jueves, diciembre 27, 2007

Sombras


A veces uno pierde la perspectiva de ciertas cosas. Llega el fin de año y resulta que en el balance general (oportunidad excelsa para evaluar en profundidad si las hay, e invariablemente desperdiciada cada vez) nunca miramos más allá de nuestro propio ombligo. Bueno; hay excepciones. Pero la consigna general es "qué balance hacés de..." y terminamos siempre cayendo en el Planeta Yo.

Por alguna razón, y pese a que insisto en llamar a este sucucho un "espacio de catarsis", dos por tres se me traba la bolita y en el balance anual-semestral-mensual-semanal se me cuela por todos los wines la realidad con sus sombras, más que con sus luces.

La sensación es definida, bastante extraña y la arrastro desde que tengo uso de razón. Ya sea que vaya caminando por la calle, o esté aislada en un lugar cerrado (sala de espera, oficina, cola de banco), o esperando un colectivo que no llega pasa la sombra sobre mí como si fuera un pájaro enorme. La sombra no es necesariamente un oscurecimiento del sol; a veces es apenas una voz en la radio, una noticia que te aturde con su déja vú implícito desde un cartel en la calle. A veces es el recuerdo de una mala fecha que insiste en repetirse como un karma macabro. Te golpea en la nuca con un aire frío, te envuelve en alas de incertidumbre. Enseguida pasa. Pero por lo general, se queda con su peso apoyado en algín rincón, esperando un resquicio de mal día para envenenar el alma.

Entonces me pongo a pensar en las recurrencias de mis fines de año anteriores. Las sombras vuelven con más fuerza en esas épocas. Es como el otoño para los suicidas. Y mis tendencias escapistas se activan con más fuerza, porque pareciera que sólo puedo atravesar el muro de sombras con una cierta proporción extra de hiperrealismo.

En épocas donde los demás hacen balances personales, yo pierdo el tiempo comparando los beneficios de vivir el aquí-ahora, con los de otros cientos de millones de menos privilegiados que saben que su vida vale menos que la bala que los mata. Las noticias de los últimos meses, que rara vez me abandonan la cabeza, ahora se pelean codo a codo con la catarata de información desplazada de agenda por repetitiva: las guerras civiles que desangran continentes enteros, los conflictos que nunca terminan, la persistencia imbécil del intervencionismo yanqui en Afganistan e Irak (¡tan burdamente -poco- reflejadas por el último Redford!), los niños que no paran de nacer para morirse al poco tiempo, como si estar en el mundo (algo tan natural para mí) fuera una parada intermedia a algún otro lado.

Hace poco escuché algo inquietante, dicho casi al pasar: "Acá todos están demasiado confiados de que nunca les van a poner una bala". El instinto de supervivencia nos dota a todos de cierta piadosa neurosis para con la desgracia ajena; de modo tal que algún atisbo de interés por el prójimo suele ser tomado como fanatismo religioso o como snobismo solidario (sí, ese mismo que nos lleva a reenviar cadenas por pura buena fe, pensando que logramos algo), o cosas peores.

Vale reírse de las preocupaciones del otro, como nos reímos todo el tiempo de la vida y sus bemoles. Por supuesto. Sólo que últimamente tengo sombras encima todo el tiempo, y aunque no dejo de reírme, no dejo de pensar. ¿Será válido sentirme angustiada en solidaridad con aquellos que están a miles de kilómetros de distancia? ¿Con gente de la que apenas sé lo que escucho, leo y percibo en mis sueños, y a la que nunca conoceré? No sé. En todo caso, sé que no puedo evitarlo. La angustia es real, está aquí, puedo palparla. Como cada uno de ustedes, eventualmente, tendrá sus angustias que no discuto ni juzgo.


No era al cuete, entonces, que en los últimos días pensaba tanto en este video*...







*(igual me gusta todo "To all new arrivals", jeh).
(Se me contagió la linkitis de uno que yo sé. Pucha).

martes, diciembre 18, 2007

Vergüenza

A ver si se enteran...



LOS PULGARES NACIERON ACÁ



José Antel: Descubrimiento, las pelotas. Ustedes lo habrán capitalizado allá, pero la idea ya estaba registrada y en marcha hace tiempo.

Pero en algo tiene razón Donnie: la oportunidad, por más que la sirvas en bandeja, sólo es oportunidad hasta que el que tiene los medios para ayudarte a concretarla la vea como opción concretable.

Igual, estoy indignada. Y chinchuda. ¿A quién hay que garcharse en este país para mover una puta influencia? Porque está visto que el talento es condición negociable.

(¿Putos uruguayos? No: Argentinos imbéciles)

Es fija

Todos somos el milagro de alguien.

lunes, diciembre 03, 2007

Sin promesas, una promesa

Hoy escribo lo que tu mano no llegó a concluír. Lo paso en limpio, como querías. Hoy, por primera vez, después de muchos intentos fallidos, esfuerzo mis ojos medio miopes para descifrar los trazos erráticos de tus últimos meses. Y escribo. Con los ojos bien abiertos, para verte en cada línea tal cual te mostrás. Veo hasta la foto en sepia donde los cuarenta que eran, ya no son y ahora sólo viven en esa foto sepia. Como vos.

Estoy escuchando música que te gustaría oír conmigo. Estoy bien. Estoy en paz, pese a las zozobras cotidianas. Sigo leyendo, sigo escribiendo, sigo buscando algo. Siempre estoy buscando.

Y te extraño tanto que cada tanto tengo que verte. Lo siento. No tuve duelo de tu cara demacrada en un cajón, no pude pararme a tu lado para recitar el verso que querías. No hubo más despedidas que ese día previo a la recaída donde, paradójicamente, estuviste más lúcido que nunca.

No recuerdo exactamente tu voz de esos días, sí la otra. Y tu letra. Y tu trote irregular escapando con la pelota de voley. Y tus ojos de un celeste verdoso bajo las cejas pobladas.

Te veo cada vez que me tumbo boca arriba en el césped, en algún lugar, y me quedo mirando fijo el sol y los parches de cielo entre las hojas.
Cada vez que el garabato de un rayo dibuja el cielo nocturno, o la tormenta inminente esparciendo su olor sulfuroso en el aire.
Cada vez que abro al medio una naranja o una granada para comerla a diente vivo, limpiándome con el antebrazo lleno de tierra del camino.
Cada vez que manejo por esa ruta que lleva al puente y me meto de un volantazo prudente en calle 7 puro polvo al fondo, hasta la primera curva. Cada vez que descubro lágrimas en mis ojos al bajar la ventanilla y aspirar el olor a pradera como si fuera el último olor en el mundo que quiero olvidarme, si tengo que olvidarme de todos.
Yo, que nunca hago promesas, me comprometo con vos a continuarte.

A darle a tu historia el remate que tanto te gustaba imprimirle a tus poemas, esos que guardo mecanografiados en original (porque también heredé de vos la capacidad de improvisar sobre la marcha, sin corregir, sin errarle. Así, de puro culo). Esos que hablaban de la nostalgia del hogar y de la muerte.
A darle a mi propia historia un final a toda orquesta, con Illumination de fondo, y aunque no crea demasiado en la continuidad de nuestras sendas voy a buscarte trepando a la montaña llena de flores donde sé que me estás esperando.

Te quiero hasta el Cielo. Sé que siempre lo digo, pero es cierto cada vez.

martes, noviembre 27, 2007

(in) madurando

X: y por primera vez (bah, segundo si recordamos) toy traumado porque no hay escapatoria, no va a terminarse nunca, y por más vacaciones que me tome, será siempre lo mismo
la maldita vida del laburante

Y: uy
estás en crisis, nene

X: todavía no, pero son los síntomas

Y: yo te juro prefiero amargarme por eso y que no me falte nunca el laburo, porque quedo en la calle

X: ah bueno, hoy estamos en pose destructura de sueños ¬¬
igualmente creo que el saber que aun no se realmente de esos temas, es parte de toda la futura crisis
M... el otro día osó decirme q estoy madurando, y creo q tiene razón
:? tengo miedo

Y: pero nene...
madurar no tiene nada de malo, siempre y cuando quede ese core de franca inocencia chanta que tenemos
madurar, es más... es necesario
hasta Gorodischer debe haber madurado, aunque no se le note

X: says who?
jeje

Y: la clave no es renegar por eso, sino cagarte de risa de la madurez
plantándole cara a cada rato y recordándole que vos concedés parte del terreno
pero te guardás un patio de juegos bien grosso
como el jardín de howl
ponele




(Todos tenemos que pecar alguna vez de bloggerismo, O bloggerez, si se prefiere)

domingo, noviembre 11, 2007

El camino de los sueños

No es la primera vez que un sueño me saca de la cama, con esa sensación atroz de realidad que ni los ojos en agua fría, ni el té caliente en la garganta, son capaces de despejar.

En alguna ocasión hablé de los sueños vívidos. No hay reglas para estos sueños; siempre aparecen cuando menos los espero. Las situaciones varían, desde la más absurda de las ficciones, hasta la más realista de las fantasías (respirar bajo el agua o el sueño de volar, sin ir más lejos: los más recurrentes).

Me gusta soñar y también poder recordar lo que sueño, aún mucho después de despertar. Casi diría que no hay sueño que no me guste, pero hay algunos que realmente me hacen muy bien y cambian mi humor para el resto de la semana. Y están los otros...

Sin ser exactamente pesadillescos, se ubican en esa frontera molesta entre lo inconsciente no resuelto y los peores miedos de la niñez. Curiosamente, dejé de tener esos en los que aparezco desnuda caminando por la calle pensando incómoda "que nadie se dé cuenta, que nadie se dé cuenta", mientras me debato entre pedirle a un desconocido que me preste algo para cubrirme o asaltar un negocio, cualquiera, con tal de ponerme algo. Pero sigo soñando que vuelvo al colegio secundario porque me quedó alguna materia colgada, y cuando estoy sentada en el viejo pupitre del primer piso, mirando al patio por la ventana, me doy cuenta de que no recuerdo absolutamente nada de Física o Matemáticas (mis dos materias más odiadas). Y lo que es peor: ni siquiera tengo las carpetas al día, ni los libros. Sigo soñando con monstruos inverosímiles, con laberintos, con la oscuridad de una escalera sin fin y el olor a moho de la piedra de los cementerios.

