encontrarme con el cielo gris y el clima más fresco, me llena de energía y pensamientos positivos.

Eso nomás.

Y allá voy...


martes, abril 08, 2008

Dance magic, dance


- You remind me of the baby
- What baby?
- The baby with the power
- What power?
- Power of voodoo
- Who do?
- You do!
- Do what?
- Remind me of the baby

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La fantasía. Tener la cabeza llena de pájaros y hadas y duendes, de caminos tenebrosos con olor a moho y piedras frías; eso es lo que me decía mi mamá. Si solamente no me hubiera interesado tanto leer... o el cine. Las películas. La escritura. Si no hubiera empezado a tener memoria y sueños vívidos a una edad tan temprana. Si no hubiera sido tan afortunada de que me creyeran un fenómeno, por ahí ni siquiera me habrían dejado ir al cine cuando se estrenó esta película maravillosa.

"Laberinto", que me impresionó desde sus títulos (esas lechuzas volando, por Eru!) y desde la escena del recitado de Sarah en el parque, marcó mi infancia de muchas maneras. Principalmente porque la profunda inquietud que me producía David Bowie como Jareth no tenía nada de infantil y porque sus canciones, que me eran incomprensibles a los seis años, fueron las primeras que chapuceé en un inglés inventado, luego de convencer a la abuela Pelu de que me hiciera mi primer disfraz: un vestido de hada de color rosa.

Con ese vestido puesto, me iba al patio a ensayar el parlamento de Sarah ("En un reino tan grande... ¡No tienes poder sobre mí!"), y en verano bailaba esta canción parada frente al ventilador de pie, sin hacer caso de las risas de mis hermanos cuando casualmente dejaban sus juegos para mirarme.

Y me vine tarareándola todo el camino hasta casa...



domingo, abril 06, 2008

Un día a la vez

... No hay otra manera de vivir.

Gracias por esto que puedo vivir.
Gracias porque puedo vivir.
Gracias.

Gracias por los buenos libros, las buenas películas, la música. Y por la capacidad de disfrutarlo todo.

Wes Anderson y Nico siempre vienen bien para despejar un poco las últimas nubes.



I've been out walking
I don't do too much talking
These days, these days.
These days I seem to think a lot
About the things that I forgot to do
And all the times I had the chance to.

I've stopped my rambling,
I don't do too much gambling
These days, these days.
These days I seem to think about
How all the changes came about my ways
And I wonder if I'll see another highway.

I had a lover,
I don't think I'll risk another
These days, these days.
And if I seem to be afraid
To live the life that I have made in song
It's just that I've been losing so long.
La la la la la, la la.

I've stopped my dreaming,
I won't do too much scheming
These days, these days.
These days I sit on corner stones
And count the time in quarter tones to ten.
Please don't confront me with my failures,
I had not forgotten them.


Como siempre, salgan a vivir. Carpe diem!

miércoles, abril 02, 2008

Recordatorio: 2 de abril

Ayer daban asueto en las oficinas a partir de las 13 hs para que la gente pudiera ir a Plaza de Mayo a ver a una megalómana cuyo altísimo coeficiente intelectual está, se ve, lo suficientemente despejado para lanzar lúcidos discursos llenos de nada, pero lo suficientemente obnubilado como para creerse (y hacernos creer) la mentira de que hoy por hoy estamos mejor que con Alfonfo, Méndez y la mar en coche. (Esto viene a cuento de que estoy cansada de que digan lo inteligente que es Cristina. Su inteligencia, por mucha que sea, no está sirviendo para nada, les aviso).

Hoy, que recordamos a los veteranos de Malvinas y a las víctimas de esa guerra injusta y cruel (como toda guerra), me puse a pensar si esa reverenda hija de Tolosa se puso a analizar por un momento en mejorar la situación de esos hombres que fueron a ponerle el cuerpo a las balas que nunca pidieron recibir. Los recordamos, sí. Pero se siguen cagando de hambre, se siguen suicidando, se siguen paseando por los trenes con sus muñones a cuestas y sus certificados de excombatientes a ver si alguien se compadece de ellos con una moneda, un empleo, una oportunidad.

A ver si alguien, siquiera, los mira o los escucha.

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Y sí. Últimamente estoy muy cansada.

Cansada de llevar adelante mi vida con el mejor de los humores y que a cada rato aparezcan miserables ventilando trapitos con olor a moho porque no se dieron cuenta hace cuánto los tenían metidos en el cajón sin darles bola.

Cómo duele que te toquen el culo a vos, por una vez, ¿no?

Volcá tu veneno, tu resentimiento. Bien podrida debés tener la conciencia para tener, todos los santos días, algo para decir en contra de todo. Pensá, pensá, ya que para eso sos bueno y te da la cabeza.

Pensá de paso, también, si alguna vez reivindicaste un derecho colectivo de manera pacífica, por las vías democráticas y constitucionales. Pensá si siempre fuiste de frente, sin pasar por encima a nadie. Pensá si nunca fuiste un acomodado, si el ser "amigo-de" nunca te abrió puertas. Pensá.

