Fuimos a ver a Panza en su primer recital en el ND Ateneo. Es difícil para una persona que en esto de la música es apenas una escuchadora ávida y bastante criticona encontrar las palabras para definir lo que esta banda significa a nivel emotivo. En mi manera de escuchar la música, y sobre todo la música hecha en Argentina, hay un antes y un después de Panza. Aunque no supiera nada sobre ellos (su historia, sus pensamientos, sus lados B, cómo son en persona y algún otro detalle que va llegando cuando te ponés a prestar más atención a las cositas que te interesan) sentiría los mismos escalofríos al escuchar sus temas.
Para qué explayarme sobre el obvio talento de sus músicos, algo que se puede apreciar no sólo en los discos (la producción puede ser tramposa) sino, y sobre todo, en vivo. En alguna reseña sobre la presentación del 2 de junio*, leí algo que los pinta de cuerpo entero. Algo así como la música de Panza, es mucho más que música. Es y no es los libros que han leído, el camino recorrido, los amores malogrados. Es su experiencia y desengaño y alegrías en la música. Son eruditos del rock. O algo así. En todo caso, irónico y negro o transparente y naif, es un eufemismo que explica bastante bien lo que siente el que los ve, los escucha y los palpa por primera vez frente a frente. Sobre la tarima mínima del Ultrabar, presentando un disco en el CC Borges o en un escenario de Sarmiento al 700, con cinco puñados chiquitos de groupies tímidos, de gente toda separada que se veía por primera vez, todos pogueando y cantando a morir. Nada que ver a lo que vimos en el ND, que vendría a ser la versión extendida de todo lo anterior.
Para qué explayarme sobre el obvio talento de sus músicos, algo que se puede apreciar no sólo en los discos (la producción puede ser tramposa) sino, y sobre todo, en vivo. En alguna reseña sobre la presentación del 2 de junio*, leí algo que los pinta de cuerpo entero. Algo así como la música de Panza, es mucho más que música. Es y no es los libros que han leído, el camino recorrido, los amores malogrados. Es su experiencia y desengaño y alegrías en la música. Son eruditos del rock. O algo así. En todo caso, irónico y negro o transparente y naif, es un eufemismo que explica bastante bien lo que siente el que los ve, los escucha y los palpa por primera vez frente a frente. Sobre la tarima mínima del Ultrabar, presentando un disco en el CC Borges o en un escenario de Sarmiento al 700, con cinco puñados chiquitos de groupies tímidos, de gente toda separada que se veía por primera vez, todos pogueando y cantando a morir. Nada que ver a lo que vimos en el ND, que vendría a ser la versión extendida de todo lo anterior.
Queda apenas una cosa. El mejor disco original que van a comprar en su vida es el triple "La madre de todos los picantes". En los recitales y en MercadoLibre se puede conseguir por 50 pesos. No sé cuánto costará en otros lugares. Sé que una banda nefasta que sigue siendo noticia por haber provocado con su acción-inacción dos centenares de muertes cobró 45 pesos un CD retorno post-tragedia, y eso hace ya cinco años. Si lo pensás, $50 por 44 canciones increíbles no sólo es un golazo, sino la mejor manera de ayudar a esta banda a alcanzar al público que se merece.
Mentira, chicos. El público que merecen ya lo tienen. Y les es fiel.
Es momento de seguir sumando.
Es momento de seguir sumando.
(más: la letra de una de mis canciones preferidas del disco 2, "Pomelo").
Asunto escabroso
Mirate una peli
Si te querés entretener
Tocate un poquito
Si queres pasarla bien
Yo
no
Mirate una peli
Si te querés entretener
Tocate un poquito
Si queres pasarla bien
Yo
no
soy
tu puto payasito
Andá a escuchar boleros
si te querés enamorar
andate a un curandero
si te querés desestresar
Yo no soy tu puto payasito
yo no soy tu puto payasito
Pagate un terapeuta
No me cuentes nada más
Solucioná tus temas
Yo no los pienso armonizar
Y si estás aburrido
Empezate a acostumbrar
Podés leer un libro
Si me querés impresionar
Yo no soy tu puto payasito
Yo no soy tu puto payasito... (Solo)
Andá estudiar un poco
en vez de tanto criticar
Andá a lavarte el orto
Si vas a hablar de los demás
Andá a correr un rato
Y empezá a transpirar
Y si no sabés cómo
Podés ponerte a averiguar.
Yo no soy tu puto payasito
Yo no soy tu puto payasito
tu puto payasito
Andá a escuchar boleros
si te querés enamorar
andate a un curandero
si te querés desestresar
Yo no soy tu puto payasito
yo no soy tu puto payasito
Pagate un terapeuta
No me cuentes nada más
Solucioná tus temas
Yo no los pienso armonizar
Y si estás aburrido
Empezate a acostumbrar
Podés leer un libro
Si me querés impresionar
Yo no soy tu puto payasito
Yo no soy tu puto payasito... (Solo)
Andá estudiar un poco
en vez de tanto criticar
Andá a lavarte el orto
Si vas a hablar de los demás
Andá a correr un rato
Y empezá a transpirar
Y si no sabés cómo
Podés ponerte a averiguar.
Yo no soy tu puto payasito
Yo no soy tu puto payasito
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*Aclaración importante: Este post quedó anacrónico, ya que empecé a escribirlo antes del recital de jueves 2 de junio, uno de los mejores de mi vida y seguramente, uno de los mejores de la escena musical argenta de los últimos tiempos. Los invito a leer algunas de las reseñas sobre la presentación aquí, aquí y aquí. No encontré ninguna desfavorable, pero de todos modos... ¿cómo iba a encontrarla? Pese a haber llegado al ND Ateneo, Panza todavía pelea por su merecido espacio. Lo bueno es que lo hacen tranquilos, seguros de lo que son y de lo que tienen. Por eso "La madre de todos los picantes" es el excelente disco triple que es. Porque siempre suman, siempre crecen. Lo de mañana es mejor que lo de hoy. Y eso también te devuelve un poco de fe en todas las cosas.
La última, la última!!
La última, la última!!