Los que más me frustran, indudablemente, son aquellos en los que por algún motivo (preservación o irritabilidad) llego al extremo de irme a las manos con algún contendiente... para descubrir que mis puñetazos no tienen la fuerza suficiente, que mis movimientos son demasiado lentos o que veo demasiado borroso como para atinarle a algo. Por lo general, me despierto de esos sueños con los brazos y las mandíbulas acalambradas.

Hay sueños, sin embargo, que me preocupan más que los otros. Involucran a personas que ya no están o que no veo hace tiempo. Aparecen de la nada, en situaciones cotidianas, sonrientes cada vez y hablando de trivialidades. Ellos están cómodos y felices; yo, por alguna razón, me siento inquieta. Con el transcurrir del sueño la sensación explota y termino despertándome con la certeza de que esa persona necesita algo de mí. Algo que no le di, algo que quedé debiendo, algo que no dije o que no escuché. Al despertar, si tengo la posibilidad, me pongo de inmediato en contacto con la persona en cuestión. Más allá de la sensación de resaca que dejan esos sueños, me han sido sumamente útiles, y aprendí a desarrollar la capacidad de recordarlos en detalle, prestándoles más atención que a ningún otro.

Anoche soñé con mi abuelo. Él murió hace un año, diez meses y dos semanas. Tal vez tenga que ver con el hecho de que me lo mencionaron bastante ayer; lo cierto, es que ese sueño me sirvió para darme cuenta de que tengo una asignatura pendiente con el querido "Guachi". La "primaveración" ficcional tiene que ver con eso, y con el bloqueo de las palabras ajenas que me fueron heredadas y que tengo atragantadas, encerradas, hace bastante tiempo.

Es momento de abrirles la jaula y enfrentar mi propia memoria.

lunes, octubre 29, 2007

Alguien tenía que decirlo.

Porque respeto a personas como él, los invito a leer esto.

Resume buena parte de mi sentimiento de hoy. Y al que le quepa el sayo, que se lo ponga y aguante.

No quiero volver a escuchar a ningún imbécil volver a llenarse la boca de "¡Qué barbaridad!" a la Susanita, después de avalar con su voto tanta miseria. Yo he hecho mis mea culpas hace tiempo, y a tiempo me comprometí con la realidad desde el lugar que me toca ocupar. Sin embargo, leyendo a don Lucho y viendo a los gurises dormidos a la vera de "Chiquilín" cada noche, todavía siento que tengo que purgar tanta vergüenza.



Rojo

Qué ofensiva me resulta la risa incontenible de cierta gente cuando estoy triste.

lunes, octubre 15, 2007

Sábado


Hay silencio de sábado pese a las palabras y al tránsito de Corrientes y la amenaza de lluvia que se aleja. Hay silencio, porque siempre que estás bien hay un silencio que recorre el mundo como un ángel que pasa (dicen las viejas). Y hay silencio porque a veces la melodía que suena en el pecho como un acorde único (como el Fa sostenido, que por algún motivo me afecta de una forma distinta a las demás notas, sobre todo en ciertas canciones) pulsa en las venas con fuerza extraña, buscando una vía hacia afuera. Una explosión de emociones tratando de salir, atomizando todo.

En una mano, la bolsa con un poco de verdura; en la otra, tu mano. En tu otra mano, las últimas monedas. Nuestras palabras, el olor de la noche y el silencio (me niego a escuchar estos colectivos que pasan tan cerca), las piernas acompasadas y simétricas trazando pasos sobre la vereda, pasos que no hacen ruido. "Una rata, ahí, ahí..." Las risas. Callao. Y un saxo ahí nomás, donde termina el obrador justito al lado del Los Angeles.

La banda de todos los sábados nos corta el paso. Apoyados cerca de un auto siento que el Fa me deja para perderse en un acorde de jazz, va a reunirse con el resto de la música y me deja el pecho abierto, expuesto. Sigo apretando la bolsa, cambiamos de mano. Ahora siento unas monedas contra la palma; las últimas, tibias. Echo las monedas en el estuche del saxo, donde han caído otras cuantas y muchos billetes de dos pesos. Una señora alta, canosa, enfundada de negro, me mira con aprobación (aunque tengo la cabeza baja; sonrío).

Cinco temas "Oh-when-the-saints-go-marchin'-in" después, con los bolsillos vacíos, las manos llenas, otra vez los pasos sobre la vereda y sonrisas que aletean en el aire. Felices con tan poco, silencio hasta la esquina, las luces que se apagan, la casa.



jueves, octubre 04, 2007

Suspensión animada

Vuelve el caracol a la casita...

Hasta mejor ver. Empieza mi temporada de "primaveración".

viernes, septiembre 21, 2007

De la primavera y otros ciclos naturales


Es curioso cómo yo, que no le busco demasiado la lógica a las cosas (aunque tengo mis épocas) me encontré de repente razonando que mi vida responde a ciertos ciclos, tal vez inconscientes o involuntarios. Los de la naturaleza, por ejemplo.

Este blog nació por accidente hace hoy dos años. No pensaba tener uno, no me interesaba. Sin embargo, el entusiasmo de una persona a la que aprecio mucho (entusiasmo que la llevó a crear un blog que no admitía comentarios anónimos) hizo nacer El Extraño Mundo de Cassandra. Y así empezó un camino de redención para una parte de mí que estaba muy metida dentro, sin salir, hacía bastante tiempo.

A través de este espacio vi cambiar muchas cosas en mi vida, e incluso a mí misma. No soy estática. Hay ciertas mañas que no pierdo, pero todo se ha transformado desde aquel 21 de septiembre hasta hoy. Por ejemplo: sigo siendo inconstante, pero fui capaz de sostener este espacio a través de los meses con un poco de irregularidad... Y también conservé amigos, y gané y perdí otros. Cambié de laburos. Estuve desempleada. Me mudé. Gente murió. Gente nació. Lloré, me reí. Pasó la vida entre estas líneas, muchas veces sin que nadie se diera cuenta.

Este fue y sigue siendo un espacio de catarsis personal, y sólo ocasionalmente puede que alguien encuentre una pista para su propio extraño mundo. Lo único que puedo hacer para celebrar este día (pura formalidad, ya que celebro la vida a cada paso, cada día, simplemente por el hecho de abrir los ojos por la mañana y sentir que el corazón me estalla de felicidad) es expresar mi gratitud por todo lo que este espacio me dio.

Los conocí. Ustedes saben quiénes son, no necesitan que se los diga. Gracias por no tener miedos ni prejuicios, y acercarse a mirar (o a matear con tortas fritas).

Y a vos, por el desbloqueo. Porque me hiciste dar cuenta que el jardín secreto era apenas la antesala a un profundo bosque mucho más vasto.

Bienvenida otra vez, Primavera, y Carpe Diem para todos mis coooooompañeroooooss



viernes, septiembre 07, 2007

La fatalidad tiene tu nombre



Desde muy chica me hice la costumbre de visitar el negocio de mis abuelos (un enorme local que hacía las veces de lencería, mercería, lanera, casa de telas y bazar, con su propio depósito y hasta una oficina para la inmobiliaria al fondo) al menos una vez a la semana. El placer de jugar en los desvanes disfrazándome con las telas y de meterme en las canastas llenas de madejas de moahir, cashmilon, shetland y merino era inenarrable, aunque los ácaros se hacían una fiesta con mis mucosas.

Como todavía no había llegado el momento en que el abuelo me promoviera a su despacho y comenzara a hacer uso de la gigantesca Remington para escribir mis primeros cuentos, era un poco difícil mantenerme quieta. Usualmente, mi abuela terminaba llevándome a la librería y papelería Sarmiento, a una cuadra de distancia, y me compraba cartas Cromy o alguna revista.
Un día encontré un librito de tapas duras con la carita en primer plano (dibujada, por supuesto) de una chica rubia con vestido azul y gorrito de velo, muy siglo XIX. (¿Alguna vez expliqué que me fascinaban los vestidos de época?). Inmediatamente dije "quiero éste" y la abuela lo compró.

El libro era "Sissi y los ladrones". Aún lo tengo en algún rincón de la casa de mis padres, sus hojas cosidas un poco descalabradas por el uso. Al verlo, mamá me comentó que cuando era chica había visto las películas sobre Sissi que protagonizaba Romy Schneider, actriz cuyo destino trágico fue tantas veces equiparado al de su personaje más famoso. Se había enterado que Sissi fue una emperatriz austríaca, que había existido de verdad y aunque su vida era en sí apasionante, no se sabía bien cuánto de ficción y de realidad había en las películas y libros sobre ella.

Un par de años después, recordando aquél regalo, mi abuela apareció con un nuevo libro: Sissi y el fugitivo, de la colección Billiken tapa roja. Vinieron más, todos de diferentes autores (casi todos franceses, una recurrencia curiosa en la biografía de la emperatriz austríaca). Y sólo acrecentaron mi hambre por el personaje. Consumo desde entonces todo lo que existe en soporte tangible sobre ella. Nunca una figura histórica me apasionó tanto.

A grosso modo, y para que entiendan algo de esta mujer excepcional, un punteadito de datos...

Isabel de Wittelsbach, o Elisabeth de Baviera, o Elizabeth Amalia Eugenia de Habsburgo-Lorena, es la primera reina romántico-gótica de la que puedo dar fe. (Una darkita pionera, vamos). A diferencia de Juana La Loca, víctima de su propia condición mental, Sissi alimentó con rabia y morbo sus obsesiones.