Escribo este post básicamente para recordarme un par de cosas:

1- Hice bien en borrar algunas personas de mi vida.
2- Hago bien en frecuentar géneros, opiniones y lugares cuyas fuentes y líneas de pensamiento no son las mismas que las mías. Todos los días entiendo un poco más, aprendo un poco más. Agradezco profundamente su existencia y tener la suerte de poder (todavía) pagarme el servicio de Internet para seguir entendiendo, escuchando, aprendiendo.

Cuando empecé con este blog (y los que siguieron) pensaba en un espacio de esparcimiento, donde los temas de la llamada "agenda de medios" no interfirieran con el espíritu de los posts y conmigo misma. Un lugar para respirar, ya que la vida real te caga a cachetazos mil veces.

Pero no se puede. ¿Saben qué? No se puede. Todo está empapado de realidad. Todo. Y yo, la que escribe por placer, pero también por bronca-miedo-amor-expectativa-felicidad-asco-ansiedad, soy la misma en este blog y fuera de él. Nunca jugué a un personaje. A lo sumo, puedo tener la capacidad de separar las aguas y volcar en el espacio de esparcimiento lo mejor, guardándome las amarguras para otros ámbitos, más privados.

Y llega un momento en que te tapa el agua, y todo huele mal, y siempre te encontrás con alguien que está preoupado, frustrado o triste. Que la viene peleando hace tiempo y que nunca, pero NUNCA (por más bien que haga las cosas, por más que la juegue por derecha) le llega un tiro del lado de la justicia, una mano, un respiro.

Y tenés que leer a esos alienados imbéciles repitiendo por todos lados su perorata de pequebús que nunca marcharon, peronistas de almacén, socialistas de ficción. Ingratos. Esos que aprovechan y disfrutan de los beneficios que otros ganaron con el sudor de su frente, sin haber movido un dedo. Esos que aplauden y abuchean pero nunca se bajan de las gradas, nunca se ensucian las manos. "Carneros", les decían en mi barrio.

Yo tengo mi posición tomada. Todo lo que sea abusivo me causa repugnancia: me repugna que se manipule una medida de fuerza, me repugna un gobierno que viola sistemáticamente a sus ciudadanos mediante la mentira, la arbitrariedad de los decretos y las promesas incumplidas; me repugna una sociedad que se agrupa en bandos, tomando partidos como si de un Boca-River se tratase la vida, canibalizándose entre sí sin medir los daños colaterales que causan.

Mientras, los pobres siguen siendo pobres y el resto que se vaya al diablo. Mientras mi familia y yo tengamos paz, pan y trabajo, está todo bien, man.

Un precepto que me quedó grabado a fuego del librito violeta de Cony Méndez, hoy destinado al último estante de la ignominia en mi biblioteca, fue este:

Desea bien. Desea correctamente. Desea en grande. Desea para todos.
Es la única forma de que los deseos se materialicen y se vuelvan realidad.
Desea, siempre. Pide en grande. Pero no para tí mismo, sino para todos; para tu enemigo, para el que te desea mal, para el que día a día trabaja para tu fracaso. Desea en armonía con el Cosmos y con todo lo que te rodea. Y verás realizado tu deseo.

Hasta ahora, nunca me falló. Me pregunto qué pasaría si más personas intentáramos esto juntas, con constancia, todos los días. Bah, no me lo pregunto.

Lo deseo.

Lo deseo en armonía con todas las cosas y seres del Universo.


martes, abril 01, 2008

Garcas

Garcas son esos que cuando venís con las rodillas sucias y el pelo revuelto de haber jugado con las nenas, cargado con las bolsas de las compras desde hace ocho cuadras (porque para comprar barato y variado "hay que caminar", si no la plata no rinde) y la conciencia tranquila, pasan por tu lado del brazo, hablando fuerte, con esa mueca de inconformismo perpetuo y mirando si hoy se meten a cenar en Chiquilín o el Paseo La Plaza.

Por supuesto, ni siquiera te miran. O sí, quién sabe. Tal vez te ven venir cargado de bolsas de supermercado Día%, apenas con el rabillo del ojo, y deciden que tu lugar es la calle. O sea: "Si querés circular, bajate de la vereda porque no te pienso dar lugar; estoy demasiado ocupado hablando de obras de teatro, o de lo que dijo hoy el noticiero, y de cómo este país se va al carajo, como para registrarte".

Por un momento (tengo el corazón pesado de preocupaciones y angustia en estos días) siento que me crece una bronca sorda. Siento que me daría vuelta y les gritaría algo. Pero él, que sigue caminando apenas un paso por detrás mío, me dice:

"Los garcas siempre van a ser garcas. Y lo verdaderamente bueno es que nosotros sólo cargamos con este peso, ahora, hoy. Ellos tienen que cargar con sus propias vidas, todos los días".