querido diario: en estos días experimento una intensa sensación de disociación que se ha convertido en un mecanismo, una forma en la que puedo funcionar.
no recuerdo bien de qué hablé ni con quién, sólo las cuestiones esenciales. lo que podría funcionar como una coartada, lo que alguien podría repreguntar. todo lo demás se va.
me duele la cara de impostar cordura, el cuerpo de impostar equilibrio, el alma de impostar una frialdad que no siento.
estos días en que salgo de casa y paso a paso me voy echando encima capa tras capa de civilidad, como quien se inviste de una armadura para ir a la guerra, son algunos de los peores días de mi vida, aunque estoy en una de las mejores etapas de mi vida.
si tan sólo pudiese ser, orgánicamente, como siempre quise.
no podría nadar entre tiburones sin esta disociación, y la bendigo.
pero la verdad es que últimamente sólo soy yo cuando estoy en casa, entre las criaturas que viven en ella.
estoy absolutamente lastrada de cualquier tipo de creatividad y me cuesta manejar las emociones.
siento que me acerco al borde de lo salvaje con mucha prisa, esperando una excusa para aullar y devorar.
sólo
el
amor
me
está
salvando.
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