La casaron a los 16 años con Francisco José I, el Emperador de Austria y Rey de Hungría, un hombre "políticamente correcto", pero débil y permeable a la influencia de su madre, la archiduquesa Sofía, que no toleraba el comportamiento expansivo y descontracturado de una adolescente que permanentemente rompía con el protocolo. Las peleas de Sofía y Sissi envenenaron a la corte y las relaciones exteriores del Imperio se vieron muy afectadas por esa rivalidad, que sólo terminó con la muerte de la archiduquesa.

Le fascinaban los cementerios y los manicomios. La idea de la locura la conmovía de una forma particular, ya que los Wittelsbach arrastraban la carga genética de la esquizofrenia y la bipolaridad. Esta característica se ensañó en el primo preferido de Sissi, Luis II de Baviera, llamado "El Rey Loco"; homosexual y maníaco-depresivo, murió misteriosamente ahogado en el lago Starnberg, golpe del que Sissi nunca se recobró. [Por obra y gracia del update, y de OvejasElectricas, pueden ver más info de este otro rayetti aquí]

Amante de la naturaleza, podía realizar caminatas de hasta cinco horas sobre hielo y nieve; escribía una poesía empapada de amor y de nostalgia sobre los oscuros bosques de su Baviera natal. Fue estimulada por su madre a la instrucción temprana, y por su padre a la equitación no convencional; era capaz de montar usando pantalones y a horcajadas, en una época donde las damas montaban de lado.

Su avidez por el ejercicio físico y por mantener su cintura en los 50 centímetros exactos de perímetro, la llevaban a realizar a un régimen autoimpuesto de poquísimas calorías (literalmente, se mataba de hambre) y a afrontar largos períodos de anorexia nerviosa. La estricta corte austríaca se escandalizaba de verla correr en negligée a las seis de la mañana por los jardines del palacio de Schönbrunn, aún en invierno; también por su excéntrica cabellera, larga hasta los pies, que debía ser lavada día por medio por tres criados durante dos horas.

Era tan insegura que rara vez sonreía por no mostrar sus dientes pequeños y amarillentos, y tan vehemente cuando se trataba de defender sus convicciones que los políticos caían rendidos a sus pies. Considerada la mujer más bella de su tiempo, asumió como pasatiempo coleccionar retratos de mujeres hermosas de cualquier extracción social; los diplomáticos de todo el mundo se los enviaban de regalo a pedido.

Cuando el amor de su marido dejó de importarle, ella misma le proveyó de una amante. Viajaba incesantemente por placer, de incógnito (se hacía pasar por una baronesa, título nobiliario insignificante al lado del que detentaba realmente) y acompañada apenas de una dama de compañía húngara, Ida Ferenczy, que era a la vez su mejor amiga.

Murió muy joven, a los 56 años; aún así, el destino quiso que viera morir primero a sus seres más queridos (su padre, su madre, su hermana del alma, su hija mayor y su único hijo varón, los tres últimos en trágicas circunstancias). Tan humilde era, y tan agotada estaba su voluntad de vivir, que incluso le pidió perdón a su asesino cuando le clavaba el puñal; hasta el último momento, pensó que había tropezado con él.

Anoréxica, cocainómana, madre desapegada y ermitaña furiosa, fue la mujer más amada y llorada de la Europa de pre-guerras. Y todavía me conmuevo tanto al hablar de ella, que siento como si la hubiera conocido de toda la vida. Bah, tan lejos no estoy. Me acompaña desde los seis años, nada menos...

No recuerdo una amistad más antigua que la suya.

(Post dedicado a Nala, simplemente porque detonó las ganas de hablar de este personaje que me apasiona desde chica)

jueves, septiembre 06, 2007

Dar y recibir, y nobleza obliga...



La seño Sibila me ha honrado y sorprendido con un premio porque, según afirma, mi blog es solidario... Desando el camino y me encuentro con otros bloggers que vienen remando la iniciativa (prometo re-visitarlos, Espina, Marinita, Dotpod, y demases...) que se originó quién sabe dónde porque ya me mareé (hay dobles nominados, y esas cosas que desafían a mi fiaca).

Y por supuesto, me pregunto qué hice yo para merecer esto; bien poco, seguramente. De todos modos, ya pensé en mis honoríficos personales por eso de que siempre es más sencillo ver el mérito ajeno que el propio (o al menos ese es mi caso).


Ante todo, las reglas de este premio:


- escribir un post mostrando el premio y citar el nombre del blog que te lo regala, enlazando a dicho blog.
- elegir siete blogs que se hayan destacado por ayudar, apoyar y compartir. avisar a los premiados, quienes deberán, a su vez, entregar el premio a otros siete bloggers.
- colocar la imagen del blog solidario es opcional.

Y mis caprichosamente elegidos, con sus justificaciones:


Donnie, por sus proyectos colectivos (Cuentos Pulgares, Apocadia) que hablan de un entusiasmo e inquietudes más allá de cualquier interés personal. De paso, descontractura esta inminente era de egos inflados y creación individualista/hedonista.


Fender Gebiet, porque a pura indignación y catarsis nos despabila de las neurosis diarias. Porque es una mano tendida a cualquier proyecto amigo, y por tantas cosas más...


Malas Ondas, por ser la cooperativa ortiva donde todos podemos solidarizarnos con el sufrimiento ajeno y manifestar el propio. ¿Quejosos? Sí, pero con humor. El que ríe el último... garca a los garcas.

Anfrix, por ser más que un sitio de interés o curiosidades y muchas veces tomar posición en temas delicados y polémicos.

Capitán Burton, por su impagable servicio a la comunidad de compradores de libros. No todos los días alguien te revela tips para ser mejor cliente... o te adivina el pensamiento...

Lady Kelvin, porque hacer que las que no deseamos una vida de revista "Caras" nos sintamos contenidas, es un apostolado cotidiano...

Marian, porque su pasión por la música trasciende la creación misma, llegando a todos sin distinción con humildad y entusiasmo.

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Es más difícil ponerse a reflexionar sobre qué es para cada quién "ser Solidario". Si bien Sibila se tomó la molestia de rastrear la etimología de la palabra y su significado profundo, creo que en cada una de las justificaciones dejé más en claro lo que sería para mí un blog solidario.

Considero solidaria a cualquier persona o colectivo de personas, bloggers o no, que desde su espacio individual de creación, expresión o trabajo diario sean capaces de llegar a otros, interiorizarse auténticamente en los problemas de la realidad que le toca vivir, asumiendo que no son exclusivos y pugnando por modificarlos desde su posición en el mundo, sea pequeña o grande. En definitiva, cualquier persona que sea capaz de entender en profundidad que no vive sola en este mundo, y que las acciones que elegimos tomar o dejar de tomar repercuten en todos.


He dicho.

(Y ahora, el momento MiráVos de la jornada: La primer palabra que leí en público, a los cinco años, fue ésa: "SOLIDARIDAD" escrita en mayúsculas y en diagonal sobre el logo de ATC, allá por el año 1985. Hasta ese momento, mi familia no sabía que había aprendido a leer... y todo gracias a ese maravilloso juego de letras de molde que me trajeron para Reyes).

martes, septiembre 04, 2007

Invierno

... Se va, y yo sin dedicarle su canción...






WINTER
(Tori Amos)

Snow can wait
I forgot my mittens
Wipe my nose
Get my new boots on
I get a little warm in my heart
When I think of winter
I put my hand in my father's glove
I run off
Where the drifts get deeper
Sleeping beauty trips me with a frown
I hear a voice
"Your must learn to stand up for yourself
Cause I can't always be around"

He says
When you gonna make up your mind
When you gonna love you as much as I do
When you gonna make up your mind
Cause things are gonna change so fast
All the white horses are still in bed
I tell you that I'll always want you near
You say that things change
my dear

Boys get discovered as winter melts
Flowers competing for the sun
Years go by
and I'm here still waiting
Withering where some snowman was
Mirror mirror
where's the crystal palace
But I only can see the myself
Skating around the truth who I am
But I know dad
the ice is getting thin

When you gonna make up your mind
When you gonna love you as much as I do
When you gonna make up your mind
Cause things are gonna change so fast
All the white horses are still in bed
I tell you that I'll always want you near
You say that things change
my dear

Hair is grey
And the fires are burning
So many dreams
On the shelf
You say I wanted you to be proud of me
I always wanted that myself

He says
When you gonna make up your mind
When you gonna love you as much as I do
When you gonna make up your mind
Cause things are gonna change so fast
All the white horses have gone ahead
I tell you that I'll always want you near
You say that things change
My dear


(Y también me gusta la pieza "Invierno", de las Cuatro Estaciones de Vivaldi, pero me pareció un poquito demasiado. Qué quieren... extraño el frío...)

jueves, agosto 30, 2007

Sol y Mineral

Tengo este olor pegado a la nariz. Apenas sé cómo describirlo. Podría intentarlo si evocara la textura de la arena fina, casi limosa, escurriéndose entre los dedos como azúcar impalpable. Es un aroma frío y metálico, atemperado con unas notas de sol. El olor del barro, pero límpido. La brisa ligera, toques de viento con aroma a monte y a bosquecillo de pinos. Tengo este olor y estas texturas y no puedo sacármelos de la cabeza. Bendito el impulso que me lleva a manejar una vez más esos kilómetros que parecían tantos cuando era más chica.

Otra vez el camino de arenisca que ni el voluntarismo municipal se decide a pavimentar. Otra vez la entrada bifurcada. Y el rumor de los neumáticos en el pedregullo, la frenada amortiguada, mis pies ansiosos rumbo a la orilla.




De repente, tengo nueve, o tal vez diez años. Son las siete de la mañana y ya siento en los pulmones que va a ser un día húmedo y caluroso. Acarreamos las sillas, las lonas, la picada del almuerzo, un bidón de cinco litros con jugo y cubitos. Tardamos casi dos horas entre preparativos, llegada y bajada a la playa. No hay nadie.
En la playa no hay nadie. Tal vez los dueños del parador, una pareja de ancianos más madrugadores bajo una sombrilla de junco.

No hay nadie. El silencio es perfecto. Lejos, casi sobre la línea del horizonte, pasa una chata arenera. Alguna canoa bordea rumbo a Puerto Boca y deja una estela de ondas muy suaves que vienen a morir en la orilla. Sube desde el Este un sol mortecino, atenuado por la bruma húmeda del verano.

No hay nadie. Soltamos las hebillas de las sandalias de vinilo. Caminamos chapoteando una danza improvisada para aclimatar los pies y espantar a las rayas. Con la venia de los mayores, nos tomamos de las manos y avanzamos río adentro. El agua tiene una tonalidad marrón que se vuelve ambarina cuando el sol finalmente la alcanza. El efecto es mágico. Tomo un poco de agua en la copa de una mano y la huelo con los ojos cerrados.

Sol.

Mineral.

Agua, limo, verde, azul, metal, peces, vida, frío, calidez, templanza, latidos, pájaros, remo, madera.

Mi cabeza hila todo esto en apenas un paso, abstraída de los chillidos y chapoteos de mis hermanos, que empiezan a alejarse más. A treinta metros de la costa, el agua apenas nos rebasa las rodillas. Papá vigila, brazos cruzados al borde del agua. Mamá se pasa bronceador. Abro los ojos, miro la línea del horizonte, de derecha a izquierda. La chata, una canoa que pasa. La línea de la costa uruguaya, mucho más lejos. Los árboles, notables a simple vista pese a la distancia.
El puente, mucho más lejos. Y otra vez, los árboles.

El agua ya me llega a la cintura. Estiro los brazos por encima de mi cabeza para zambullirme.


Ahora es ahora. Es invierno. Aún así, hay gente en la playa porque es un día de sol: dos familias con niños que juegan en la arena, una ronda de mujeres hablando, un matrimonio que camina tomando mate.
No me atrevo a mirar la línea del horizonte porque tengo los ojos húmedos ("Es el viento", sonrío por fuera) y el corazón todavía me da saltos. En mi cabeza, no hay nadie. No hay ruidos. La arena es la misma: fina, con la textura del azúcar al deslizarse entre los dedos. Reconozco el olor aún antes de ahuecar la mano para llenarla de agua, lo retengo sin soltar la respiración hasta quedarme sin aire. Apreto el puño, me froto las manos, quiero llevarme este olor prendido a la piel, además de al recuerdo.

Una sola vez miro la otra orilla, cambiada para siempre.

Cuando finalmente dejamos la playa, me resisto a pensar que esto haya sido un adiós. Aunque lo sea.
Cae la tarde. Hasta los pinos callan.

(Ñandubaysal, Gualeguaychú - Julio de 2007)

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Desde ayer, Botnia es un hecho. Y como no puedo explicar lo triste, furiosa y frustrada que eso me pone, elijo sentir que tengo la suerte de haber vivido una infancia de río Uruguay.

martes, agosto 28, 2007

Yo EXIJO...


... el derecho de caminar por la calle comiendo un pico dulce sin que ciertos "hombres" se sientan en la obligación de gritarme cualquier barbaridad.

... el privilegio de ser ignorada hasta que decida lo contrario.

... la capacidad de autocrítica a todos por igual.

... que los que les dan de comer a los chanchos se hagan cargo.

... el final de la hipocresía y de la ignorancia deliberada ("elijo no saber", "elijo no ver" no cuentan como excusa; a la hora de las lágrimas, al que le toca, le toca)

... más llanto, más risas, más emociones genuinas.

... el fin de la pendejocracia.

... el derecho a protestar cuando tengo la razón.

... que los libros vuelvan a ser para todos.


And so on...


(matizando con un poco de mala onda en el preludio a un día que preveo pesadito...)

lunes, agosto 27, 2007

El lado brillante de la vida

Mamá guarda la ropa de invierno. La tarde de ese sábado se perfila tranquila contra la puerta-ventana a la terraza.

Pau desparrama fotos sobre el cubrecama. Siempre está por ahí, cerca de mamá, dando vueltas. Como antes del secundario, cuando éramos todos apenas una pandilla de cachorros estirándose por turnos en la cama grande, los fines de semana. O, más chicos aún, las noches de tormenta en la que invadíamos de a uno en fondo el reducto de papá y mamá en busca de un consuelo innecesario a miedos cada vez más reticentes.

-Mirá - dice mamá, dejando caer un paquete más viejo que los otros. Viejas Polaroid cuadradas, chiquitas, donde apenas se la puede reconocer detrás del flequillo espeso y el rostro demasiado serio.

Pau reconoce a la Tiatá en una de ellas, más joven y con el pelo largo, una tarde de sol. Mamá la evoca tal como era entonces, con esa forma que tiene de contar las historias que hizo que quisiera ser cuentista alguna vez. Entonces, mi hermana conoce un poco más de aquella mujer, su madrina, que (con la enfermedad todavía lejos) adoraba viajar a Mar del Plata.

Las preguntas se suceden. Mamá hace memoria, ¿fue en el '83, en el '85, que se perdieron las esperanzas sobre su visión menguante? Ella cree que en el '81. El mismo año en que Pau nació. Los ojos de mi hermana se llenan de lágrimas.

Pobre Tiatá, que ya no va a ver más. ¿Cuál habrá sido la última imagen que tuvo de nosotros? ¿Cómo puede ser que se la vea tan tranquila, cuando el dolor sigue abriéndose paso y las esperanzas caen como fichas de dominó alineadas año a año? Mamá ya abandonó el trabajo y ahora moquean juntas, mirando las fotos sobre el cubrecama, hilando un recuerdo tras otro, nostalgia sobre nostalgia.

Y sin saber cómo, ni por qué, alguna hace un chiste sobre aquella vez que la Tiatá echó las papas demasiado húmedas en el aceite hirviendo y cómo las llamas llegaron hasta el techo de la cocina. O aquella vez que por salvarla de un perro, su marido la hizo tropezar con el cordón de la vereda y fue tema de conversación en las reuniones familiares durante semanas.

- Y cómo habla, la muy guacha...
- ¡Y cómo le saca el cuero a las de la parroquia! ¡Siempre tiene algún cuento nuevo!

Las carcajadas se escuchan por toda la casa. Intrigada, interrumpo la lectura y salgo de mi cuarto para entrar al de mamá. Las encuentro abrazadas, tumbadas en la cama, todavía con lágrimas en la cara y sin poder parar de reírse.


(palabras más, palabras menos, la historia es real. Y siempre que algo me parece demasiado triste para soportarlo, recuerdo que todos los días grises tienen un reverso. Además, está visto: llevo en la sangre el antídoto para mi propia melancolía... Ojalá pueda seguir encontrándolo siempre)


miércoles, agosto 22, 2007

Malos tiempos para la gramática...

Estoy
tan
absolutamente
harta
de la gente que escribe
"desvelar" por "develar"
"rebelar" por "revelar" (y viceversa)
y burradas por el estilo...
Tanto como de la gente que escribe a puro corrector del Word y entonces encontramos "haber" donde debería leerse "a ver" (y dejémoslo en claro de una puñetera vez: el "a ver si..." es una expresión del coloquial. Punto), u otras afrentas para el ojo.
Si hay algo que supera mi hipersensibilidad auditiva es mi hipersensibilidad a la burrada sistemática. No la tolero. Desde que tengo memoria lectora, me perturban sobremanera los horrores ortográficos. Y se viven tiempos de atentado a la lengua como nunca antes...

miércoles, agosto 15, 2007

Esquizoide yo? (y yo? y yo?)

Cortito y al pie.

La Mandarina Records crepó sin aviso para nadie, y en reacción inmediata y protestona, me subí a otro colectivo similar.
Al que le interese la música como la gente (como qué gente? pues... pasen y vean), puede visitar el Blog Esquizofónico. Hay buena música, buena onda y demás.

"El que no vive para servir, no sirve para vivir"

lunes, agosto 13, 2007

Odio al pasar

De momento no voy a hacer ninguna lista de las cosas que no me gustan...



pero hay veces que el sólo hecho de ser yo, hace que sienta la imperiosa necesidad de golpearme la cabeza contra una pared.


Rápido. Fuerte. Muchas veces.


jueves, agosto 09, 2007

Oído al pasar (II)


"Porque MI NOVIO, el doctor Fulano, va a venir a retirarlo y yo no voy a estar... voy a estar en reunión, viste."
... segundos después...

"MI NOVIO va a firmar con vos, por eso te dejo todo. Como yo no voy a estar, viste, y no es cuestión de estar yendo y viniendo..."

...segundos después...

"Entonces yo ahora... permitime un segundito que voy a llamar al doctor Fulano para avisarle... ¡Hola, mi amor! ya le avisé a la recepcionista que tenga todo a tu nombre, que va a venir MI NOVIO el doctor Fulano a buscarlo"

etcétera... etcétera...

(Repita la retahíla de abogada treintañera wannabe con mucho MaryKay encima unas cinco o diez veces, hasta saturar el oído. Compadezca a la chica de la recepción. Alégrese de que faltan apenas unos minutos para ganar la calle y huir).

miércoles, agosto 01, 2007

Para los días grises...

Nada mejor que un poco de esta música para caminar bajo el cielo plomizo...



(This Mortal Coil - Acid, Bitter and Sad)

Y una pequeña yapa para descargar. Califica para mi lista de Temas para días de lluvia, que eventualmente daré a conocer en otro post. Pero como avance y en honor al día TMCesco que tengo, va bien

Sería largo de explicar el camino que lleva a This Mortal Coil, pero en días como hoy, y como tantos otros, agradezco que exista esta música.

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Desde el cielo caen. Sólo yo las veo.
Partículas pequeñas de nubes vagabundas.
El olor del agua, el fresco inminente, y

una nube de vapor alrededor del rostro.

Las visiones del mundo que trascienden el mundo.

Y más: un alma errante que casi nadie nota

suspendida del aire por los hilos del tiempo.

Es la lluvia que viene.


(Clásico post ladri en el que no firma nadie. Milo, te cagué :-) )

jueves, julio 19, 2007

Delicias de la intertextualidad

Hace un tiempo atrás, el mundo periodístico, blogueril (y/o meramente el conventillero) se metió a pleno en el debate del escritor Di Nucci y su plagio no mentado al libro "Nada", de Carmen Laforet. Como ya pasó mucha agua bajo el puente y la discusión me hartó, además de asquearme, no voy a dar referencias más precisas; googleen si esto les interesa.

Pero lo que encontré hoy navegando por El País, no tiene precio. Básicamente, un inglés con ánimo contestatario, hizo la gran Charles Chaplin* y mandó a 18 (dieciocho) editoriales el manuscrito de "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen, íntegro y sin cambiar una coma.

¿Cuál fue la respuesta de las editoriales?


Definitivamente, el mundo es un lugar pequeño y generoso.


*Alguna vez leí en una revista Selecciones viejita, que tanto me gusta coleccionar gracias a la Mama (personaje del que alguna vez hablaré), que el genial Charles Chaplin asistió una vez a un concurso de imitadores ... de Charles Chaplin. Quedó tercero.

jueves, julio 12, 2007

Tanta belleza en el mundo



"It was one of those days when it's a minute away from snowing and there's this electricity in the air, you can almost hear it. And this bag was, like, dancing with me. Like a little kid begging me to play with it. For fifteen minutes. And that's the day I knew there was this entire life behind things, and... this incredibly benevolent force, that wanted me to know there was no reason to be afraid, ever. Video's a poor excuse, I know. But it helps me remember... and I need to remember... Sometimes there's so much beauty in the world I feel like I can't take it, like my heart's going to cave in"

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"Era uno de esos días cuando está a punto de nevar y hay electricidad en el aire; casi puedes oírla. Y esta bolsa estaba... como bailando conmigo. Como un niñito pidiéndome que jugase con él. Por quince minutos. Y ese es el día en que supe que había toda esta vida detrás de las cosas y... esta fuerza increíblemente benevolente, que quería hacerme saber que no hay razón para temer, jamás. El video es una excusa pobre, lo sé. Pero me ayuda a recordar... y necesito recordar... A veces hay tanta belleza en el mundo que siento que no puedo soportarla, como si mi corazón fuera a perderse en ella"

Ricky Fitts (Wes Bentley), "American Beauty" - Sam Mendes, 1999

(Pobre traducción. Igual, hoy necesitaba postear esto. La imagen es de CazaTornados).

viernes, julio 06, 2007

Demasiado

Apenas una palabrita que me recuerda por qué siempre me sentí incómoda con los rótulos...

De acuerdo con quién me conoce (o cree conocerme), vendría a ser algo-así-como

... demasiado grandota (sí, para la ropa que se fabrica hoy... claro)
... demasiado torpe
... demasiado madura
... demasiado inmadura
... demasiado inteligente
... demasiado buena (por no decir buenuda)
... demasiado despelotada
... demasiado esquemática
... demasiado esquizoide (no conocieron a algunos amigos míos...)
... demasiado naturalista
... demasiado liberal
... demasiado anticuada
... demasiado lectora
... demasiado vitalista
... demasiado estilística
... demasiado decontracté
... demasiado apasionada (?????)
... demasiado fría (????????????)
... demasiado egoísta
... demasiado ácida
... demasiado indulgente


No soy "demasiado", nadie lo es.
Prefiero ser "suficiente". O autosuficiente.

Sí, creo que eso estaría muy bien. Al menos por un tiempo, y hasta que mi neurosis vuelva a reclamarme.

jueves, junio 28, 2007

Meme Literario


Desafiada por don Fender, me apresto rauda a cumplir con la consigna del meme literario (aquí, la primera piedra, por Folavril).

Y transcribo a continuación el párrafo 2 de la página 139 del libro que estoy leyendo. Uno de los, porque voy realmente a paso de tortuga entre tanta lectura atrasada...

"Pero las metrópolis pueden adquirir el tamaño de un pañuelo cuando se carece de trabajo y de amparo. De modo que Irma fue rodando por la vida, entregándose para pagar deudas y al fin recibiéndose de "cocotte". De prostituta fina: "Me criaron para ser una señora, profesión que cuando no se consigue un puesto, queda sólo el otro, ser ladrona del bienestar de las que lo encontraron". Una más de las miles de mujeres que se hacinaban en los burdeles porteños y rosarinos. La mala vida no era un tema desconocido, y tanto las ansias de profilaxis de los socialistas como las denuncias de la prensa lo habían transformado en una cuestión álgida. Ocho días antes, en 1926, se había dado a conocer Versos de una... , una serie de poemas escritos por una supuesta muchacha ucraniana prostituida en Rosario llamada Clara Beter, nombre de guerra falso que disimulaba el del periodista César Tiempo, a la vez seudónimo de Israel Zeitlin. El libro trajo aparejado un breve escándalo. Y al año siguiente, en 1927, Albert Londres había publicado El camino de Buenos Aires, obra de revelación de la trata de blancas que había prosperado en Argentina. La prensa anarquista venía denunciando esa lacra desde mucho antes."

Barón Biza, el inmoralista. De Christian Ferrer, editorial Sudamericana
(gracias a la gente de El Interpretador por la imagen...)


Están nominados...

- Milo (again)
- Donnie
- Zorra

Porque se me cantó, y ríase la gente!
PD importante: No me avivé que podían ser más de tres personas y veo que por ahí andan pululando invitaciones editadas. Así que a pedido del público participante y de olvidos imperdonables, agrego nominaciones:
- Aan' allein
- Nene Tonto (again)
- Thiago (again)
Y si me olvido de alguien, considérense invitados! qué caramba, que no hay reglas para esto por ningún lado, parece :-P

sábado, junio 23, 2007

Remanso

Estas son algunas razones para empezar bien el fin de semana...

- Despertarse sin reloj, espiando los primeros rayos de sol a través de la ventana, y adivinar que será un día de cielo azul
- Escuchar voces queridas
- Hacer la limpieza sin apuro, mates de por medio
- Poner música suave que acompañe el discurrir del tiempo
- Cocinar igualmente tranquila, algo casero que me guste mucho
- Caminata larga de sobremesa
- Hermana + May y Fini de visita por la tarde
- Una ducha larga, apacible, con luz plena de media mañana y escuchando esto:



Feliz sábado, feliz invierno, felices momentos por venir...

martes, junio 19, 2007

Oniria


Este post es apenas una excusa para dejar caer esta canción, o más bien este video que es uno de mis preferidos y que transmite bastante bien mi propio sentimiento de alienación respecto de ciertos espacios.



Pocas veces siento el espacio (o la reducción del mismo) como una extensión de mí, o un sitio abierto donde derivar, cual ballenato en el océano. Salvo contadas excepciones, me siento encerrada; si nos ponemos a pensarlo, vivimos en una pecera de lo más grandecita: el planeta Tierra.

Jodido sufrir de claustrofobia con este nivel de autoconciencia, ¿verdad?

No obstante lo cual, me sigue gustando elegir mis propios encierros, físicos y mentales. Elegirlos rotundamente, etiquetarlos como míos por más que otros los compartan, darles un nombre e imaginarlos amplios, continuos, adaptables a mí. Ambientarlos con música, tomar una tiza mojada y pastelar el cielo de colores violentos, colgar estrellas más brillantes para que las luces excesivas no las opaquen.

Esta es la única opción en la que nadie puede avasallarme...

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Notas al post anterior: Ahora tengo dos "detestables" menos... aprovecho mejor la cocina y el baño no está más desperfectado. Iupi.
Así que solamente me queda ponerme a lavar ropa y comprarme un hornito. Lo demás es fatalidad pura.

jueves, junio 14, 2007

Acovacho

Despierta desde temprano, con esa sensación de haber sido tocada en el hombro por la mano que esperaba (y después de un par de amagues de madrugada... "Dónde están esos ojos?"), con el primer resplandor filtrándose entre las tablas de la persiana, cubierta hasta la nariz por el cubrecama, repaso el rito matutino que tan bien me hace.

Girar a la derecha, para ver el poster de Howl. Restregar las piernas una contra la otra. Estirarme como un morrongo satisfecho. Apoyar los dos pies juntos en el piso, una vez que decido levantarme. Caminar hasta la cocina, poner la pava en el fuego, sintonizar una radio a la que le daré menos importancia cada minuto que pase, hacer un simulacro de orden para que no me dé culpa regresar tarde a casa y seguir teniendo este acovachaje lamentable, que sin embargo me gusta. Porque, como dijo Naty, "será un quilombo, pero es MI quilombo".

Por supuesto, también la lista mental de todo lo que me rodea, que me encanta...

- Los libros (en la biblioteca, sobre la cómoda, sobre la mesa, en la silla junto a mi cama, etcétera)
- Mis cuadernos / anotadores y biromes por todos lados
- Las fotos de May, Fini y mis hermanos
- La luz natural que entra por el tragaluz del baño
- La guitarra y las cajas de CD's junto a la computadora
- El modular de caña, con mis videos, Ranmas y Sakurillas.
- Revistas y suplementos anárquicamente apoyados aquí y allá
- Las cajas llenas de afiches, apuntes, dibujos...
- El piso limpio
- El juego de mesa y sillas que me trajo mi hermano para que le cuidara (suspiro)
- La compu
- El nuevo desodorante de ambientes con olor a frutitas

Y las que detesto:

- Toda esa maldita ropa que se amontona para lavar, tirada por todos lados.
- La tapa del inodoro que nunca, jamás estará arreglada (igual que el botón de la descarga)
- Las canillas que no cierran bien, dos por tres.
- La cocina enorme y desaprovechada
- Que se me haya roto el hornito después de siete años de leales servicios... (fuck!)
- Las pocas ganas de salir de la cueva...



(Y este video no tiene nada que ver con nada, pero sonaba en mi equipito cuando salí de casa y fue el primer track que saltó ahora en la oficina, así que va acá... en honor a la causalidad... y porque es hermoso).

lunes, junio 11, 2007

Lo que nunca quisieron saber de Cass...

Casualidad no existe, dicen. Pero que en un mismo día esta servidora haya pasado de ser sistemáticamente ignorada por los "memes" a invitada por dos bloggers a participar de uno... mmmmhhh! da para pensarlo.

La cuestión es así: Gerund y Aan'allein (ellos dicen que sin ponerse de acuerdo) me han desafiado a postear ocho cosas sobre mí. Posteriormente, deberé elegir a otros ocho bloggers para que respondan el meme. Ge, que no tiene un pelo de tonta, abrió el juego para que el posteador (en este caso, yo) no esté obligado necesariamente a contar verdades sobre sí mismo. Pero no puedo con mi genio, así que ahí les van mis confesiones de casi-invierno.


1. Soy grafópata. Colecciono anotadores y cuadernos en blanco, y guardo absolutamente cualquier papel que haya pasado por mis manos (y terminado escrito). Curiosamente, la grafopatía rara vez me ataca cuando estoy frente a la computadora; esto explicaría en parte el vacío literario de mis últimos años. El reducto de mi escritura sigue siendo mayoritariamente manuscrito.

2. Hay un defecto que no logro combatir y es la inconstancia práctica. Nunca termino lo que empiezo, sea una historia, proyecto, pagar las cuentas, etc. Tengo carpetas con dibujos de mi infancia que están todos inconclusos.

3. Tengo épocas de compradora compulsiva. Mientras me duran, me tienen que maniatar para que no me gaste toda la plata en libros o CD's. Siguiendo el razonamiento, siempre acovacho más de lo que llego a aprovechar: más música de la que puedo escuchar, más libros de los que puedo leer, etc. Lo bueno es que en época de vacas flacas, me doy auténticas panzadas.

4. Ya que estamos en tema "panzada", tengo un serio problema con los apetitos. Sí, con todos. Para lo que me gusta, no tengo medida. Puedo bailar hasta caer rendida, comer y beber sin límite, leer hasta que se me parte la cabeza... y etcétera, etcétera, etcétera.

5. Siempre que sueño vívidamente con una persona conocida (y querida) que se encuentra en una encrucijada o tiene un problema, el sueño se realiza.

6. Colecciono compulsivamente cosas a las que no voy a darles utilidad alguna. Postales, afiches de cine, merchandising y muestras gratis, fotos de mujeres hermosas.

7. Suelo tener ataques de pánico y pensamientos suicidas. (E invariablemente algo de esto se cuela en exámenes sicotécnicos, lo que me excluyó automáticamente de un par de buenos empleos).

8. Tengo una fuerte empatía y una gran capacidad de manipulación. A la primera la uso siempre. A la segunda, nunca.

Ahora, polluelos, las reglas...

1) Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
2) Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.
3) Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blog.
4) Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario.

Y los elegidos de la casa... a piaccere; si no se les canta, no contesten.

1. Milo
2. Donnie
3. Nene Tonto
4. Lady Kelvin
5. Thiago
6. Naty
7. Joao
8. BNW

Enjoy yourselves.

sábado, junio 09, 2007

Deseo

Un suspiro.

Una respiración. Una palabra.
Un sueño, la piel lejana. Una sonrisa.
El pelo suelto, cayendo sobre la almohada.
La risa, la lengua entre los dientes. Una ucronía.

La ciudadela, el caminar descalzos sobre arena,
sobre césped húmedo. La muralla
que nos separa del mundo. La utopía
de creer que podemos vivir sin lo que queda

y entender que, pese a todo, estamos separados
por una distancia que mensura el cuentakilómetros
y no la certeza de tu voz en esta casa

que la angustia nos vuelve avaros, y no hay deseo
que se compare a la certidumbre de la prisa
de tenerte
pronto,
(YA)
entre mis brazos


martes, junio 05, 2007

Casi como yo, o no como yo

Desde anoche no puedo parar de escuchar esta canción. Me van a disculpar pero este es el mejor video que encontré y está levemente descompaginado... Pero con cerrar los ojos y simplemente oír...




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UNLIKE ME - Kate Havnevik

There are no guarantees in life
Not for the present,
Nor for the future.
All I know is
That I'm here;
Don't know for how long.
I love the way
You live so intensely
Enjoy every minute of life
With space to swing
Your arms around
Laughing loudly

Unlike me
Unlike me
Do you think I'm strange?
Unlike you
Unlike you
I am not pretending

There is no time,
There is no time,
There is no time,
Time doesn't really exist.

The past, the present,
And the future,
Are all side by side,
Hand in hand.
You move and change,
Yet you go nowhere:
Everything stays the same.
You stare at me,
And ask me questions,
Makes me nervous,
This room it keeps a constant tone
While I'm on a roller coaster

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Mis deseos para esta semana, mes, temporada:

- Encontrar más tiempo para escribir (Sí: MÁS)
- Que no me cuesten tanto las obligaciones diarias
- Constancia para lo que me debo
- Poder dormir sin culpas (¡pero tampoco quedarme dormida cuatro días de siete!)
- Caminar más de noche
- Terminar de pasar "el" cuaderno, antes de julio...
- Seguir siendo lo más feliz que puedo
- Reunirme más con la gente que quiero

miércoles, mayo 30, 2007

Un paseo por el lado oscuro


Cada vez que comento alguna de las cosas que (a mi modesto entender) me hacen ser, o sentirme una persona oscura, más de uno levanta las cejas bastante asombrado de lo que el exterior desmiente.

Hoy ha sido uno de esos días. Pero no es más que el corolario de un rosario de horas previas que me tienen a mal (?) traer.

La rutina, en estos casos, se puede convertir en una pesadilla. Soy incapaz de mirarme en los espejos, siquiera de reojo. Me importa todo tannnnnnnnn poquito, que puedo ir por la calle golpeando paredes con los nudillos y cantando en voz alta y enrulándome el pelo sin que me importe que me puedan denunciar por perturbación del orden. Si mis miradas fueran puñales, asesinarían a más de uno. Los ruidos, hasta los más triviales, me envenenan la sangre.
Y pierdo el aire.
Termino metiéndome en lugares cerrados con tal de no ver más el paisaje de ciudad alienada que tiene Buenos Aires un miércoles cualquiera. Por ejemplo, en un supermercado. Y ahí, sigo pateando cajas, arrastrando los pies, canturreando "Thank You For Hearing Me" con la mirada perdida, mordiendo la punta del paquete de las Ballerinas, retrepando mi incómoda humanidad al carrito de las compras para deslizarme suavemente, alzando los pies.

Feliz y despreocupada. Con un lugar al que volver, con gente que te quiere, con un trabajo, un techo, un plato de comida, posibilidades que pocos tienen... y la plena conciencia de todo eso, y aún así la angustia. La angustia perra, negra, el vórtice de nieblas, el bloop.

"Pero... cómo puede ser?"

Ni idea.
Pensar que ni siquiera he puesto música estos días.



(Bueno, una compensa como puede)


miércoles, mayo 23, 2007

Me cabe el sayo




De hecho, es la historia de mi vida...

Y por suerte sé que no estoy sola en esto. Gracias, Donnie!

martes, mayo 22, 2007

Noticias del fin del mundo...

No, no es la tercera película de "Pirates of the Caribbean".

Pero estaría bueno que se peguen una vuelta y dejen sus apreciaciones...

Desde el lunes y hasta dentro de un mes, podrán vivir las últimas horas de estos energúmenos en la Tierra... Últimas horas... que también pueden ser las suyas de ustedes (dijera Gerund)


Ha nacido Apocadia


Y es el fin del mundo como lo conocemos. ¿O no?

domingo, mayo 13, 2007

Principios (bloggers)

Explorando un poco mis primeros posts, la forma en que se fue desarrollando este espacio y otros yuyos por el estilo, y terminando con la visualización de algunas actualizaciones en RSS propios y ajenos, se me ocurrió que de repente... no sé, de pronto... me parece...

1. cada quien es libre de encarar el blog como se le cante...
2. seguir con una línea argumental está bien, pero también está bueno irse por las ramas
3. si habilitás los comentarios tenés que bancarte la que venga (por ejemplo, un intolerante de primera, cuarta o décima categoría, por mucho que me haga resoplar o reír, tiene derecho a su descargo si no le viene bien mi cuotita de egomanía)
4. la existencia de cientos de blogs berretas hace más delicioso el hallazgo de un buen blog
5. debatir sobre blogs es al pedo: lo mejor es la generación de ideas que surgen de ciertos espacios, y si se da la posibilidad, el debate en vivo con los generadores de esas ideas.


Siempre sentí este lugar como una suerte de refugio, a veces como una catarsis, a veces como un panel de corcho donde cuelgo ideas sueltas que no encajan en ningún otro lado.

Sería interesante saber cómo considera cada quien a su propio espacio, aunque en más de un caso salta a la vista.

(Séh, es domingo... como estoy al pedo y de limpieza a veces me da por pensar, como Charlotte Brontë*)


*"En aquellos años, Robert Southey era un poeta muy estimado con éxito de ventas. Ya repuesta, Charlotte lo eligió como juez en aquel pleito interior que venía despedazándola. Más que sobre sus actitudes literarias, Charlotte quería un veredicto sobre el acto mismo de escribir.
Southey falló en contra:
'Los ensueños diurnos a los que usted da rienda suelta, producen un estado inmoderado de la mente... La literatura no puede ser el modo de vida de una mujer. No debe ser. Cuanto más se dedique usted a sus tareas específicas, menos tiempo tendrá para ellos, aún cuando no sea más que una distracción'.
Ni siquiera había reparado (o justamente porque con envidia había reparado) en las cualidades literarias de la 'pobre hija de un Pastor', como la llamó con desdén.
Charlotte le prometió 'ocupar mi cabeza y manos durante el día, sin tiempo para un solo sueño de imaginación' y agregó, no sin ironía: 'En las noches pienso, lo confieso, pero nunca molesto a nadie con mis pensamientos'."

Lydia Pinkus, "Los hermanos Brontë: una vida apasionada"

viernes, mayo 11, 2007

Languidez


Es tan difícil de explicar. ¿Será el viernes? ¿Será que me había acostumbrado demasiado al frío? ¿Serán las hormonas y su vaivén, serán los tantísimos pensamientos agolpados, las largas caminatas, los sueños nocturnos?

Tengo el cuerpo invadido de grillos, los escucho cantar en mi cabeza. Ranas, cocuyos, noches de luna menguante, gotas de lluvia en un techo alto. Una casa enorme, un castillo donde resuenan pasos y el olor del verdín en las paredes. Y en el fondo, donde debería haber un patio, la entrada a un bosque que jamás está inmóvil o en silencio.

Weekend lies ahead. Mi melancolía y yo, bien a resguardo detrás de esta alegre calma, nos preparamos para recibirlo.

Sigo dispersando ángeles. O tal vez kodamas. Como sea, mi espíritu tiene alas enormes; nunca pude llegar a medirlas...




martes, mayo 08, 2007

Clasificaciones musicales antojadizas - El regreso

Continuando con la saga que comenzó tiempo ha, podría agregar una clasificación antojadiza más: la música para llorar.

¿O nunca les pasó que un tema gatillara automáticamente la angustia, las lágrimas?

A mí sí. Estos cuatro, son los temas que no importa cuándo los escuche, SIEMPRE me hacen llorar. No puedo evitarlo. Es como quien acciona un interruptor: las lágrimas salen solas. Pero claro, como suele suceder, a otros les sugerirán otros sentimientos, o simple indiferencia...

Sigma - Secret Garden, "Songs from a Secret Garden"

Benediction - Jonathan Elias, "The Prayer Cycle" ---> lo tienen para bajar en La Mandarina, aprovechen...

Sacrifice - Lisa Gerrard & Pieter Bourke, "Duality" (un clásico, también en la BSO de "The Insider")

The Diver - Thomas Newman, "How to Make an American Quilt" (ahhhh... esa escena final de la película que me puede... y la historia de Sofia, la más triste...)


Después de todo, en la variedad está el gusto...


lunes, mayo 07, 2007

How fortunate the man with none


Estoy acodada tomando datos en un stand en la Feria. Es uno de los más grandes y notorios, y está ahí... bien a la entrada del Pabellón Ocre. Viene una pequeña comitiva. Me preocupo: es feriado, ya está suficientemente lleno de gente como para sumar caos al caos; quiero decir, el stand no es TAN grande (aunque dicen que el sábado estuvo Telerman y fue peor...). Detrás de la comitiva, un puñado de fotógrafos.

Alguien se separa del racimo de señores trajeados y señoritas delicadamente arregladas, se instala al lado mío sin mirarme, saca una laptop que deja sobre el mostrador. Lo miro ostensiblemente, logro que me devuelva una mirada rasante de arriba-abajo; saludo con un tímido "buenas tardes" y una sonrisa. Él (vaya a saber qué cargo ocupa en la importante multinacional), que lleva pantalones de vestir, camisa Lacoste y chaleco, no responde y clava la misma mirada hastiada, un poco irritada de quien tiene demasiadas preocupaciones como para saludar a una promotora más, en la pantalla.

Pienso en todos los robos que hubo en el stand desde que empezó la Feria, aunque muy pronto está claro que no me van a dar espacio a más reflexión. Una horda de visitantes me toma por asalto: quieren saber dónde queda el baño, cómo llegan al pabellón Blanco, qué es lo que sorteamos, por qué hay tantos fotógrafos, cuándo van a poder pasar a usar las computadoras. Me deshago por atender a todos mientras todo el staff va a posar para la foto, incluído el "ejecutivo" de chaleco y copetuda indiferencia.

De repente, un tipo con acento raro y hablando bajo me llama desde uno de los laterales. Le explico amablemente que la información que necesita la tienen mis compañeras, que espere a que se desocupen. Le hago gestos a una, que me mira como diciendo "no puedo salir de acá, están sacando la foto". Miro la laptop abandonada en el escritorio. El hombre que habla raro me tira de la manga. Le explico con un poco menos de amabilidad que no puedo ayudarlo. Flash. Los fotógrafos disparan una y otra vez sobre el cuadro de autosatisfechos ejecutivos, sonrientes promotoras, atildadas gerentas de marketing. Vuelvo al mostrador. Ya no hay laptop.

Claro, me digo. El tipo que hablaba raro, ese segundo que logró que me diera vuelta (como si supiera que no me simpatiza demasiado que me toquen).

El ejecutivo de chaleco vuelve al mostrador, encuentra el espacio vacío, modula "me robaron la laptop" una y otra vez en el mismo tono entre imperativo y asombrado. Cómo me va a pasar esto a mí, le escucho pensar, cómo puede pasar esto acá, en "nuestro" stand, con tanta gente "nuestra" dando vueltas.

Lo miro despotricar, agarrar el blackberry y hacer llamado tras llamado con la vista prendida de los carteles colgantes, de las luces del techo, del respaldo de las butacas. A mí no me mira ni una sola vez. Ni por un momento (ni antes, cuando tenía su laptop, ni ahora que la perdió, ni después, cuando se me acerque un cabo a tomarme la descripción del hombre que hablaba raro) he existido para él.

Cruzo las manos por encima del escritorio, respondiendo a las preguntas de una señora que quiere presentar un proyecto. Mientras vuelvo a mi propia normalidad ignorada, pienso...

1. Qué afortunados somos los proletarios a veces.
2. Es maravilloso ser palurdo en un ambiente de gente "bien".
3. Mi capacidad de asombro se desborda cuando me doy cuenta de que todavía existen personas capaces de sentir que sus pertenencias y standard de vida están a salvo en un galpón lleno de gente de todas las extracciones, un 90% de los cuales jamás podrían ganar en un año lo que costó esa laptop (ni hablar de la información que habría dentro...)


jueves, abril 26, 2007

Meet Albus...

Este es Albus, mi daimonion... (Qué emoción!)




Consigan el suyo en la web de The Golden Compass, y van a ver de paso lo que es un sitio de puta madre...

Más mejor, lean la trilogía de Pullman, a la que ya referí en un post anterior... Y ojalá les guste tanto como a mí!

miércoles, abril 25, 2007

Tan Diferente...


La vida es movimiento, movimiento es cambio. Por fieles que seamos a nosotros mismos, cambiamos todo el tiempo.

Cambiamos porque lo necesitamos. Por autocrítica. Porque la vida nos enfrenta con una realidad distinta a la que imaginábamos. Porque nos damos cuenta. Porque aprendemos. Porque para eso tenemos cabeza, y memoria. Porque nos rodeamos de propios y ajenos que nos modifican en muchísimos sentidos. Porque somos inquietos, por dinámicos. Porque cambiar es el precio que uno paga por no alienarse: por estar en este mundo, simplemente.

Entre muchas otras cosas que este poroto va aprendiendo, aprende que el cambio que no afecta la esencia de las cosas es muy bueno. Y que si sirve para preservar la sustancia de algo bueno, es mejor.

Cuando no puedo gritar con la garganta, grito con las entrañas. Y ayer, mis entrañas gritaron.

Sonaba como esto...



(Sepan disculpar, pero sólo encontré esta versión inconclusa. Aquí, el MP3 para que la aprecien mejor ... )
PD: qué bueno, esto de postear videditos XD

sábado, abril 21, 2007

He Moved Through The Fair





Siempre que vienen los días grises y tengo mejor ánimo que de costumbre, rescato un viejo CD que escuché por primera vez hace poco menos de diez años. Pongo el track nº 1, cierro los ojos, huelo la lluvia y escucho:


My own love said to me
"My mother won't mind.
And my daughters won't slight you
for your lack of kind".

He went away from me
and this he did say
"It will not be long, Love,
till our wedding day"

He went away from me
And he moved through the fair
And slowly I watched him
Move here and move there

He went his way homeward
with one star awake
As this swan in the evening
moves over the lake

I dreamed last night
that my own love came in
He came in so sweetly
his feet made no din

He came close beside me
And this he did say
"It will not be long, Love,
till our wedding day"


Se los dejo también... Que lo disfruten.

He Moved Through The Fair - Sinéad O' Connor (Live)

... o el video, para los que quieran ver la grabación...



jueves, abril 19, 2007

Casi humana




Estiro la mano, dibujo un círculo en el aire, meto mis ojos a través del círculo, rozo las partículas. Hay estrellas de colores por todos lados, como polen volando en primavera.

Hace calor para ser otoño, pienso mientras mi cabeza hace un esfuerzo por arrancar; el mismo esfuerzo que tuvo que hacer mi cuerpo para despegarse de las sábanas por la mañana, el mismo esfuerzo que hago todos los días por no resetearme, por ser constante, por mantenerme con perseverancia en un estado de ánimo que me sirva para funcionar mejor, para ser útil.

Camino, la cabeza en otro lado, los sentidos desplegados al viento, me ignoro deliberadamente: siempre es otra la que camina, yo no soy esta que pasa delante de las superficies reflectantes, yo soy la que se quedó con los ojos enganchados del polen de estrellas de colores.

Llego, prendo la computadora, la página de inicio titila renovada ante mis ojos. Leo. Me pongo un poco triste. Pongo música. Silencio. No escucho nada. Estoy a mil y pico de kilómetros de distancia. Ni siquiera la música me ata. No estoy acá. No quiero estar. Estoy triste. Mi corazón es una esponja de esas duras, que estrujás y no sale ni una gota de agua y sin embargo está llena.

Sí, estoy rara. Hoy va a ser un día tan difícil como ayer.
Al menos sé que soy una. Cuesta. Pero soy una.


viernes, abril 13, 2007

Dos


Córdoba y Cerrito, 8.55 hs.

En la fuente, una pareja muy joven lava ropa. Se intuyen humildes, están serios, tienen ese gesto cansado y sereno de quien se sabe pobre por resignación, pero digno. Sobre un cantero, a pocos pasos, dos niñitas rubias (seguramente sus hijas). La más grande no debe tener más de tres años. Amorosamente extiende un cuadrado de paño rojo, toma a su hermana por las axilas y la arrastra con alguna dificultad hasta acostarla sobre ese nido improvisado. Se recuesta a su lado canturreando.


Córdoba y Suipacha, 8.58 hs.

Una mujer de mediana edad, más bien corpulenta, con pelo descuidado y frissé, circula con ese andar apurado y algo bamboleante que le dan las rodillas vencidas. Lleva un saco de paño largo que no combina con sus zapatos, carpetas y una cartera. En su cara rubicunda, sin maquillar, se lee un gesto de desaprobación mientras conversa, sin mirarlo, con su hijo adolescente, dos cabezas más alto que ella pero igualmente contundente, con los mismos cachetes y el mismo pelo frisado. El protohombre lleva pantalones holgados y un buzo canguro enorme. Me cruzan discutiendo y se mezclan con el resto de los peatones de la avenida.

Miro hacia atrás para abarcar todo el cuadro, antes de llegar a mi propia esquina: al fondo una fuente, dos figuras desalineadas en primer plano.

En dos cuadras, dos realidades diferentes. Iba caminando y me pasaron por delante.
¿Cómo no escribirlo?

jueves, abril 12, 2007

Nunca se va


Porque hoy se cumple, como te gusta decir, una vuelta tuya más al sol...

Por todo lo vivido, por lo que sos, por lo que queda a vivir.

Porque el mundo es mejor simplemente por el hecho de que existas.

Porque mucho de lo que escribi en "modo introspectivo" y gran parte del Extraño Mundo se gestaron gracias a vos.

Porque cambiaste mi vida de muchas maneras y me acompañaste en los peores momentos, sólo para confirmar que "siempre se puede estar mejor".

Porque fuiste la primera persona que verdaderamente me entendió y me aceptó sin juzgamientos.

Y porque este tema tiene mucho que ver con lo buen compañero que siempre fuiste y todo lo que compartiste conmigo de tu propio mundo.

TKM!




martes, abril 10, 2007

Simpatía Cósmica



Allá lejos, en mis épocas de bachiller, una profesora nos hablaba del sentimiento del Cosmos en la literatura, particularmente la poesía. En Bécquer y "hoy el cielo y la tierra me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el Sol". En los violentos amaneceres y ocasos de La Ilíada. Y tantas otras cosas que recién me vienen a la mente en días como hoy.

Llueve, una vez más, sobre Buenos Aires. Es la primera auténtica lluvia de otoño que puedo disfrutar en el año. La miro caer por la ventana, con batifondo de bocinas, paredes plomizas y mucho gris.

Hace apenas unos días, unos dedos invisibles me abrieron el alma como si fuera un higo maduro y me volqué en lágrimas que todavía no puedo explicar. En medio de la paz, vomité conflicto. En medio de la alegría, tristeza. En pleno proceso de sanamiento, dolor de heridas recientes, cicatrices que percibo frescas al mínimo roce.

Y en medio de todo esto, el mundo que gira... Felicidad. Cumpleaños inminentes, nacimientos insospechados. Trabajo, viajes, la muerte y la memoria. El cielo que llora, el espíritu desgajado. El alma como el río, que en la superficie aparenta calma y se revuelve por dentro en corrientes encontradas.



domingo, abril 08, 2007

Desmesura

En estos días que pasaron me tomé las cosas con exceso.

Fueron días de caminatas.

De comida.

De introspección.

De silencios.

De charla edificante.

De ... de... de... de todo un poco.

Y es entonces que me acuerdo de algunas palabras escuchadas en mi adolescencia, cuando recién empezaba a conocer las matinés bailables y a interesarme en los chicos: "Cuidate, nena... que vos no tenés medida para nada!.

Es entonces que me acuerdo que la angurria que me entra a veces sobrepasa cualquier límite que los demás (o yo misma) quieran imponerme. Tengo que comer (con las manos, de ser posible: chupándome los dedos). Tengo que caminar. Tengo que cantar. Tengo que gritar. Debo hacerlo, me lo debo.

Estuvo buena la vacación. Desmedida. Y centrada al mismo tiempo. Aunque a veces sigo un poco divertida, un poco asustada de tanta desmesura.


miércoles, marzo 28, 2007

Cerrado por introspección


No le voy a buscar excusas a la fiaca. Cierro porque me necesito. Porque escribo para adentro. Y porque cerrar por melancolía es demodé.

Igual, volveré y seré sanguchitos de miga.


Sigan escribiendo, que van bien... Y escuchen mucha, pero mucha música bonita. Y lean. Y salgan a caminar. Y sean ustedes mismos.

(a todo esto, quién soy yo para decirles qué hacer? pssss)

miércoles, marzo 21, 2007

Todo para celebrar, nada para festejar


No ando ganas de escribir nada inspirado, pero en estos días en los que ando tan cruzada de cosas nuevas, distintas, incómodas, etcétera... En días en los que no siento el ánimo para ordenar mi casa o cocinar, en los que por ahí me paso horas enteras en silencio sin música de fondo en absoluto, y que (por ende) se disparan todas las alarmas de mi mundo hambriento, bien viene replantearse, como Ge, cuáles serían las cosas que podrían modificar este bajón.

En mi caso, una buena noticia que comparto gustosa con ustedes... En el Konex está el ciclo "Cine bajo las estrellas", y ya tengo proyecto para la semana que viene.

No será exactamente un festejo, pero celebro que existan las peliculitas que me hacen bien.

El resto, voy viendo sobre la marcha. Para, algún día, poder dejar de hacerlo.

viernes, marzo 16, 2007

Oído al pasar

(Frente de una casa de audio / Exterior / Día)

Borrego de unos tres años (tirando de la manga de su mamá, una mujer joven con pinta de MUY cansada)
- Mirá, mamá. ¡Gran Hermano!

Mamá cansada (alzando la cabeza hacia el televisor cuya cámara enfoca a los transeúntes de la vereda, Cass entre ellos)
- No es Gran Hermano, hijito.
Borreguito (clavado al piso señalando el monitor)
- Pero es Gran Hermano!

Mamá cansada (y molesta)
- No es!

Borreguito
- Sí es!

Mamá cansada (tironeando la mano del nene)
- No es, te digo!

Borreguito (pataleando)
- Sí es!

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... personalmente, prefiero a estos borregos...

martes, marzo 13, 2007

Carpe Diem


El otro día pensaba en voz alta que los seres humanos nos la pasamos de balance, por la sencilla razón de que nuestra vida cambia todo el tiempo.

No hay certezas, no hay rumbo fijo. Que uno se trace un plan es meramente indicativo: la cancha, como dije en algún post anterior, nos cambia todo el tiempo. Nadie tiene la vida comprada y aún la estructura más cuidadosa se puede ir al carajo en medio minuto.

Desde que tengo memoria, el futuro era un algo incierto que le iba a pasar a todo el mundo, menos a mí. Viví la mayor parte de mis días en un presente sin demasiadas comodidades, en un acovachar porque sí (para luego tirar) a medida que mis gustos mutaban, y que iba adaptándome (un poquito, nomás) al mundo.

Viví en tres ciudades distintas. Ninguna de ellas es mi lugar en el mundo, ese lugar que puedo sentir como propio. Como mío: sin raíces que me llamen (como mi ciudad originaria), sin amigos o cuentas pendientes (como mi ciudad estudiantil), sin obligaciones y afectos (como ésta... que me come el corazón).

Ese lugar, lo presiento, soy yo misma. Cass es lo único que, vaya donde vaya, se queda conmigo.

Desde chica me vi sola. En los juegos con muñecas, mis hermanos proyectaban familias. Yo era la tía que jugaba con los hijos de otros (tal cual lo hago hoy). Ni uno solo de mis cinco sobrinos ha podido despertar en mí el deseo de ser madre. Cuando tomo en brazos a Fini, cuando pinto con May, cuando hablo de libros y películas con Eva, cuando alzo a mi ahijado, los siento ajenos. Flechas disparadas que no les pertenecen a nadie. Ni a sus propios padres. Me siento perpleja y un poco abrumada cuando tengo que hablarle a una criatura como si fuera una "persona mayor". Prefiero los silencios, entrar en sus códigos, retraerme a un estado donde les soy un poco más útil.

Tampoco me veo compartiendo de manera permanente un espacio físico con nadie. Creo que la monogamia es un mandato social bastante absurdo, y la institución matrimonial no es conditio sine qua non para una familia bien constituída. Nunca me vi casada. El final de mis días, se me aparece dos por tres en sueños en la más perfecta de las soledades. Sin amarguras, sin cuentas pendientes (qué mejor que eso).

En algún punto he adquirido ciertas responsabilidades de persona grande, pero mi cosmovisión sigue sustentada en esa incertidumbre, jamás planificada, del futuro lejano.

Admiro a la gente con proyección y me pregunto cómo se ejercitará. Mientras tanto, y en estos días más que nunca, ejerzo el derecho para el que nací: vivir el día intensamente. Querer intensamente. No hacer el mal. No desear más que el bien. Desear correctamente. Ser mejor para hacerles mejor a otros.

Lo único que sé es que los deseos tuercen ríos.